De nuevo las camelias rojas. Marchas por los derechos democráticos y contra el cáncer dictatorial venezolano. Por los derechos de los pacientes con cáncer, chilenos. No a la corrupción desatada. (No tiene marchas en Chile). En medio de Amor, y el amor, la policía ideológica política y del género, grita y cancela impasible. Derechos humanos hackeados. Un viso y aviso de un derrumbe colosal en medio de los crímenes diarios.
¡Alerta! Los cerebros “hackeados” votan. Los muertos, no. Pirateados por la información de las redes sociales. Venden políticos e ideologías. Un mercado opaco des -regulado. Y en el país del consumo desmedido, compramos y compramos. Total, “Dios no murió. Se transformó en dinero”. El capitalismo, visto como religión. Feroz, implacable e irracional. “Sin redención ni tregua”. Liturgia del trabajo- consumo. Se “comulga” con dinero. ¡Vamos a esa misa!
Esclavos del sometimiento. Lo peor, es que “nos vemos libres y nos sometemos hasta el colapso”. Explotados por las ideologías débiles. Ahora identitarias. Solo una seducción vacía. Una “democracia del espectador”. Espectáculo y farándula. “Las personas más fáciles de manipular, serán las que creen en el libre albedrío”. “Tener fe (ingenua) en él, es peligroso”. La libertad y el individuo se vacían de sentido a pasos agigantados. Política sólo unida por “la relación de competencia”. Descarnada. Mercancía política en escaparates del mercado. A crédito. Con tasas de interés muy altas. Otras bajísimas.
La exposición hasta el exceso, en los medios, llega a ser pornográfica. Las redes devoran de inmediato. Imperativos de transparencia sólo para desenmascarar o escandalizar. Manejo comunicacional vulgar y descreído. Espectadores pasivos y crédulos. No son ciudadanos. No hay crítica reflexiva. No hay esfera pública. Sólo intimidad y vida privada hecha pública. Reality de la intrascendencia. Realidad virtual. La verdad cede ante la apariencia y la imagen. Sólo exhibición. Solo saber sin conocer. Un caos cognitivo de una mente fragmentada. Droga “zombi” digital.
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Adicción. Actividad cerebral descoordinada y fragmentada. Alteración mental. Redes cerebrales “des orquestadas”. “Generación dopaminérgica” que huye del dolor. Solo placer del momento. Drogas químicas y conductuales. El dinero como adicción cognitiva. Dopaminérgico. Sexo adictivo. Abuso y poder mágico sobre la realidad. Solo evasión y un simulacro depredador de la realidad. Aburrimiento y agobio vital. Evasión corporal material en un mercado de lo espiritual. El amor se vende viralizado en la “generación ansiosa”. Deseo de trascendencia abortado.
País colonizado por Xenomorfos. Alienígenas ciegos y casi indestructibles venidos del horrible espacio vacío. “Donde nadie te escucha”. Ya son parte de nosotros. Un “parasitoide” orgánico sintético de color negro con una boca monstruosa. Se reproducen dentro de las personas para destruirlas después que nacen sus descendientes. Su sangre es un poderoso ácido que disuelve todo lo que toca. El otro ser vivo sólo es un medio de supervivencia para él mismo. Una máquina de conquista y poder. Sólo guerra y muerte. La bestia. La creamos nosotros. Nuestra parte oscura deshumanizadora. Donde el otro no existe.
Ideas y citas de entrevistas a Harari, Chul-Han, Agamben, y de todas las películas sobre Alien, (especialmente la primera), incluyendo la última, “Alien; Romulus”.