Columna de Luis Breull . Televisión 2021

por La Nueva Mirada

Pandemia mediante y casi entrando al último mes del año ya es posible proyectar lo que se viene en la industria televisiva para la próxima temporada. Se sincerará el real escenario de pauperización en los ingresos y precarización laboral, donde las expectativas en torno a este negocio de infoentretención terminará de decantar su ajuste propietarios y de costos, contratos de rostros y talentos más caros; las últimas piezas por calzar.

Se sincerará el real escenario de pauperización en los ingresos y precarización laboral

Actores que entran y salen

La primera pincelada al 2021 será en torno al inicio de la transición de propiedad de Chilevisión, hoy en manos de Warner Media (dueña de CNN Chile y del CDF, el Canal del Fútbol) para pasar a formar parte de Viacom CBS (conglomerado que entre otras cadenas maneja MTV y Nickelodeon en la TV de pago y Telefé en Argentina). Un proceso que puede replicar la fórmula aplicada allende Los Andes, donde para potenciar su eficacia publicitaria, Telefé se asoció en la venta de avisaje junto al Canal 9, de propiedad de Ángel González, el mismo empresario mexicano/guatemalteco que es dueño de La Red en nuestro territorio, señal con la que CHV podría sostener una alianza similar, junto con ocupar parte de las instalaciones de esta estación en calle Quilín, en la comuna de Macul.

La venta de CHV –que por estos días se está sellando en Estados Unidos- se da en un marco paradójico de un canal en alza y consolidación en el segundo lugar de audiencias anuales (78 puntos de rating promedio hogares enero-noviembre), pero que no tiene un correlato directo en ventas publicitarias. De hecho, fue el más deficitario en el primer semestre, con más de 7 mil millones de pesos de pérdidas financieras. Esto obligó, como otros años, a que WarnerMedia tuviera que realizar dos aportes extraordinarios de capital el 2020 y otros reiterados desde su adquisición el 2010. A sus bajas tarifas publicitarias se suma también que fue el canal más castigado por los avisadores desde que comenzara a desarrollarse el estallido social en octubre 2019.

De hecho, fue el más deficitario en el primer semestre, con más de 7 mil millones de pesos de pérdidas financieras.

el canal más castigado por los avisadores desde que comenzara a desarrollarse el estallido social en octubre 2019.

Una vez sellada esta venta, CHV seguirá ocupando la señal 11.1 del espectro digital, mientras que la 11.2 estará destinada al nuevo canal de televisión de la Universidad de Chile, anunciado recientemente y que desarrollará contenidos culturales, educativos y de promoción de actividades académicas de esa casa de estudios. En tanto, WarnerMedia se abocará a la explotación de sus dos restantes señales –CNN Chile y CDF- en las plataformas de TV de pago y premium. Falta por resolver cómo se desarrollará la disolución de la alianza periodística y de conductores de CHV-CNN Chile, potenciada por la renovación de su agenda ciudadana.

Canal 13, en tanto, ahora con Max Luksic no solo como director ejecutivo sino como dueño -luego que su padre se traspasara por completo la empresa-, deberá afrontar que desde septiembre descendió abruptamente al cuarto lugar de audiencias (5,3 puntos promedio hogar). Esto pese a que el 2020 conseguirá promediar en los 12 meses 6,4 a 6,5 puntos, lo que le permitirá aparecer en el ranking como tercero, pero en franca y sostenida decadencia. A este ritmo de caída, TVN se consolidará como tercero en rating anualizado móvil aproximadamente en abril o mayo próximos. La televisora estatal está asentando su cómodo tercer lugar en este último cuatrimestre con 5,9 a 6,0 puntos promedio.

En una posición algo más compleja que en años anteriores, Mega se enfrenta a iniciar el 2021 como un canal por primera vez deficitario. Sus fuertes pérdidas financieras del primer semestre (-4.400 millones de pesos), que podrían duplicarse a diciembre dejarán al líder de la industria generando ajustes de costo y externalización mayor de servicios para conseguir alinearlos a sus expectativas de ingresos. Se deberán generar sinergias y economías de escala mayores en sus distintas plataformas informativas, así como en la generación de contenidos del área de ficción teleseries.

Mega se enfrenta a iniciar el 2021 como un canal por primera vez deficitario.

Adiós a los rostros

Si hay algo que deja a la industria televisiva a la cabeza de las empresas con mayores índices de desigualdad de ingresos en el país es la vieja creencia de generación de valor proveniente de los rostros conductores de programas y noticiarios. Con ingresos que van desde los 4 a 8 millones de pesos en los canales más pequeños, o de sobre 10 a 15 millones si se trata de rostros consolidados y con contratos de arrastre en canales grandes, este es un mercado absolutamente desalineado del contexto de crisis sostenida que atraviesa el negocio de hacer televisión abierta.

En forma reciente y después de 17 años, Mega acaba de anunciar que Patricia Maldonado no sigue en el matinal Mucho Gusto, donde estaba congelada desde el estallido social, pero se le continuaba pagando sistemáticamente su sueldo. Este caso recuerda a muchos similares que se han dado, sobre todo en contextos de renovación de equipos de programas. Le pasó a Canal 13 a principios de los 2000 con Margot Kahl y con Paulina Nin -levantadas a TVN con abultados sueldos, pero sin proyectos claros de largo aliento- y en forma reciente con Francisca García Huidobro, quien llegó como figura destacada para conducir un estelar con Tonka Tomicic y Raquel Argandoña. El programa fue bajado por razones editoriales, debido a su descalce del estilo de austeridad que se quiso dar a la TV este año de pandemia y crisis económica.

Hasta hace dos o tres años era normal que algunos rostros televisivos pudieran llegar a ganar hasta 30 o 40 millones de pesos mensuales, como los más fuertes de Canal 13 o Chilevisión. O bien que todavía el Grupo Bethia mantenga un contrato con la directora del área dramática de Mega por cerca de 100 mil dólares mensuales, participando de beneficios adicionales por cumplimiento de metas de rating de sus teleseries nacionales. Algo que el 2021 será difícil de sostener.

Hasta hace dos o tres años era normal que algunos rostros televisivos pudieran llegar a ganar hasta 30 o 40 millones de pesos mensuales, como los más fuertes de Canal 13 o Chilevisión.

Por eso, si se repasa rápidamente la estructura televisiva prepandemia a la que se fue consolidando este año y que el próximo será norma, se acabaron los multitudinarios paneles de rostros de matinales. Los conductores ancla no podrán ser más de dos, asistidos por co-conductores satélite para temas específicos y bajo sistemas de contratación distintos y de roles múltiples. Así es como ya no tienen pantalla en la tv local Rafael Araneda, Lucho Jara, Katherine Salosny, Carolina de Moras, Fran García-Huidobro, Ignacio Gutiérrez, Mauricio Jürgensen, Alejandra Valle, Catalina Pulido e Ignacio Franzani, entre otros. Mientras que Pamela Díaz o Jean Phillipe Cretton –por ejemplo, en CHV- se encuentran esperando negociar su término o renovación contractual en diciembre.

Así es como ya no tienen pantalla en la tv local Rafael Araneda, Lucho Jara, Katherine Salosny, Carolina de Moras, Fran García-Huidobro, Ignacio Gutiérrez, Mauricio Jürgensen, Alejandra Valle, Catalina Pulido e Ignacio Franzani, entre otros. Mientras que Pamela Díaz o Jean Phillipe Cretton –por ejemplo, en CHV- se encuentran esperando negociar su término o renovación contractual en diciembre.

Esto obliga al diseño de nuevas estrategias de externalización que el 2021 se harán más fuertes, tanto en la producción de formatos propios en los canales, como el encargo completo de compra de envasados donde las productoras mantengan acuerdos estratégicos en algunos canales. Este es el modelo que explota Canal 13 para sus teleseries con AGTV, la productora de ficción de Pablo Ávila, y Mega con DDrío para sus próximos proyectos. Así también los elencos se volverán más flexibles y fluidos, donde los actores firmarán solo por proyectos específicos y se acabará la exclusividad, salvo excepciones como Álvaro Rudolphy con AGTV.

La ficción serie y la no ficción financiada con fondos de fomento a la calidad del Consejo Nacional de Televisión serán cada vez más disputados por las señales de TV abierta. Todo apoyo financiero a la gestión de pantalla será vital, como este 2020 ha permitido dar cabida a excelentes productos como Mierda, mierda: la función debe continuar, Helga y Flora y Los Carcamales, entre otros.

La ficción serie y la no ficción financiada con fondos de fomento a la calidad del Consejo Nacional de Televisión serán cada vez más disputados por las señales de TV abierta. Todo apoyo financiero a la gestión de pantalla será vital, como este 2020 ha permitido dar cabida a excelentes productos como Mierda, mierda: la función debe continuar, Helga y Flora y Los Carcamales, entre otros.

La próxima temporada televisiva será de aprietes, simplificación aún mayor de ofertas franjeadas y matices con espacios en donde el CNTV puede jugar un rol clave (como lo ha sido también para el canal Educa TV). Será un año de ajuste a la baja en la inversión publicitaria, donde se consolidará que uno de cada dos pesos invertidos en avisaje en medios irá a plataformas digitales y en donde la industria de la TV abierta deberá pensar en factores de diferenciación editorial y programática también para enfrentar el intenso ciclo electoral y de primarias que comienzan este domingo 29 de noviembre y terminan quizá en la primera vuelta del 19 de noviembre del 2021 con las parlamentarias y presidenciales, después de elegir a alcaldes, concejales, gobernadores y constituyentes.

Es de esperar que para entonces el coronavirus sea pasado, vacuna mediante o no.

Es de esperar que para entonces el coronavirus sea pasado, vacuna mediante o no.

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