Si alguien tenía dudas de la bronca acumulada por el alcalde Daniel Jadue contra el nuevo gobierno, en su reciente paseo por Venezuela terminó de aclararlas. Y con llapa incluída para sus camaradas de partido.
Que no le gustó perder la primaria que imaginó carrera corrida ya es cuento viejo. Desde la instalación del gobierno de Boric viene aumentando su disgusto y el militante palestino no está acostumbrado a morderse la lengua y sobran pruebas al canto.
Sus dardos favoritos han apuntado contra quienes considera intrusos, incorporados como contrabando al gabinete del adolescente mandatario – así lo considera en su intimidad – con especial malestar por el rol decisivo que ha comenzado a jugar el titular de la Hacienda pública, Mario Marcel, un infiltrado del viejo orden monetarista y coludido con los neoliberales, a su siempre modesto y humilde parecer.
La híbrida solución del gobierno para resistir las múltiples presiones para un quinto (sí, sabemos que es un cuarto…) retiro de fondos previsionales multiplicó su bríos para la descalificación absoluta de la gestion de Marcel. Que el titular de Hacienda no pise el palito de responderle solo incrementa la bronca del alcalde.
Esperable todo aquello, no debería sorprender ni escandalizar tanto. Claro que esta vez acentuó su puntería para sacar ronchas dentro de su propio partido. No solo por el rol protagónico de la vocera de gobierno y de la diputada Cariola – jóvenes y empoderadas camaradas comunistas – en la solución elaborada para limitar el polémico quinto retiro en sus efectos inflacionarios. Además enfatizó, en presencia del mismísimo Maduro, sus elogios a un regimen que buena parte de sus camaradas en discordia han criticado por las mismas violaciones a los derechos humanos que Jadue se encargó de negar, contrastándolo con la realidad chilena y las deudas pendientes en la polémica materia.
Así Jadue marcó territorio y fuerte. Quizás oportuno mencionarlo en víspera de semana santa, dejando otra espina clavada en el otrora disciplinado comunismo chileno.
Maduro quedó feliz. Nunca esperó tanto de aquella visita. Jadue sabe provocar. Más y nuevas pruebas al canto…
