Las cervantinas. Ungida minoría entre los varones. Por Cristina Wormull Chiorrini

por La Nueva Mirada

María Zambrano, (1988); Dulce María Loynaz (1992); Ana María Matute (2010); Elena Poniatowska (2013); Ida Vitale (2018) y Cristina Peri Rossi (2021), quien recibirá mañana viernes 22 de abril el premio Cervantes 2021, convirtiéndose en la sexta mujer en obtenerlo.

Positiva noticia es la entrega a Cristina Peri Rossi, la gran poeta uruguaya, del premio Cervantes 2021 este viernes 22.  Y se entrega el viernes aunque los reglamentos del galardón indican que debe ser entregado el 23 de abril del año siguiente a la obtención– día estimado de la muerte de Miguel de Cervantes- pero como lo entrega el príncipe Felipe VI, se ha adelantado al viernes, imagino que porque su alteza no trabaja en día sábado.

El premio Cervantes, el más importante del mundo de habla castellana, se instituyó el año 1976 y se ha entregado anualmente desde entonces a grandes autores, en su mayoría hombres.  Este es el galardón número 47, pero solo hay seis mujeres entre los premiados.   Chile no ha estado ausente y tres de nuestros grandes escritores lo han recibido:  Jorge Edwards, Gonzalo Rojas y Nicanor Parra.  Ninguna autora chilena ha sido merecedora de este reconocimiento. 

Y, es cierto que mañana lo recibirá Cristina Peri Rossi que, según el ministro de Cultura español, Miquel Iceta, al anunciar el fallo, lo fundamentó en que le trabajo de Peri Rossi está centrado en “la condición de la mujer y la sexualidad”. También ha subrayado que este premio reconoce el puente entre las dos orillas que ha construido la ganadora con su obra “un recordatorio perpetuo del exilio”.

“Prefiero soñar con Montevideo y vivir acá: allí murieron mi madre y mi hermana, demasiada tristeza. Y ahora quiero alegrías, como la del Cervantes, aunque quizá sea la última”, asegura la premiada.

Pero a Cristina Peri Rossi la conocemos y también sabemos de su perpetua lucha desde el lesbianismo.  Peri Rossi es lesbiana y una de las singularidades de su obra poética es haber dedicado versos sensualísimos a mujeres mucho antes de que el feminismo abriera esa puerta, como lo testimonian sus poemas reunidos en Detente instante, eres tan bello. Sin embargo, quizás lo más peculiar en su vida sea el amor/amistad con Julio Cortázar, hecho de un amor raro, pasional a ratos, sublimado– que Cristina Peri Rossi mantuvo con el autor de Rayuela hasta la muerte de él, en 1984, e incluso bastante después. El vínculo tenía su cuota de complicidad romántica por fuera de toda norma incluyendo el hecho de que Cortázar le doblaba la edad, pero los unían cosas tan peculiares como la pasión por los dinosaurios y una extraordinaria admiración a Joan Baez.

Anoche te soñé sacerdotisa de Sekhmet, la diosa leontocéfala.

Ella desnuda en pórfido, tú tersa piel desnuda.

¿Qué ofrenda le tendías a la deidad salvaje que miraba a través de tu mirada un horizonte eterno e implacable?

La taza de tus manos contenía la libación secreta, lágrimas o tu sangre menstrual, o tu saliva.
(fragmento de un poema de Cortázar a Peri Rossi)

¿Sabemos quién fue la primera escritora galardonada con el Cervantes?: María Zambrano en el ya lejano 1988, pero cercano dentro de la historia del reconocimiento a las mujeres.  ¿Algo de ella les resuena en la memoria?

Esta notable escritora y filósofa española nacida en los albores del siglo XX, en 1904, antes de iniciar su camino a la filosofía con maestros como José Ortega y Gasset, tuvo un primer amor con su primo carnal Miguel Pizarro (desde los 13 años), hasta que la familia intervino y él fue enviado a Japón, como profesor de español en la Universidad de Osaka. Participó desde muy joven en movimientos estudiantiles y colaborando con diversos periódicos, entabló amistad con los miembros de la Generación del 27.

“Todo poeta supone una metafísica; acaso cada poema debiera tener la suya –implícita, claro está, nunca explícita–, y el poeta tiene el deber de exponerla por separado, en conceptos claros. La posibilidad de hacerlo distingue al verdadero poeta del mero señorito que compone versos. (María Zambrano)

Contrajo matrimonio en 1936 con el historiador Alfonso Rodríguez, quien (una curiosidad poco conocida) recién había sido nombrado secretario de la Embajada de España en Chile, y ambos viajaron hacia este lejano país, haciendo escala en La Habana, donde María pronunció una conferencia sobre Ortega y Gasset y conoció al que sería su mejor amigo, José Lezama Lima. Volvieron a España, luego de ocho meses en Chile, cuando la guerra estaba ya casi perdida y vivió el exilio por casi cincuenta años desde que, en 1939, cruzó la frontera francesa escapando a duras penas de un destino fatal. Desde ahí su vida se vuelve itinerante hasta terminar en Roma donde escribe algunas de sus obras más importantes como El hombre y lo divino y Los sueños.

Recién en 1966 a través de un artículo: Los sueños de María Zambrano de José Luis López Aranguren, se inicia su reconocimiento en España. En 1981 recibe el Premio Príncipe de Asturias y unos años después, el Cervantes.

 Luego lo obtuvo Dulce María Loynaz, la poeta y narradora cubana, quizás la figura más representativa del posmodernismo insular con una lírica sencilla y natural y versos de gran ritmo en los que predominaba el tema de la angustia y del enigma.

Dulce María se educó siempre en su hogar sin asistir jamás a un colegio, pese a ello adquirió una vasta cultura que alimentó su trayectoria literaria y le permitió estudiar derecho civil en la Universidad de La Habana. Su primera novela, Jardín, la inició a finales de los veinte, pero recién se publicó en España en 1951.Fue gran amiga de Juan Ramón Jiménez quien tuvo, sin duda, gran influencia en su escritura, en la melancolía de sus composiciones que recuerdan a Platero y yo. Otro de sus grandes amigos fue Federico García Lorca al que conoció en un viaje a España. Se casó dos veces, pero no tuvo hijos y, al contrario que María Zambrano, fue reconocida durante su vida recibiendo honores y galardones, tanto que, en 1948, Gabriela Mistral la propuso para el Premio Nobel de Literatura.

Y primero era el agua:

un agua ronca,

sin respirar de peces, sin orillas

que la apretaran…

Era el agua primero,

sobre un mundo naciendo de la mano de Dios…
Dulce María Loynaz. Fragmento de Creación.

De su gran producción literaria destaco Juegos de agua, versos del agua y del amor, Poemas sin nombre y Un verano en Tenerife y entre sus conferencias, Gabriela y Lucila en 1957.  Al año siguiente regresó a su tierra natal para dedicarse a la literatura a tiempo completo siendo elegida miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua y recibiendo numerosas condecoraciones. 

El año 2010 se le otorgó el Premio Miguel de Cervantes de Literatura en España, siendo elegida entre candidatos como Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela y Rosa Chacel, entre otros.

«Todos nos acostamos con el lobo, pero lo que no podemos hacer es confundirlo con la abuelita. Caperucita era tonta”. Esto lo dijo Ana María Matute en más de una ocasión, pero la más recordada fue en 2002, en una conferencia, titulada Mujeres: puente de igualdad, en la que reivindicaba el humor en la literatura española.

Ana María Matute tampoco es un referente común entre los chilenos.  Ella fue parte de la generación de los “jóvenes asombrados”, nombre que ella misma acuñaría para los autores españoles que reflejan la situación de la Guerra Civil en su infancia.

Gran parte de sus novelas obtuvieron los galardones más importantes de la literatura española como el Premio Gijón por Fiesta al Noroeste y el premio de la Crítica y el Nacional de Literatura por Los hijos muertos. Fue la tercera mujer en ingresar a la Real Academia Española en 300 años.  En el 2010 obtiene el premio Cervantes y es una de las personalidades que depositó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un objeto personal que permanecerá guardado hasta julio de 2029.

Y así, llegamos a Elena Poniatowska, periodista, escritora y profesora y que nació con el título de princesa Héléne Elizabeth Louise Amelie Paula Dolores Poniatowska Amor.

«Las mujeres son las grandes olvidadas de la historia. Los libros son la mejor forma de rendirles homenaje».

Elena posee una amplia trayectoria literaria, ha tocado casi todos los géneros literarios, novela, cuento, poesía, ensayo, crónicas y también cuentos para niños y adaptaciones teatrales. Vive en México desde 1942, cuando por la Segunda Guerra Mundial su madre emigró al sur de Francia, y posee la nacionalidad mexicana desde el año 1969.

Entre sus obras destacables se encuentra su primera novela Lilus Kikus, Tinísima sobre la vida de Tina Modotti y Todo empezó en domingo.  Es, además, una gran estudiosa de figuras como la poeta mexicana sor Juana Inés de la Cruz y el muralista mexicano José Clemente Orozco.

Obtuvo el premio Cervantes el año 2013 y es otra de las personalidades que depositó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un legado que permanecerá guardado hasta el 5 de septiembre del 2024.

Y para terminar este apretado recorrido por las Cervantinas, llego a Ida Vitale, la escritora uruguaya, autora de obras como La luz de esta memoria, Paso a paso y Procura de lo imposible y la última sobreviviente de la Generación del 45, a la que también pertenecieron Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti.

Hoy el viento es poderoso, pero no es él quien lo dice sino las ramas de la encina. Aprender de esa discreción, de esa lección muda del viento. Ida Vitale

«Todos mis amigos prácticamente se han muerto», dice Vitale, quien tras el golpe de Estado de 1973 en Uruguay se exilió en México, y hoy, con casi un siglo a sus espaldas (98 años, para ser exactas), mantiene un humor excepcional y sigue escribiendo. Ida, la penúltima premio Cervantes, acaba de hacer una gira con un nuevo poemario a cuestas, Tiempo sin claves.

No olvidemos: en 2019, Vitale fue incluida por la BBC en su lista anual de 100 mujeres más inspiradoras, influyentes e innovadoras del mundo y estoy segura que pronto nos sorprenderá con aquella novela que dice estar escribiendo.  Seguro celebra el siglo de vida con su publicación.

Me he extendido más de lo que pensaba con esta crónica, pero aun así es un relato apretado, solo una pincelada a través de las seis cervantinas. Lamento que no sean más, pero no dejo de esperar que ya no sea un hecho excepcional sino una habitualidad el que grandes escritoras obtengan este importante galardón.

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2 comments

Rosa abril 21, 2022 - 12:39 pm

Que interesante y vaya que lindo ver una mujer destacando mujeres.

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Maria del Pilar Clemente abril 21, 2022 - 11:29 pm

Una crónica culta, plena de investigación. Gracias por traernos las voces de estas mujeres.

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