¡Felicitaciones al nuevo presidente Gabriel Boric! Ganó como un héroe postmoderno producto de la historia y su historia, pero no prisionero de ella en su avance hacia la novedad creadora. Hijo de mil batallas por la justicia social. Hijo de los territorios reales y simbólicos. De la lucha callejera. De la madre tierra. Del padre y la mujer guerrera. De los mil sueños y las mil caras esperanzadas. Del pueblo ciudadano. De los anhelos en su séquito silencioso. De una revolución pacífica democrática que avanza incontenible. Hijo del espíritu joven de los nuevos tiempos. Hijo de la pasión y los sueños hechos realidad. Necesitamos de los nuevos liderazgos revolucionarios desde el pueblo, con el pueblo y para el pueblo.
“Encarna las demandas de las marchas del 2011, de las feministas, de los pensionados, de los defensores del medio ambiente. Reúne el 18-0, el 25-0, y el 15-N. En suma, es la expresión de una ola que tiene raíces profundas y ramificaciones variadas; y las olas son a la larga-aunque por momento se olvide- más poderosos que las resacas” (Eugenio Tironi)

La secretaria general de la UDI se pregunta “¿por qué la clase media, el voto femenino, (y el de los jóvenes) se fueron con Boric en los grandes centros urbanos”? La respuesta parece fácil. Quienes perdieron viven prisioneros de la historia y con liderazgos de tiempos que ya no son ni fueron.
Decidores son los gestos iniciales -que pueden parecer pequeños-, del presidente y las respuestas de las personas que lo admiran. No pretende cambiarse de donde vive. (Varios guiños a José Mujica). Valora fuertemente a la familia y a su pareja, respetando y amándolas en sus diferencias y libertades. Saludó de mano a los carabineros que resguardan la Moneda. Se acercó amablemente a saludar fuera de protocolo a niños y personas que querían entregarle algún obsequio, hacerle ver su alegría y o sacarse con él una selfie. En algún momento, declaró que terminaría su presidencia con menos con que lo que llegó. A pesar de declararse no creyente, recuerda la llegada del Papa Francisco. Un héroe de nuestro tiempo que lucha por cambiar la iglesia. Lucha por los pobres, los marginados y los “descartados”. También son los motivos de luchas del nuevo presidente de todos y todas las personas de este país. Además, quien ama, camina con Dios. (Y en mi caso, de la mano con el Cristo revolucionario).
Estos tiempos de fuertes cambios, necesitan héroes que no sean sólo cantantes, futbolistas, empresarios millonarios e innovadores tecnológicos geniales. Héroes revolucionarios humanistas. Profesores de humanidades. Líderes espirituales.

Personas que no entiendan al ser humano como un yo, sino como nosotros. Que no entiendan al otro como objeto económico.
“Pues ninguno de los ideales o instituciones temporales de ninguna “tribu” raza, continente, clase social o siglo puede ser la medida de la divina existencia inagotable y maravillosamente multifacética que es la vida de todos nosotros.
El héroe moderno, (…) que se atreve a escuchar la llamada y la mansión de esa presencia con la cual ha de reconciliarse todo nuestro destino, no puede y no debe esperar a que su comunidad renuncie a su lastre de orgullo, de temores, de avaricia racionalizada y de malentendidos santificados. “Vive-dice Nietzsche- como si el día hubiera llegado”. No es (sólo) la sociedad la que habrá de guiar y salvar al héroe creador, sino todo lo contrario. Y así cada uno de nosotros comparte la prueba suprema- lleva la cruz del “redentor”-; no en los grandes momentos de las grandes victorias de su tribu (el nuevo pueblo ciudadano), sino en los silencios de la desesperación personal (y de quienes lo acompañan)”. (Joseph Campbell)
“Es el camino del héroe de las mil caras”. De los héroes y heroínas de las mil caras.
Del nuevo presidente Gabriel Boric.
Del nuevo pueblo ciudadano.
¡Llegó la hora! “Que ya “el mar es el cielo y la noche la mañana”.
Llegó por fin, la hora de la verdad.
De dejar que lo nuevo y el aire fresco entren por puertas y ventanas.
De caminar por las anchas calles de la libertad.