El Directorio de Codelco se atrevió. El presidente y el gobierno se atrevieron. ¡Por fin! Decretaron el cierre de la Fundición de Ventanas de forma progresiva durante 5 años, comprometiéndose a que nadie (incluyendo a contratistas) perdería su contrato en la empresa. La huelga, ya anunciada por el presidente sindical de todas las divisiones, comienza esta semana con los primeros turnos, salvo que el gobierno y el directorio, “hagan un gesto” con los trabajadores.
Los análisis técnico-ambientales mostraban hace décadas que la actual planta, salvo una inversión sobre mil millones de dólares, no era capaz de llegar a los indicadores exigidos por los estándares internacionales de sobre un 99% de eliminación de contaminantes, especialmente en una zona saturada (con 20 empresas potencialmente contaminadoras) y daños ambientales evidentes sobre personas, naturaleza y trabajos relacionados. Lo anterior agravado por el hecho de que esta planta, desde hace mucho tiempo sumaba millones de dólares de pérdida.
Aplaudieron ambientalistas, madres y familias afectadas. Todos quienes no trabajan ni tienen relación directa con esta actividad productiva.
Dirigentes sindicales de la fundición, trabajadores y sus familiares se apresuraron a declarar: “Nos quitan lo que es nuestro y lo vamos a defender (…) el presidente del país y del directorio nos traicionaron (…) habían comprometido una inversión de cincuenta millones de dólares que solucionaría el problema”. Los especialistas aclararon que no era cierto, ya que esta inversión para adecuarse sólo a los laxos estándares nacionales no garantizaría que no hubiese nuevas crisis de eventos ambientales.
Reclamaron: “No hemos sido consultados, y aunque nos duela, -porque queremos a nuestra empresa-, ya acordada por todos no nos queda más que ir a una huelga general, aunque se inicie en paralelo una mesa de negociación con el directorio”.
A la par, el gobierno advierte que quizás fue algo apresurada la determinación del directorio (¿solamente?), por no considerar, por ejemplo, los impactos de género sobre las madres trabajadoras y en las actividades locales indirectas.
Los trabajadores de la empresa pública mejor pagados de Chile, con bonos millonarios por cese de conflictos, a huelga en un gallito con casi todo Chile. Porque la empresa es del país, del estado. Con sus ganancias e impuestos ayuda a los pobres. A los más necesitados.
Lo que es bueno para el país económica y ambientalmente, es bueno para Codelco, y no al revés.
“Lo que pasa es que se afectan sus intereses económicos laborales (legítimos). En defensa de sus intereses, son capaces de cualquier cosa, incluyendo el daño ambiental y el perjuicio para el país. Además, tienen la habilidad de “vender” su punto de vista como defensa de Codelco contra la privatización…y la gente les cree. Yo ya no les creo.” (Ex director de Codelco).
En estos conflictos el gobierno parece desconocer las dinámicas de poder y cultura sindical de Codelco. Espero que el presidente del directorio no las haya olvidado. El gobierno y Codelco atrapados. Ya no hay vuelta atrás, salvo que algún líder renuncie, (me refiero en Codelco). Y eso ya no es posible. Salvo que el senado impida la ley necesaria para llevar a cabo el cierre de una vieja fundición, lo que sólo cuesta quinientos millones de dólares.
En estas situaciones, donde habitan “realidades fugaces, movedizas, desconcertantes y ambiguas que no se prestan a la medida rigurosa, el cálculo exacto o al razonamiento riguroso, ojalá los líderes se comporten con la astucia del zorro”. Un modo de conocer, una “artimaña de la inteligencia, de pensamiento e intelectualidad donde se combina el olfato, la sagacidad, la previsión, la flexibilidad del espíritu, y la simulación, la capacidad para zafarse de los problemas con (…) el sentido de la oportunidad (…) capacidad de cambio, reinvención y flexibilidad”. Pero sin perder a la vez, la forma del “erizo”.

“¿Qué puede ser más poderosos que combinar (en una “concordancia fundamental”), la virtud de un objetivo claro que se busca con afán de forma inexorable (la manera del erizo), y la flexibilidad de una amplia gama de estrategias hábiles y distintas para llegar al lugar señalado… (la manera del zorro)?” (Gould).
Se necesita para mantener la decisión tomada, mucho coraje, firmeza, poder y habilidad de negociación bajo la luz del bien común, (sin repetir los inmensos daños para la región, las personas con sus familias y trabajos como los del cierre de las minas de carbón, ¿vistos finalmente como sólo “efectos colaterales”?)
Recordemos que siempre se está escribiendo el relato político de la historia.