La teoría del “cisne negro» fue desarrollada por el profesor, escritor y exoperador de bolsa libanés-estadounidense Nassim Taleb en 2007. Está integrada por distintos componentes porque trata de sucesos atípicos que se encuentran fuera del ámbito de las expectativas habituales. Nada en el pasado puede apuntar de manera convincente a su posibilidad y a pesar de su estatus atípico, la naturaleza humana inventa explicaciones para que el hecho se haga explicable y predecible.
Taleb asocia este fenómeno especialmente a la economía, pero se puede aplicar a cualquier área. Las consecuencias suelen ser muy buenas o catastróficas por lo que es importante asumir que la aparición de un evento «cisne negro» es posible, entonces tenemos que estar preparados. En definitiva, el «cisne negro» es algo impredecible y muy extraño, pero no imposible. Ejemplos en la historia pueden ser el surgimiento de internet, la crisis financiera de 2008, el atentado de las Torres Gemelas en Nueva York o el Covid 19, por mencionar algunos eventos mundiales importantes.
¿Por qué se llama teoría del “cisne negro”? Esta es la parte bonita o romántica de la historia: se llama así porque a finales del siglo XVII, barcos europeos se lanzaron a la aventura de explorar Australia. En 1697, mientras navegaba por las aguas de un río desconocido del suroeste de Australia Occidental, el capitán holandés Willem de Vlamingh descubrió varios cisnes negros, siendo posiblemente el primer europeo en observarlos. Se trató de un hecho inesperado, novedoso y sorpresivo. Hasta ese momento los europeos y la ciencia sólo habían registrado la existencia de cisnes blancos en el mundo.
Científicos y economistas han descubierto que esta teoría se puede aplicar con éxito en modelos económicos y medioambientales con fenómenos que se aplican a comportamientos extremos y a corto plazo. En el caso del medio ambiente se estudian las fluctuaciones del clima y en la economía se estudian los movimientos del mercado. Como lo mío no tiene nada que ver con eso, lo apliqué a la literatura, y de acuerdo a lo establecido en la teoría de Taleb, me aparecen los siguientes ejemplos de novelas que, si bien son reflexiones personales, algo tienen que ver con el fenómeno del “cisne negro”:
– “El Quijote de la Mancha”, publicado en dos partes en 1605 y en 1615 por Miguel de Cervantes, es un pilar fundamental de la literatura española y mundial que ha tenido numerosas interpretaciones a lo largo de la historia.
– “Frankestein”, de Mary Shelley. Publicado en Inglaterra en 1818, es uno de los primeros ejemplos de ciencia ficción que ha tenido un impacto duradero en la cultura popular por la forma en que se piensa en la ciencia y la ética.
-En Estados Unidos “El guardián entre el centeno” (1951), de J. D. Salinger, tuvo un efecto inesperado en la juventud y en la cultura popular, convirtiéndose en un símbolo de la adolescencia y rebeldía.
-En Latinoamérica, en específico en Colombia, “Cien años de soledad” (1967), de Gabriel García Márquez, se circunscribe en el mundo literario como una obra que consolidó el realismo mágico como género y tuvo un impacto inesperado en la literatura mundial.
-En Chile “El obsceno pájaro de la noche” (1970), de José Donoso, podría ser también un ejemplo de cisne negro porque irrumpió en el ambiente literario, abordando temas como la locura, la soledad, la identidad y la decadencia de la aristocracia chilena. Marca un quiebre en la literatura latinoamericana de ese entonces, debido a su complejidad narrativa, estilo innovador y profunda exploración de la psicología de los personajes.
Son muchos los casos, se podrían escribir páginas y páginas sobre ejemplos literarios. Llegué hasta la década del 70 del Siglo XX de manera arbitraria y personal, básicamente para marcar, a grandes rasgos, el fenómeno del boom latinoamericano con lo que vino después. Hacia adelante y hasta ahora existen, obviamente, numerosos ejemplos de “cisnes negros”. Les invito a pensar y a buscar referentes vinculados a literatura y al fenómeno de Taleb. Se pueden encontrar interesantes sorpresas.