VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN
“Si me muero, que me muera / con la cabeza muy alta”
“Muerto y mil veces muerto, /la boca contra el cemento, tendré apretados los dientes y decidida la barba”
“Cantando espero la muerte, que hay ruiseñores que cantan/ encima de los fusiles / y en medio de las batallas”.
Ni ciudad Pánico. Ni ciudad Catástrofe.
Ciudad tiempo. Ciudad en guerra. En tiempos de guerra y combates de trinchera. De guerras perdidas. Ciudad del deseo y del dinero. De los deseos perdidos.
“La guerra viral de Santiago”, la perdieron generales y ministros. Sólo fue una guerra virtual. Nunca pudo ser.
“La guerra de Valparaíso”, no la hemos iniciado mientras nunca fue.
Se abren agujeros negros que escupen muertos, llenos de sangre muerta. Muerta y podrida. Muertos en la calle. Muertos en los cuartos. Muertos en la basura. Muertos del cuerpo. Muertos del alma. Muertos sin piel. Muertos sin cuerpo. Muertos sin alma. Potencia de muerte. Acto de muerte. Simulacro de muerte.
“Ri-zombies” desarraigados. Muertos rizomáticos.
Comenzamos “la guerra contra los narcos y la delincuencia”. Guerras perdidas. No hay “guerra contra la pobreza”. “Ni contra la riqueza”. Se perderían muchas vidas ¿Por ambos lados? No creo.
Tenemos un presidente de las “guerras perdidas”. El ministro lee “Las Revoluciones Moleculares”. ¿Serán moléculas virales? El filósofo Deleuze y el psiquiatra Guattari, son los nuevos enemigos ideológicos del capitalismo. No más Marx ni Gramsci.
Sólo “ri-zombies” desarraigados. “Mareantes metafísicos”. Desalmados.
“Tal vez un día el siglo será deleuziano”, dicen que dijo Foucault.
¿Qué mierdas significará? ¿Sólo lleno de fuerzas, flujos, e intensidades?
Negatividad revolucionaria. “Una compleja colección de ensamblajes producidos a través del ininterrumpido proceso de la diferenciación”
Deleuze: revolucionario. “¿Una filosofía de ¿movimientos aberrantes?”.
Guattari: “Revolución Molecular Disipada”.
“Se organiza a través de la acción nómade y sin lugares. Sin jerarquías, líder visible o vocero o vocera. Realizada por moléculas o células dispersas”. Disipadas y no concentradas (cómo las “molares”), no pueden ser identificadas, contenidas, disuadidas por las fuerzas del orden. Se opera de acuerdo a un preciso patrón de acciones”.
“Es un alzamiento revolucionario de Escalamiento, Copamiento y Saturación”. “Un nuevo modelo de revolución horizontal”.
Normalizaciones por “saturación categorial” usando el “lenguaje como primer orden de dominio”. Modifica la subjetivación a través de la liberación del deseo en el inconsciente social colectivo. Por algo Guattari era psicoanalista que renegó con Deleuze de papá Freud y su hijo desheredado Lacan. Se alzaron contra el complejo de Edipo y la “dictadura del significante” ¡Imperdonable!
Después de estos textos antirrevolucionarios bastante degradantes de las ideas de Deleuze y Guattari, veamos algo mínimo del sentido de sus propuestas
Se trata de intervenir los sistemas de signos, “sin quedar prisioneros de las significaciones de poder (del “semiocapitalismo”). (Ese sí es Guattari).
El autor plantea un “nuevo tipo de lucha” y un trabajo “analítico militante a todas las escalas”, respecto a las “políticas del deseo”.
“Se puede pensar que una mega máquina urbana (cómo Nueva York) es incompatible con cualquier agenciamiento liberador del deseo (…) aún ese gigantesco ciclotrón semiótico (a pesar de toda su realidad de desasosiego y soledad, miseria, soledad, riqueza, pobreza, cultura (…) marcan de una u otra forma en cada uno de sus habitantes, producen cierta economía del deseo, inimitable, irreemplazable y sentida como tal por aquellos que están atados a ella como una droga.”
La verdadera lucha y revolución, donde lo personal y lo social van profundamente enlazados “rizomáticamente” (rizoma = raíces/ relaciones) es “no hacerse cómplices” y desmontar los mecanismos y máquinas de la economía semiótica capitalista del deseo, ligada sólo al consumo. El arte y la muerte (y el espíritu) juegan un rol fundamental.
Esto es una muy, muy, pequeña e incompleta fracción molecular de las propuestas de Deleuze y Guattari.
“No hay tiempo para la espera o para el temor, hay que buscar nuevas armas” (Deleuze).
Dedicada a los soldados de la guerra y de algunas revoluciones.
(Colaboraron, Deleuze y Guattari (por supuesto), David Lapoujade, Andrew Culp)