“Caer”: la insoportable levedad de las redes sociales

por Tomás Vio Alliende

En un mundo donde el dominio de las redes sociales está establecido para todo (si no estás dentro realmente eres un outsider), la escritora santiaguina Lilian Flores Guerra (1974) se aventura con “Caer” (2024), una novela que precisamente narra lo que le sucede a Paula, una mujer joven e ingenua que tiene un emprendimiento de café, masas y pasteles, que se enamora del vocalista de la banda polaca Riverside, Marusz Duda, cuando lo conoce en persona, por casualidad, en un programa de radio. El flechazo para ella es instantáneo y poco tiempo después establece contacto con él a través de las redes sociales.

Plataformas para el amor, para el comercio, para el trabajo, para la vida: las redes sociales se han convertido en el día a día de muchas personas que saben que si no están dentro quedan anuladas, fuera de un mundo virtual donde los posteos y sus respectivas respuestas significan valiosas transacciones de emoción, aceptación. Si no resultan, reflejan una verdadera derrota ante la incertidumbre diaria.

Todo eso bien lo sabe Lilian Flores, escritora, poeta, editora y periodista, especialista en narrativa contemporánea, de época, infantojuvenil y poesía. Autora de ocho libros publicados en Ediciones del Gato, empresa literaria que dirige, Flores también lidera la revista Te Leo y participa en el comité editorial de Ediciones Biblioteca Nacional de Chile y en el colectivo Autoras Chilenas AUCH+. Ha obtenido galardones en poesía y el Premio Municipal de Santiago en la categoría juvenil (2017), entre otros reconocimientos.  Con “Caer”, la autora pone a Paula, su protagonista, a tono con una narrativa que se enfoca en lo que sucede en un mundo convulsionado por los efectos del COVID, donde todo ha cambiado y las personas cuentan con actitudes, valores y perspectivas nuevas.

Paula, dentro de su inmensa soledad, se esmera en sacar a adelante su emprendimiento y se ilusiona con su nueva aventura virtual. Se entusiasma y cree que esperando el contacto en línea con su interlocutor todo puede marchar como miel sobre hojuelas, pero a veces las cosas no son tan simples como parecen. Flores maneja bien los tiempos, la intensidad de Paula, la desesperación que ella manifiesta frente a la pantalla y cómo constantemente se cuestiona si su amigo polaco le escribirá o no; si su vida realmente volverá a cambiar cuando lo vuelva a ver en persona. Si es verdad lo que él le dice a través de su cuenta.

Muy ad hoc a los tiempos, el libro aborda un tema de mucha vigencia en los colegios de hoy en día que perfectamente podría encajar como un título más dentro de los planes de lectura obligatorios para adolescentes

Por un lado, trata la devoción por ídolos que perfectamente podrían ser de barro y por otro lado muestra el auge y el peligro de las relaciones virtuales. Hay muchos casos particulares como el del deportista que fue engañado por una novia por redes sociales que no existía y a la que ayudó monetariamente; la alumna de un colegio particular a la que le robaron sus claves de Instagram para burlarse de ella y de una de sus amigas; o la actriz cuya cuenta de Tinder fue suspendida porque nadie le creyó que su identidad era la verdadera, al existir muchas cuentas falsas sobre ella misma.  Ejemplos hay miles y pueden llegar a ser nefastos porque en el mundo de las redes sociales también existen insultos, extorsiones y amenazas que no se deben dejar pasar. A veces admiro a personas de la tercera edad que no conocen nada de este mundo y que viven tranquilamente sin estar pensando en el reel que van a publicar o con qué post o temática nueva van a sorprender a sus seguidores para seguir vigentes y aumentar las visitas. Entre los usuarios de las redes, la tendencia, a grandes rasgos, es “su like forma parte de mi sueldo”, lo que parece una broma, pero, a la larga, puede ser bastante cierto.

En “Caer”, la mirada actual post pandémica y de idolatría a la música y a la instantaneidad marca una referencia. También resaltan los recuerdos de Paula sobre su pasado como la relación con su familia o, por ejemplo, los carretes con amigas de frágil lealtad en la Disco Show de San Antonio, donde, al ritmo de éxitos del momento, se vivía el todo o nada con tal de conquistar al sexo opuesto.  

Al final, el libro deja en claro que el mundo termina siendo un pañuelo. No siempre se debe agarrar el primer anzuelo que se ve por muy llamativo que sea. En la insoportable levedad de las redes sociales no todo lo que brilla es oro. 

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