“Auto suicidio” global

por Gabriel Loza

A principios de octubre, el FMI presentó su Informe Anual titulado “Resilencia ante el Cambio” y pese al título optimista del diagnóstico y de su convicción de un aterrizaje suave de la economía, caracteriza a las tendencias mundiales, como de “Fuerte incertidumbre e incógnitas”. Así señala:

“Pese a la resiliencia de la economía mundial tras la pandemia, las disrupciones económicas son probables debido a múltiples fuerzas transformativas, como el cambio climático, la fragmentación geopolítica, los conflictos, la digitalización —con sus riesgos cibernéticos— y la inteligencia artificial (IA). El futuro inmediato se perfila como uno de continua y elevada incertidumbre.” *Resiliencia ante el cambio; Informe anual del FMI de 2024 (sanity.io)

El FMI habla en forma separada de fragmentación geopolítica y “los conflictos”. En cambio, algunos economistas, cuando analizamos la economía global, hemos aceptado la fragmentación geoeconómica como un hecho o dato, e incorporado en el análisis el concepto de riesgo geopolítico global, que no es fácil de mensurar (Gráfico 1). 


Gráfico 1
Índice de Riesgo Geopolítico
1985-2019=100

Fuente: Extraído de Geopolitical Risk (GPR) Index (matteoiacoviello.com)

El más utilizado es el Índice de Riesgo Geopolítico que está organizado en ocho categorías: Amenazas de Guerra, Amenazas a la Paz, Acumulaciones Militares, Amenazas Nucleares, Amenazas Terroristas, Comienzo de Guerra, Escalada de Guerra y Actos Terroristas. Este Índice nos muestra que desde enero de 2004 hasta diciembre del 2021, estuvo alrededor del promedio del periodo comprendido entre 1985 y 2019, antes del COVID. Es a partir de marzo de 2022 con los acontecimientos derivados de la Guerra de Rusia con Ucrania que llega a un máximo del índice cercano a 350 para después declinar hasta 100 un poco antes del famoso octubre 7 de 2023, con la Guerra de Israel con Hamas, donde trepa el índice al nivel de 200, que es justamente el doble del promedio del periodo 1985-2019. 

Y ahora, con la ampliación de la Guerra de Israel al Líbano se acentúa el riesgo geopolítico. Si seguimos el mapa mostrado por el Primer ministro de Israel, en las Naciones Unidas, mientras que, por un lado, pregonaba la paz, con el Mapa de la Bendición, por otro lado, hablaba del Mapa de la Maldición (The curse) con el arco formado por Irán, Irak y Siria, por lo que el alcance de su respuesta bélica abarca la zona negra y llega hasta Irán: “Miren el segundo mapa. Es el mapa de una maldición. Es el mapa de un arco de terror que Irán ha creado e impuesto desde el Océano Índico hasta el Mediterráneo. El arco maligno de Irán ha cerrado las vías navegables internacionales. Corta el comercio. Destruye a millones. Destruye naciones desde dentro e inflige miseria a millones”.  Maldición y bendición: los mapas con los que Netanyahu explicó por qué el grupo terrorista Hamas atacó a Israel el 7 de octubre – Infobae

Fuente: Extraído de Maldición y bendición: los mapas con los que Netanyahu explicó por qué el grupo terrorista Hamas atacó a Israel el 7 de octubre – Infobae

Nos dio a entender Netanyahu que había que escoger entre el Mapa de la Bendición y el de la Maldición, justamente lo que el presidente de Chile, Gabriel Boric, había criticado en las Naciones Unidas «Me niego a elegir entre el terrorismo de Hamás y la masacre y la conducta genocida del Israel de Netanyahu«. Lo que no sabíamos era que “Durante una década, el gobierno israelí, bajo la dirección del primer ministro Benjamín Netanyahu, proporcionó un apoyo económico sustancial a Hamás con la esperanza explícita de que al hacerlo se posicionaría mejor Hamás para competir con la Autoridad Palestina (AP)”. The Lessons and Legacy of October 7 by Richard Haass – Project Syndicate (project-syndicate.org)

Y toda esta escalada de guerra me hace recordar los 62 años de Mafalda cumplidos en septiembre de 2024 y su percepción del mundo tan espontánea, sensible y crítica de la elite política y de la burocracia internacional de Naciones Unidas y de los organismos “multilaterales” internacionales como el FMI, con su mensaje hoy más que nunca vigente: ¡Cuidado¡ Irresponsables Trabajando.

Fin de la Historia

Y eso que el mundo de Quino-Mafalda era el de la Guerra Fría, de la Cortina de Hierro, donde la amenaza de guerra era diaria y los medios de comunicación, en esa época, la radio, los diarios y la televisión exacerbaban los temores de los ciudadanos ajenos a la manipulación y triquiñuelas de EEUU y sus aliados versus la U.R.S.S, incluida Ucrania. Pero, de repente se derrumbó el Muro de Berlín y se abrió la Puerta de Brandeburgo el 22 de diciembre de 1989. Incrédulamente creímos el fin de la Guerra Fría y la construcción de un mundo de paz, puesto que con el triunfo del capitalismo era el Fin de la Historia[1] o Fin de las Ideologías de Francis Fukuyama, politólogo y subdirector del Departamento de Estado de los EEUU, como si la amenaza de la guerra hubiera tenido su único origen en el socialismo estatista y, por el contrario, el capitalismo fuera el paraíso de la paz.  La tesis de Fukuyama era el triunfo del liberalismo político (democracia occidental) y del liberalismo económico (la economía de mercado).

Pero el mundo continuó con guerras focalizadas y conflictos que se clasifican por el número de muertes. Así las grandes guerras tienen más de 10.000 muertes por año, como la guerra Ruso-Ucraniana, y el Conflicto Árabe -Israelí. Las guerras y conflictos tendrían entre 1.000 a 10.000 muertes al año, como la guerra civil Sudanesa, Siria y la guerra civil yemení. Después están los pequeños conflictos con 100 a 1.000 muertes y, al último, las escaramuzas y enfrentamientos con menos de 100 muertos al año (Cuadro 1).


Cuadro 1
Guerras y Conflictos actuales

Fuente: Extraído de Anexo: Guerras y conflictos actuales – Wikipedia, la enciclopedia libre´

Las guerras y conflictos generan desplazamientos internos y la migración hacia otros países. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 63.285 personas murieron o desaparecieron en las rutas migratorias de todo el mundo entre 2014 y 2023 y la mayoría de las muertes se produjeron por ahogamiento. Estas muertes tendriamos que añadirlas al cuadro de guerras y conflictos. 

¿Guerras anti sistema o dentro del sistema?

Las grandes guerras están trascendiendo su carácter focalizado, ingesando a una esfera geopolítica que escapa del ámbito inicialmente delimitado, pese a la impresión de los medios de que quienes provocan las guerras son personas malignas, como dice Slavoj Sisek: “Si nos ponemos a buscar la figura que mejor represente las peores tendencias de nuestra era brutal, nos vendrán a la mente ante todo nombres como Yahya Sinwar (líder de Hamás en Gaza), Benjamín Netanyahu, Kim Jongun o Vladímir Putin. Pero eso se debe, más que nada, a que estamos todo el tiempo bombardeado con noticias sobre estos líderes”. Capitalismo global y guerra perpetua by Slavoj Žižek – Project Syndicate (project-syndicate.org)

El problema es más de fondo, no se trata de una pelea entre sistemas económicos, sino que es al interior del sistema capitalista en su lucha por expandirse en función de intereses económicos y geopolíticos, aunque asuma la careta como una pelea entre gobiernos democráticos y autoritarios, como la nueva contradicción de moda. 

Así, el conflicto Árabe-Israelí se arrastra desde 1948 y la Guerra de Rusia con Ucrania desde 2014, sin embargo la nueva característica es que la Guerra de Israel contra Hamas-Hezbolá (41.900 muertes) está involucrando cada vez a más países árabes, se está prolongando, irradiando y está escapando al control monitoreado desde Washington, aunque Joe Biden, ha declarado recién que cree que «no habrá una guerra total» en Oriente Próximo y que podrá «evitarse«: 

Durante casi un año, muchos esperaban que la guerra de Israel con Hamas no se extendiera más allá de Gaza. Pero los ataques contra el norte de Israel por parte de Hezbolá en el sur del Líbano, y ahora la decisión del patrocinador de ambos grupos, Irán, de disparar misiles balísticos contra Israel, han hecho que un conflicto regional sea casi inevitable. Earthquakes in the Middle East by Richard Haass – Project Syndicate (project-syndicate.org) No menciona el autor que el mapa de la Maldición de Netanyahu significa que tenía muy claro hasta donde debía extenderse el conflicto con Hamas, más allá de Gaza, desde un principio.

Asimismo, la Guerra de Rusia con Ucrania, donde 40 mil civiles han muerto, ha involucrado directamente a los países de la OTAN y la aplicación de sanciones económicas y militares a Rusia está afectando a países que tenían relaciones tradicionales con Rusia y que los medios de comunicación los han catalogado como la nueva banda de los cuatro, como en el caso de Richard Haass (2024) que señala: “China, Irán, Corea del Norte y Rusia no tienen una alianza formal comprometida a defenderse mutuamente. Pero han formado una alineación impulsada por la antipatía compartida hacia el orden mundial existente liderado por Estados Unidos, y no hay una forma sencilla de que Estados Unidos y sus aliados respondan”.

Fuente: Extraído The New Gang of Four by Richard Haass – Project Syndicate (project-syndicate.org)

Habría que preguntarse: ¿Cuál es ese “orden mundial” impulsado por EEUU? ¿Quién lo eligió como líder? ¿Es una cuestión de antipatía? El actual “orden” son los residuos de la postguerra cuando un grupo de 44 naciones suscribieron los Acuerdos de Bretton Woods, que son todas las resoluciones de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas, entre el 1 y el 22 de julio de 1944, hace 80años, que estableció las políticas económicas mundiales que estuvieron vigentes hasta principios de la década de 1970. Los países del bloque comunista, conducido por la Unión Soviética, participaron de la conferencia pero no ratificaron los acuerdos. China también participó pero se retiró tras el triunfo de la revolución comunista en 1949 para conformar el bloque socialista que caracterizó la Guerra Fría. 

Después de la caída del Muro de Berlín, se configuró en la práctica, de facto, un mundo multipolar no aceptado por EEUU. El 26 de junio de 1945, cincuenta países firmaron la Carta de las Naciones Unidas, actualmente son 193 países miembros. Es decir hubo un cambio en la participación y conformación de las Naciones Unidas muy diferente a la de hace tres cuartos de siglo. Como dijo Gabriel Boric: “las Naciones Unidas, están hechas en la forma de un mundo que ya no existe, el 2024 no es 1945”.Así, entonces me asalta la duda: ¿Les han preguntado a los 193 países quién quiere que asuma el liderazgo? ¿Necesitan un país líder necesariamente o es una organización democrática? 


Gráfico 2
Índice de Democracia: de 0 a 10

Fuente: Extraído de Democracy index (ourworldindata.org)

El Índice de Democracia del Economist Intelligence Unit de 0 a 10 muestra a EEUU e Israel con una nota bien alta de 8 (Gráfico 2). Posiblemente no se ha incluido el desconocimiento al triunfo de Biden por fraude en enero de 2021 protagonizado por Trump, ni el liderazgo de Netanyahu, el mandatario más longevo de la historia del Estado judío con su sexto mandato (tras pasar el último año y medio como líder de la oposición), y mientras enfrentaba un juicio por corrupción acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza. Al otro extremo están los malos de la película, la nueva banda de los 4, más Venezuela, desaprobados con una nota cercana a 2 sin desquite (Gráfico 2). 

El índice del Economist Intelligence Unit debería ser aprobado por Naciones Unidas como requisito para las votaciones en que solo participen los países con calificación encima a 5. O simplemente, se tendía que excluir a los aplazados porque no comparten los valores del mundo occidental. Tendrían así que aceptar solamente a dos mil millones de personas que viven en democracia liberal y electoral, un 25% de la población mundial, puesto que tres cuartas partes de la población mundial y la mitad de los países no serían considerados democráticos. Otros enfoques para medir la democracia también sugieren que el mundo se ha vuelto menos democrático recientemente: el número de democracias ha disminuido; menos personas viven en democracias electorales y liberales (2 mil millones), países y personas tienen en promedio menos derechos democráticos, y más personas viven en países en proceso de autocratización (Gráfico 3). Democracy – Our World in Data


Gráfico 3
Menos personan viven en democracias electorales y liberales 
Miles de millones

Fuente: Extraído de Democracy – Our World in Data

¿Quién es el líder mundial?

Desde el punto de vista económico, EEUU ha dejado de ser el líder global hace mucho tiempo. Con relación al PIB, medido por el Banco Mundial en términos del poder adquisitivo, EEUU ocupa el segundo lugar, primero está China y tercero la Unión Europea. Es decir, hay una multipolaridad económica que no acepta el auto nombrado líder. También ha dejado de tener un liderazgo mundial en la participación de las exportaciones globales y de manufacturas, un indicador clave en la historia del capitalismo (Cuadro 2). Desde 1870, los liderazgos han cambiado desde que el Reino Unido dominaba los mares y el comercio mundial desde los tiempos de Adam Smith y David Ricardo: el famoso imperio británico. En 1870 concentraba la cuarta parte de las exportaciones mundiales, mientras que su rival más cercano, Alemania el 13,4% y la futura potencia de los EEUU solo el 5%. La antesala a la Primera Guerra Mundial muestra un empate técnico, como se denomina ahora, entre el Reino Unido (18,5%) y Alemania (18,0%), que fue dirimido no por penales sino por una guerra. La potencia emergente de EEUU ya asomaba la nariz con un 9% de las exportaciones mundiales. La antesala a la segunda guerra mundial ya daba un triple empate con Alemania ganando por poco con un 13,3% de las exportaciones del mundo y que después terminó perdiendo la guerra (Cuadro 2). 


Cuadro 2
Participación en las exportaciones mundiales de los países líderes: 1870-2022. En porcentajes

Fuente: Extraído de Working Paper 23-11: Trade hyperglobalization is dead. Long live…? (piie.com)

El resultado de la postguerra dio como consecuencia el liderazgo como exportador mundial de EEUU con un 14,6% en 1950 y su consolidación hasta el año 2000 con más del 12% del total mundial, después de haber abortado el ascenso de Japón que llegó a un 8,2% en 1990.  Y después vino…China, que ya en 2010 lo desplazó del primer puesto con un 10,3% de las exportaciones mundiales, manteniéndose hasta 2023 en el primer puesto superior al 14% en 2022 y en 2023. EEUU participó en 2023 con 8,5% del total global. 

Y el problema de China es que la casi totalidad de sus ventas externas, son exportaciones de manufacturas donde su participación a nivel mundial subió de un 4,7% en el 2000 a un 21,7% en 2022, mientras que EEUU está con un 8%.  En cuanto a la producción manufacturera, China representa el 35% de la producción mundial, mientras que EEUU solo el 12%, Japón el 6% y Alemania el 4% (Gráfico 4). Como dice Richard Baldwin: China es la única superpotencia manufacturera del mundo.


Gráfico 4
Las más grandes economías manufactureras del mundo
En porcentajes

Fuente: Richard Baldwin / 17 Jan 2024. China is the world’s sole manufacturing superpower: A line sketch of the rise | CEPR

En conclusión, no hay un liderazgo mundial ni político ni económico y es ése el problema global,porque el líder autonombrado no acepta la multipolaridad económica y política y, por lo tanto, la construcción de instituciones multilaterales sin poder de veto (que es un signo autoritario por si acaso) y que reflejen que no hay un país con dominancia mundial absoluta sino una asamblea de cerca 200 naciones ávidas de paz y desarrollo. ¿Será posible Mafalda o ya te bajaste del mundo hace tiempo? 


[1] Francis Fukuyama (1990). ¿El Fin de la Historia? Estudios Públicos No37. Verano de 1990. Santiago. 

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