Fuga de una época ( o un nuevo horizonte) Por Sergio Canals L.

por La Nueva Mirada

“Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”, solía decir Desmond Tutu, el arzobispo emérito sudafricano recién fallecido, premio Nóbel de la Paz.

 La aventura continúa. En este nuevo humanismo, radica la potencia y la libertad del ser humano. “La modernidad de cualquier tiempo histórico consiste en su capacidad de fugarse de su época”. Ir, en este caso, más allá de lo neoliberal.

“Otros caminaban junto a mí, amigos, hermanos y amores”. Es “el (nuevo) príncipe colectivo, el pueblo (ciudadano) que se constituyó como voluntad de un nuevo proyecto histórico”.

¿Se terminaron acaso los eventos extraordinarios? ¿La creación colectiva? ¿Desapareció lo líquido? ¿Apareció la “vuelta a la “normalidad” de lo sólido?

¿Se avecina la ruptura de sentido que acontece después de una gran victoria?

La revolución continúa.

Se trata (en este momento) de crear una nueva capacidad de mando a partir de lo inestable. O mejor, de una incitación a forjar un pensamiento   en el cual la forma política, no parta de un Estado con la preeminencia del mercado como su dispositivo central”.

¿Como llevar las micropolíticas de subjetivación de mercado hacia las de socialización y bienestar social?

¿Cómo mantener la “era de la fluidez”? ¿Cómo mantener una “orden de yuxtaposición entre dinámicas de orden y revuelta”?

La carga perturbadora entre la ruptura y lo nuevo no se deja reducir a los esquemas entre la ruptura y lo nuevo”.

Necesitamos pensar lo disruptivo y habitar lo discontinuo creativo.

Cuidado con “la desvalorización de las redes que se constituyeron en este protagonismo de cambio colectivo”. Cuidado con el abandono de la historia, de sus muertos y los heridos que aún agonizan.

El capitalismo es un mal necesario…Pero genera una cultura del sometimiento”, dice lucidamente José Mujica.  “El crecimiento económico (…) funciona como sinónimo eufemístico de reforzamiento del mando del capital sobre la sociedad. Se pierde la potencia epistemológica y política, y es recuperada -al menos parcialmente-, para relegitimar el modo de acumulación capitalista. Despoja a la revolución en curso, de su potencial cuestionador”. Y nace la búsqueda de normalidad. El deseo “de un país normal”. El cansancio de imaginar nuevas instituciones. Nuevas realidades.

Es necesario mantener las envolturas místicas, del liderazgo y la participación social. No permitir la decepción narrativa causada por el desfondamiento de los flujos persistentes del orden en el des orden. De los campos de vectores, flujos e intensidades, que dan “espesura o relieves a lenguajes, cuerpos y nuevos territorios”. Desterritorialización y territorialización continuas. Revoluciones moleculares.

Pregunta.

¿De dónde extrae su fuerza, el fenómeno neoliberal?

 Se despliega como “un modo de dominio fundado en una falsa “libertad” (esto es, en el libre cálculo individual de costos y beneficios, la libertad para consumir (personas) cosas e ideas)”. Su fuerza estriba en el aumento del consumo. Del valor como principal poder de subjetivación, ligado al deseo individual.

La disputa se dará hoy en la lucha micropolítica. Es necesario “relanzar lo político en una nueva centralidad en lo erótico, lo sensual y lo sensible”. En la necesidad de escapar al poder de mando cada vez más intolerante del capital. En la necesidad inclusión de las subjetividades y las fuerzas de la rebelión contra este dominio deshumanizador.

Cuando el pueblo ciudadano no lucha, el pueblo no piensa. Si el pueblo no siente, el pueblo ciudadano no lucha.

La lucha se da en la política, la cultura y el lenguaje. En una olla común. En la ayuda solidaria al que no tiene. En la educación y salud dignas y justas. En las pensiones dignas y justas. En las condiciones de vida dignas y justas. En generar los hechos y condiciones para modificar todo tipo de violencias. En los símbolos, el cuerpo y lo sensible. En un abrazo amoroso. En la lucha por la paz.

Es necesario que esta “ofensiva sensible” y revolucionaria, no termine en una realidad (muy) oscura.

En sólo una “soft revolution”.

En un producto de mercado.

Poeta Cees Nooteboom

En el camino más largo, el camino que lleva a ninguna parte”.

“En sonidos de aire”.

Las condiciones está dadas para que no sea de esta manera.

Feliz Año Nuevo y Salud por el Futuro que construimos.

(*) (Ideas y textos en comillas, “cedidos” por Diego Sztulwark, “La ofensiva sensible”), del ex ´presidente, José Mujica, y el poeta Cees Nooteboom)

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