Uno de los efectos más esperados, como consecuencia del aumento sostenido de las tasas de interés de la Reserva Federal de EEUU (Fed) al nivel más alto en 16 años, es el fantasma de la recesión por su impacto en la actividad económica al contraer fuertemente la demanda. Este fantasma incluso apareció rondando, aunque de manera no oficial, al registrar durante dos trimestres consecutivos tasas negativas como fue en el primer trimestre (-1,6%) y segundo trimestre de 2022 (-0,6%), puesto que tiene que ser determinado por las autoridades del Comité del NBER (NBER’s Business Cycle Dating Committee). Sin embargo, como se observa en el Gráfico 1, la actividad económica se recuperó en el tercer trimestre del 2022, para ir desacelerándose hasta llegar a una tasa de crecimiento del 1,3%, superior a la estimada del 1,1%. Esta tasa, considerada baja por el Fed, es menor a la tasa promedio desde 2009 hasta 2019 que fue del 2,3% y es muy superior a la tasa de 0,1% del Área del Euro, que todavía no entra en la recesión esperada, puesto que sigue en el estancamiento bordeando el cero.
Gráfico 1
EEUU: Variación porcentual del PIB trimestral respecto al trimestre anterior
Los pronósticos de recesión en los medios de comunicación tienden a aumentar a medida que surgen las perturbaciones financieras, como durante la crisis bancaria reciente, o problemas fiscales, como el impasse entre el Gobierno de EEUU y el Congreso respecto al aumento del techo de la deuda federal, que además de amenazar con el default de la deuda del Tesoro, otra de sus consecuencias graves iba a ser el de la recesión. Por suerte, Biden firmó una ley que limita el gasto federal por dos años y suspende el techo de la deuda hasta las elecciones de 2024 y así evitar el impago de la deuda estadounidense, aunque no necesariamente el fantasma de la recesión.
Descartado el fantasma del default por el acuerdo político alcanzado sigue rondando el de la recesión. Así según Bloomberg Línea: “La economía estadounidense va a entrar en recesión muy probablemente en el segundo semestre del año, cuando se espera una combinación de debilidades de las manufacturas con el sector servicios, dijo Elijah Oliveros-Rosen, Economista Jefe para América Latina en S&P Global Ratings” Recesión en EE.UU. es el principal riesgo para LatAm en segunda mitad del 2023: S&P (bloomberglinea.com).
Otras fuentes de información que están en esa línea señalan que, de aquí a un año, abril del 2024: “La probabilidad de recesión en Estados Unidos es del 68,22%, en comparación con el 57,77% del mes pasado y el 3,71% del año pasado. Esto es más alto que el promedio a largo plazo de 14.06%” US Recession Probability (ycharts.com.).
Sin embargo, el indicador clave tradicional sigue siendo la tasa de desempleo que bajó desde la crisis del COVID-19, cuando llegó a una tasa del 14,7% en abril de 2020, pero luego en todo el 2022 se resistía a subir pese al aumento continuo de la tasa del Fed, y al contrario incluso fue declinando en 2023 hasta llegar a registrar uno de sus mínimos históricos, como el 3,4% en enero y en abril de 2023 y que ahora en mayo por fin subió al 3,7%, en 0,3 puntos porcentuales Employment Situation – 2023 M05 Results (bls.gov) .
Gráfico 2
EEUU: Tasa de desempleo mensual: enero 2012-mayo 2023
La tasa de desempleo del 3,7% en mayo si bien es la más alta en siete meses, está muy por debajo de la tasa promedio de desempleo de los últimos doce años del 5,5% y también de la tasa de desempleo del Área del Euro en torno al 6,5% mensual. El dato que sorprendió es que la creación de empleo en Estados Unidos se mantuvo sólida y resiliente el mes pasado, con 360.000 nuevos trabajadores en sus nóminas, a pesar del aumento de los precios y un fuerte incremento en los costos de endeudamiento que pesan sobre la economía. Esta desconexión entre aumento de la tasa de desempleo con el aumento de las nóminas de trabajadores, como siempre, sorprende a los economistas puesto que “Esperamos un debilitamiento material de las condiciones del mercado laboral”. Strong job gains in US add to economic puzzle – BBC News. No hay que olvidarse que se dice que el indicador de la tasa de desempleo y la creación de puestos de trabajo son los indicadores que más influyen en la decisión del Comité del NBER para definir cuándo empieza y termina una recesión.
Para el Presidente Biden los datos de empleo son buenas noticias, pero para otros analistas quiere decir que “el trabajo del Fed todavía no está hecho” y que más bien. «Un retraso en este proceso implica el riesgo de tasas más altas por más tiempo y una recesión más profunda«.
Instituciones, como el Federal Reserve de Saint Luis, presentan estimaciones sobre las probabilidades de recesión. La primera, de probabilidades de recesión suavizadas con base a una serie de indicadores, señalaba a abril del 2023 una probabilidad del 0,44, es decir cercana a cero. La segunda estimación, la Regla de Sahm señala el comienzo de una recesión cuando el promedio móvil de tres meses de la tasa nacional de desempleo aumenta en 0,50 puntos porcentuales o más en relación con su mínimo durante los 12 meses anteriores. Este indicador hasta abril de 2023 era cercano a 0 puntos porcentuales, aunque con el dato a mayo subió a 0,03%. Real-time Sahm Rule Recession Indicator (SAHMREALTIME) | FRED | St. Louis Fed (stlouisfed.org)
El problema es que, frente a una inflación todavía persistente en todos los indicadores que usa el Fed, que es más del doble de su famosa tasa objetivo del 2%, la amenaza de subir su tasa de interés de política estará presente y pendiente no solo el mes junio sino también julio, fechas de las próximas reuniones del Comité de Operaciones del Mercado Abierto del Fed, o quizás tal vez, hasta que se registre la caída anunciada y esperada del PIB en el segundo trimestre de 2023.
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Excelente articulo, una visión fresca del acontecer internacional..