Culpa de la Fed… y de las redes sociales

por Gabriel Loza

En Bloomberg Línea, La Fed y las redes sociales contribuyeron al colapso de SVB, según su ex CEO (bloomberglinea.com), surgió el argumento de que “El ritmo del endurecimiento monetario de la Fed, el más rápido en décadas, y el sentimiento negativo en las redes sociales contribuyeron al colapso de Silicon Valley Bank, según Greg Becker, ex CEO de la compañía”, a propósito de la investigación de la caída del SVB, la cual después arrastró al Signature Bank y luego le siguió el First Republic Bank, lo que se denominó la “minicris bancaria” en EEUU, tal vez denominada así porque los bancos no eran demasiado grandes para quebrar, sino demasiados chicos para ser exitosos.  

Es así, que en 2022 hasta lo que va el 2023, la Fed ha subido su tasa de interés de política monetaria en 500 puntos básicos, es decir 5 puntos porcentuales, el alza más fuerte y pronunciada en periodo de 15 meses, en el más corto de tiempo desde los años ochenta del siglo pasado de la época de la estanflación, hace más de 30 años.  Le siguieron a la Fed,  tanto en la intensidad como en el ritmo, el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo y el Banco Central de Reserva de Australia y los principales bancos centrales de los países adelantados, que en promedio aumentaron sus tasas de referencia en 4 puntos porcentuales (Gráfico 1).

Gráfico 1: Alza de las tasas de interés, 2021-Mayo 2023
En porcentajes

Fuente: Elaboración propia con datos oficiales.

El Banco del Japón, que mantiene una tasa de interés negativa (-0,10%), es el que está llamando a la reflexión a los otros bancos centrales para que evalúen los efectos de las alzas de sus tasas en la economía nacional y mundial. Sin embargo, en la reunión reciente del G7 en Hiroshima parece que otros puntos son más importantes, como es la aplicación de más sanciones a Rusia y la continuación de la Guerra.

Sin embargo, en la reunión reciente del G7 en Hiroshima parece que otros puntos son más importantes, como es la aplicación de más sanciones a Rusia y la continuación de la Guerra.

Indudablemente los Bancos Centrales, como el Fed de EEUU, evalúan constantemente los efectos de la política monetaria en la economía y son conscientes que el alza de las tasas de interés provocará una recesión, vía contracción de la demanda, y aún más, que ésta es necesaria para que baje la inflación a su tasa objetivo del 2% (Gráfico 2). Pero llama la atención en sus minutas y declaraciones, por un lado, que están preocupados porque la inflación no baja en la forma esperada y deseada sino más bien, como en el caso de la inflación subyacente que excluye los precios de los combustibles y bienes de consumo, se mantiene persistente, es decir que no obedece todavía a los mandatos o señales de la tasa de interés.

Gráfico 2: Efectos del alza de las Tasas de Interés

Fuente: Elaboración propia.
Nota: PCEI: Índice de Precios del Gasto de Consumo Personal.

Así, el dato tan ansiado en EEUU de la inflación en mayo no fue como el esperado y proyectado puesto que registró una tasa del 4,9%, a doce meses en abril, apenas más baja que el 5,0% a marzo, pero con una tasa de la inflación subyacente del 5,5%, sólo un poquito más baja que la del 5,6% registrada en marzo, contando así dos meses consecutivos en que la inflación subyacente es mucho más alta que la general. La guirnalda o la fresa de la torta  lo pone el indicador de la Universidad de Michigan para las expectativas de inflación a cinco años en los EEUU, el cual aumentó desde 3% en el mes anterior a 3.2% en mayo de 2023, el nivel más alto desde marzo de 2011. United States Michigan 5-Year Inflation Expectations – April 2023 Data (tradingeconomics.com

La desaceleración del ritmo de la actividad económica tampoco fue la esperada ni deseada, puesto que el PIB registró en el primer trimestre una tasa de crecimiento 1,1%, superior al 0,3% de la Unión Europea, mientras que la tasa de desempleo bajó por dos meses consecutivos a 3,4% uno de los niveles más bajos en muchos años y que podría considerarse como de pleno empleo.

El evento no deseado ni esperado fue la crisis regional en los bancos pequeños y medianos que empezó en marzo con el colapso del Silicon Valley Bank, siguiéndole el Signature Bank y al último (aunque no se sabe si realmente será el último) el First Republic Bank que fue adquirido el 1 de mayo por el JPMorgan. Tampoco fue previsible que los bancos más grandes se estén fortaleciendo, mientras cada vez es más difícil para los bancos más pequeños hacer negocios.

Según Greg Becker, ex CEO del SVB, fueron dos factores los que incidieron en su quiebra. Por un lado “El mensaje de la Reserva Federal era que las tasas de interés se mantendrían bajas y que la inflación que estaba empezando a burbujear sería solo ‘transitoria”. SVB trabajaba principalmente con startups tecnológicas, y priorizó en invertir en bonos a largo plazo que perdieron valor a medida que aumentaban las tasas de interés en EE.UU lo que aumentó su vulnerabilidad frente a una corrida de depósitos.

Por otro lado, los medios de comunicación compararon el SVB con el Silvergate Bank, un banco centrado en las criptomonedas que después de un año tumultuoso fue liquidado justo antes de la intervención del SVB.   Estas comparaciones y similitudes “hicieron que los rumores y las ideas erróneas se extendieran rápidamente por Internet, lo que provocó el inicio de lo que se convertiría en una corrida bancaria sin precedentes”.   

Son muy interesantes estas lecciones que se desprenden de  los propios actores del drama de la crisis bancaria regional que aún no está resuelta en EEUU.  Se puede tomar como una evidencia anecdótica, definida en Wikipedia como «Las observaciones o indicaciones informales que no han pasado por un análisis riguroso o científico«, una información transmitida boca a boca, aunque está registrada en las declaraciones del CEO.

El dato observado es la mala señalización del Fed cuando empezó el brote inflacionario, que entendió como algo transitorio a principios de 2021 y ya suma 26 meses. Los manuales de economía y de las metas de inflación dictaminan que las señales de los bancos centrales deben ser sobre todo creíbles y confiables. Los agentes económicos esperan estas señales, aunque pueden tener sus propias expectativas y, sobre todo, la consistencia en el tiempo de la política monetaria.

El dato observado es la mala señalización del Fed cuando empezó el brote inflacionario, que entendió como algo transitorio a principios de 2021 y ya suma 26 meses.

El problema que surge actualmente es que después de haber señalizado en forma sostenida las nueve alzas consecutivas de las tasas de interés, la información en los medios de comunicación es que “Los responsables de la Reserva Federal están cada vez más divididos sobre si subir las tasas de interés en su reunión del mes que viene o hacer una pausa en su campaña de endurecimiento del créditoLa Fed analiza no subir las tasas en junio, ¿pero será una pausa o un salto? (bloomberglinea.com)

La noticia preocupa puesto que las señales de nuevo parecen no estar claras y en un contexto de fuertes perturbaciones económicas no contribuyen ni a la estabilidad de precios ni financiera. Indudablemente son los datos observados los que influyen en la toma de decisiones pero, salvo un acontecimiento no previsible, es muy difícil que cambie rápidamente la persistencia de la inflación subyacente y lo que sí podría darse  es la desaceleración de la actividad económica y aparecer nuevos bancos en problemas.  Así, lo que podrían hacer, por ejemplo, los bancos centrales como la Fed, es reflexionar sobre la receta del 2% como meta de inflación a la que hay que llegar cuanto antes mejor y a toda costa y costo.  Según Bloomberg un número creciente de gestores de activos de Wall Street afirman que se trata de una quimera.

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