Anonadamiento, la nada y la navidad

por Sergio Canals L.

Cuando el calor acecha sin piedad y hay flores por doquier, se generan comisiones e instituciones para “matar” burocráticamente los problemas sin fin que acechan a nuestra sociedad. Cuando una conductora joven me gritó “viejo de m..”, por cruzar la calle casi sin mirar, los viejos “pascueros” son motoqueros sudando alcohol bajo sus disfraces insoportables. (Arriesgo un ¡Grinch!)

 Un pinito “sudaca” de pascua se materializó frente a la moneda. De los politicals rockers, y consumers sudamericans y progres. El presidente como singularidad política. ¿Tendrá su disfraz listo? ¿Se subirá a un trineo sin trastabillar?  Por suerte el espíritu navideño inunda el mundo…Dicen mientras una “pandilla asesina a machetazos más de 180 personas con una crueldad insoportable por realizar “brujería” en Haití”.

Pascuemos y pascuamos.  Anonadamiento. Dios ha muerto y aún no nace. La nada campea. Cabeza degollada y anonadada aparece en la cárcel mientras asesinan a otro preso. Todo el mundo anonadado. Feliz anonidad. Encarcelada es más segura.

En E.E.U.U. asesinan al CEO “brillante y amable” de una gran empresa de seguros de salud con una pistola hecha en impresora. Hoy es un héroe en las redes sociales norteamericanas descontentas con su modelo de salud privado de ese país. Se recaudan 200.000 dólares para su defensa (por si quiere aportar y “llegar a la meta” navideña). 

Regularización (acotada) de migrantes ilegales (que trabajan ilegalmente): Empresarios aplauden anuncio de Cordero, el ministro. (No del Cordero de Dios). Reconocen que necesitan mano de obra legal y no ilegal como ahora, en la agricultura temporera por 6 meses. Después expulsarlos por indeseables y volver a retornarlos. ¿Les pagarán un bono de Navidad con cerezas rojas (¿de exportación?).

Jesús fue un migrante en la tierra. Más bien, Dios fue el inmigrante para poder nacer. Que lo diga Jesús el Cristo. A-no-nada. Viejos Pascuaros iluminados. En la oscuridad. Verdes de luces verdes y rojos de luces rojas. Aburridos de estar aburridos. Los renos duermen. Trivialidad cerebral.  Brain Rot navideño. Sirenas rojas de emergencia. Jo, Jo, Jo. Aullidos de una ciudad navideña. No hay campanadas lejanas. Ni estrellas de Belén que nos guíen. Por ahora, sólo la nada. Por a hora, anonada. Horada y perfora.

La nada anonada permanentemente. Existir significa estar sosteniéndose dentro de la nada”. Lo dijo Heidegger, quizás, muy anonadado. Esperaba una ¡Frohe Weihnachten! de su amada Hannah, que nunca llegó. Nietzsche, citado por el mismo filósofo amante, el que se sentía anonadado en el claro del bosque, dijo “el cristianismo es un platonismo para el pueblo”. Platón, el de las ideas y el bien eternos lastrados por la carne. Y de Nietzsche, que habló de “Cristo contra Dionisio”, el dios del cuerpo, el vino y el placer. La disputa de hoy en el mundo y en nuestro país. Dialoguemos y lleguemos a un acuerdo negociado al respecto. Una comisión para un acuerdo navideño.

¿Escuchan y ven?

Desde el fondo abismal del vertedero de lo anonado, en medio del asco y los gritos, cubierto de sangre y dolor, por fin renace Jesús el Cristo.  Hombre y Dios a la vez. Se renueva la esperanza con el advenimiento del misterio. El regalo del Amor. Un futuro con más trabajo y mejores pensiones. Mejor salud y educación.

Para los cesantes, los sin hogares y “descartados” por la sociedad del consumo, para los más pobres de los campamentos, para los que perdieron su libertad, para los que lloran de miedo, dolor y soledad al anochecer.  Un abrazo navideño.

Que no los anonade el abismo de la nada. La navidad es futuriza. Para los niños.

También te puede interesar

Deja un comentario