Antigüedades.

por Jorge Ragal

Un tren a vapor descarrilado a orillas de un río.

Un casco prusiano con el orificio de un balazo.

Un monóculo advirtiendo un crimen perfecto.

Un zeppelín en llamas en medio de la noche.

Un reloj de bolsillo marcando la última hora.

Un sombrero de copa decapitado en un jardín.

Un telégrafo pidiendo socorro a los cuatro vientos.

Una edición de ¨Canto a mí mismo¨ que se sigue escribiendo.

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