El libro de Sergio Araya da a conocer, a través de diálogos con algunos de sus protagonistas, el panorama de los procesos de grabación en Chile desde los años sesenta hasta los inicios del nuevo milenio. Productores, músicos y técnicos revelan con pasión su interés por un arte que transformó para siempre sus vidas.
A través de catorce entrevistas, productores, músicos y técnicos de grabación cuentan sus experiencias en la industria discográfica nacional en un período que abarca desde los años 60 hasta los inicios del nuevo milenio. El autor, Sergio Araya, es licenciado en en Teoría e Historia del Arte y Magister en Musicología Latinoamericana. Desde 2017 forma parte del Grupo de Investigación sobre Música Grabada (España), y de IASPM – AL (rama latinoamericana de la International Association for the Study of Popular Music), antecedentes más que suficientes para que, a través de sus entrevistas, vaya contando una parte importante de la historia de la música popular en Chile.
Es así como Domingo Vial, Viviana Larrea, Roberto Zúñiga, Raúl “Conejo” Morales, Guillermo Rifo, Horacio Saavedra y Fernando Ubiergo, por mencionar solo algunos, desfilan en el libro conversando extendidamente con Araya sobre los procesos de grabación de los que formaron parte desde los años 60 hasta comienzos del 2000. Llama la atención la familiaridad con que los entrevistados abordan las preguntas de Araya a quien, se nota, todos conocen y con quien mantienen cierta cercanía. De esta manera, la mayoría de ellos le revela al entrevistador anécdotas que van más allá de los aspectos técnicos de una grabación. Se nota la pasión de todos por la música popular, por la producción musical como una alternativa de vida, el objetivo final, el fin que muchas veces justifica los medios. Frente a la precariedad sobresale siempre el ingenio. Uno de los entrevistados, por ejemplo, cuenta que Carlos Corales, destacado músico chileno, tuvo su primera guitarra eléctrica confeccionada con el larguero de un somier porque, en ese entonces, era la única alternativa existente. También destaca en el libro la conversación de Araya con el músico y productor Domingo Vial sobre la grabación del disco “Gatti en vivo”, en 1985, con la presentación de Eduardo Gatti en el Teatro Marconi, después llamado Providencia (actualmente Teatro Nescafé de las Artes). Un evento de gran calidad musical al que tuve la suerte de asistir acompañado de mi familia. En mi casa escuchábamos, cada vez que podíamos, el cassette de esta presentación en un minicomponente. Eran otros tiempos, otras búsquedas y sensaciones.
Araya, amante de las grabaciones en vivo por la complejidad que radica en ellas, recalca en sus entrevistas con Horacio Saavedra, Guillermo Rifo y Fernando Mateo la grabación del show “Buddy Richard en el Astor”, donde en 1969 un joven cantante, sin demasiado repertorio propio, triunfó en el teatro santiaguino con covers y grandes músicos dirigidos por Saavedra. De acuerdo a este último director de orquesta y arreglador musical, la clave del éxito estuvo en la calidad demostrada por los participantes “Es básico el talento musical, porque es la única actividad artística que, aunque tú estudies toda la vida, si no tienes talento musical (…) Por ejemplo, si quieres ser pintor vas a estudiar y puedes llegar a pintar bien, pero en la música si no tienes oído estás sonado”, señala el director de orquesta en una de las conversaciones del libro.
La obra cierra con una impactante entrevista al cantautor Fernando Ubiergo, donde él se explaya sobre la grabación de “Ubiergo en vivo”, en 1978, un disco polémico que incluso fue censurado por la dictadura porque contaba con canciones como “El cautivo de Til Til”, de Patricio Manns, artista prohibido en Chile en ese entonces. Ubiergo le confiesa a Araya haber sido acosado y perseguido por este hecho, a pesar de no militar en ningún partido político.
Con todos sus testimonios “Chile sin ecualizar” se convierte en una publicación obligada para ingenieros de sonido, técnicos, productores, músicos y personas en general interesadas en conocer un poco más de la historia de la música popular chilena. Araya, ante la falta de archivos, obtuvo la información de primera fuente, mostrando lo que se esconde detrás del brillo y la parafernalia musical. Este libro es quizás el primer paso de varios que el autor pretende dar. “Son muchas las voces que ameritan ser escuchadas y estaré feliz de continuar siendo el depositario de aquellos testimonios y ayudar a construir una suerte de posta que alguien más -en algún momento- deberá tomar para continuar en carrera. Nuestra MPC -Música Popular Chilena- se lo merece”, señala Sergio Araya en el prólogo de su obra.
El libro se puede encontrar en: https://www.arayaalfaro.art/