Frente a la realidad capitalista neoliberal egoísta, la resistencia se vuelve impotente y desesperanzada. Tan inevitables como la pobreza y la violencia. Incapaz de luchar contra ellas. El gobierno tampoco (por ahora).
“Más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”, dijo Frederic Jameson. Tenía razón…al parecer.
¿Qué parece y no perece? El arte y la belleza.
Ya no hay camelias rojas. Solo labios pintados.
Septiembre, y ahora octubre. Han sido meses de realidades crueles. “Engendran lilas de la tierra muerta, mezcla recuerdo y deseo (…). Una época de “Tierra Yerma” política. Crisis y catástrofes. Las viejas ideas mueren y las elites tiemblan. Las nuevas y las antiguas. La ciudadanía se ahoga en la desesperanza y la frustración.
Cadáveres políticos comenzaron a brotar y florecen podridos este año. Los plantamos nosotros en el jardín. Los jóvenes políticos renuncian al aporte de lo nuevo. El gobierno bajo rendición ¿total? Sólo seis meses de conducción y ya capitula frente a la economía y la violencia. Parece no haber alternativa frente al mundo conservador y el pánico frente a lo nuevo.
El dios Pan vaga por las calles con anteojos oscuros.
“¿No han escuchado hablar a ese loco que encendió la linterna de celular en pleno día?” que corrió hacia el pueblo gritando sin cesar: – ¡Busco al revolucionario que quiere acabar con el “realismo capitalista”! ¡Prometió terminar con el “capitalismo egoísta”! ¿Se ha escondido como un niño pequeño? ¿Tiene miedo de nosotros el pueblo, la ciudadanía? ¡Busco al dios de las transformaciones y lo absoluto! ¿Dónde está? Y el loco exclamó: Se los diré. Lo hemos matado. Ustedes y yo. La pureza ideológica identitaria. Los policías de la “nueva” moral ¡Todos somos sus asesinos! Ha muerto (el mal) en el mall material. Alabado sea el consumo. Somos elites conservadoras, elites de izquierdas. Populistas de izquierdas y derechas. Fascistas de izquierda y de derecha. Micro nano fascistas. Caminantes nocturnos. Consumidores zombis.
El realismo capitalismo “subsume todas las historias previas”. La modificación del presente altera el pasado. El futuro altera el presente. Esterilidad política y la muerte de lo social. Aceptación “realista” del realismo capitalista realizado. Sólo comprar los productos correctos. El consumo nos desgarra consumidos. (Como en una picadora de carne).
¿“Individuos compasivos y solidarios pueden terminar con la pobreza”? ¿El crecimiento y la inversión terminarán con los campamentos? ¿Sin una politización de la economía o una “reorganización sistémica”? Eso es sólo conversar y tomarse de las manos. Impotencia reflexiva y del hacer sólo pragmático. Las cosas andan mal, pero ¿no podemos hacer nada? Parálisis por el “shock de lo nuevo”. Esterilidad creativa.
Según Mark Fisher “El realismo capitalista es más parecido a una atmósfera que condiciona no sólo la producción de cultura, sino también la regulación del trabajo y la educación, y que actúa como una barrera invisible que impide el pensamiento y la acción genuina”.
Según Guattari opera “en el corazón de la subjetividad humana, no únicamente en el seno de sus memorias, sino también de su sensibilidad, de sus afectos y sus fantasías inconscientes”. Hoy alcanzó el corazón de la Moneda y del poder legislativo. Política baldía. Políticos yermos. Moneda realista constitucional legislativa.
¿No hay nada más que hacer? Sólo la revolución democrática social y pacífica.
Que la maldición se transforme en bendición y la bendición en maldición.
Llamen al loco con su farol celular.
Sociedad muerta ¡” La vida se niega a dejarse embalsamar”!
Que el presidente poeta y sus discípulos del gobierno lean a T. S Elliot en su “Tierra Yerma” y a Mark Fisher con su “Realismo Capitalista”, en compañía de Zaratustra y algo de la Biblia. (Y alojen en un campamento).
Que Dios nos acompañe.
Shantih Shantih Shantih