«El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza”
Leonardo Da Vinci (1452-1519)
La frase del sabio florentino al final de la Edad Media y comienzo del Renacimiento parece de tiempos muy lejanos. Sin embargo, es un anticipo de la tragedia que viven muchos seres humanos en el mundo en pleno siglo XXI. El multiprofesional y genio nos dijo con claridad que “la vida en la tierra sería inconcebible sin agua” y como tal se convierte en el motor más potente del mundo.
Así lo entiende Javier, un jefe de familia de la zona de Petorca, una comuna de la Región de Valparaíso, a poco más de 200 kilómetros de Santiago y 190 kilómetros del puerto. Allí habitan unos 10 mil petorquinos, la mayoría de ellos han vivido por generaciones de pequeños cultivos y la crianza de cabras, aprovechando su leche para elaborar quesos de excelente factura y también comercializando su carne.
Pero la escasez hídrica se arrastra desde hace varios años, acentuándose en el último tiempo y en 2020 y la provincia de Petorca se declaró zona de catástrofe.
Los animales se mueren y privan a la población de un sustento tradicional. La familia de Javier llega al llanto por la deseperación ya que muchas veces no tienen agua ni siquiera para beber. En medio de la pandemia de Covid19, el agua ha sido un paliativo para la gran gran mayoría, pero no para los habitantes de Petorca. La agricultura está prácticamente muerta. Los pozos se secaron para siempre, como ocurrió con el río La Ligua hace diez años.
La belleza del campo se ha transformado en una pesadilla para hombres, mujeres y niños.
Se pensaría que el Gobierno de Sebastián Piñera podría mitigar el sufrimiento de este importante grupo de compatriotas, pero no ocurrió.
La Corte Suprema, en decisión unánime, revocó la sentencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, acogiendo un recurso del Instituto Nacional de los Derechos Humanos, a favor de los habitantes de la Provincia de Petorca, para garantizar el acceso a 100 litros diarios de agua potable por persona.
Hasta ese momento estaban recibiendo 20 litros individuales, tarde, mal y nunca.
La acción de la justicia cuestiona la omisión ilegal de la Secretaría Regional Ministerial de Salud y la Gobernación de Petorca, de adoptar todas las medidas necesarias para proveer de agua potable en cantidad suficiente y adecuada, abasteciendo a las personas de zonas de Petorca, Cabildo y La Ligua, para efectos de las medidas de higiene y saneamiento necesarias para prevenir y contener los contagios por el virus COVID-19.
En primera instancia, la Corte de Apelaciones de Valparaíso, con fecha 8 de octubre de 2020, había rechazado la acción. Esa decisión fue apelada en su momento por el INDH y “la Corte Suprema revocó dicha sentencia, ordenando a las instituciones antes señaladas la adopción de medidas para asegurar a dichas comunidades un abastecimiento de agua potable no inferior a 100 litros diarios persona”, explicó el abogado y vocero INDH, Carlos Bellei.
La Corte Suprema estableció que “toda persona, por su dignidad de tal, tiene el derecho humano de acceso al agua potable, en condiciones de igualdad y no discriminación; derecho que posee, como correlato, el deber del Estado de garantizar el acceso en las mencionadas condiciones”. Sin embargo habitantes de los lugares amagados por la falta de agua reclaman por el incumplimiento del fallo del más alto tribunal de justicia.
Agua para los paltos no para los humanos
Para producir un kilo de palta se requieren hasta 700 litros de agua, según organizaciones medioambientales que cuestionan el manejo del recurso básico en detrimento de la vida humana. Los productores del “aguacate”, niegan tal consumo y dicen son solo 389 litros por cada kilo de la fruta.
El negocio ha sido floresciente para quienes explotan los predios, cavando pozos profundos que, según lo petorquinos, han secado sus pozos de agua, situación que, sumada a la sequía, lleva el problema a un nivel de tragedia.
El problema traspasó las fronteras nacionales y las publicaciones dando cuenta de la crisis ambiental se multiplicaron desde hace 2 o 3 años.
Los representantes de la agroindustria y productores se han visto obligados a dar explicaciones en sus principales mercados. No es para menos, porque la producción ha estado creciendo al 12% por año, con las consiguientes utilidades para quienes explotan el producto.
Después de México y Estados Unidos, Chile es el tercer productor de “aguacate” en el mundo.
La raíz del problema, según diversos estudios jurídicos, está en la Constitución Politica de 1980.
El artículo I. 1 estipula que “… El derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos”.
Para los críticos de la disposición de la Carta Fundamental falta claridad y precisión, ya que la manera como está redactado el artículo ha dado pábulo a diversas interpretaciones, muchas de ellas en perjuicio de la salud y la superviviencia de las personas, especialmente aquellas más carenciadas. En nuestro país el agua se define jurídicamente como un bien nacional de uso público, por lo que su empleo pertenece a la Nación toda. Al mismo tiempo, se permite a la autoridad sectorial conceder su uso privativo a particulares mediante derechos de aprovechamiento.
El último párrafo es severamente cuestionado por sectores políticos del progresismo y organizaciones defensora del medio ambiente.
El pronunciamiento de la Organización de Naciones Unidas(ONU) en tiempo reciente es claro: La Asamblea General del organismo mundial, el 28 de julio, ha aprobado una resolución que establece que el acceso a fuentes de agua potable y segura, como también el saneamiento, son un derecho humano esencial para el goce pleno de la vida y de todos los derechos humanos.
Si bien en el Senado de la República está en desarrollo un intenso debate sobre la Reforma al Código de Aguas, lo más seguro es que finalmente será la Convención Constitucional la que defina los criterios del manejo de un recurso cada vez más escaso, debido al Calentamiento Global y la inequidad en su distribución.
Y pensar que el planeta está compuesto por un 70% de agua.
¿Cómo se utiliza el agua en nuestro país?
A modo de ilustración: El sector agrícola es el mayor usuario de agua consuntiva en Chile con un 72%, seguido por el agua potable, consumo industrial y uso minero, con el 12%, 7% y 4%, respectivamente (el 5% restante está asociado al sector pecuario y al uso consuntivo en generación eléctrica). Es decir, el agua que se usa no se recupera por ningún medio, como ocurre en otros países donde las aguas posibles de recuperar se procesan y son reutilizadas en un porcentaje importante.
Qatar, Israel y Kuwait son los países con mayor nivel de reutilización por habitante. Cuando la reutilización se considera como el porcentaje del agua total usada, Kuwait, Israel y Singapur se convierten en los primeros del ranking.
En Chile, millones de litros de agua dulce van a parar al Océano Pacífico.
Profesionales y académicos como Mario Lillo, Alex Godoy y Diego Rivera han investigado sobre el acuciante problema del agua en nuestro país. En un artículo de CIPER, plantean la necesidad de asumir el desafío que representa el riesgo climático y la urgencia de avanzar hacia la seguridad hídrica.
En su informe hay una frase que se puede transformar en lapidaria: Chile está entre los veinte países con mayor riesgo hídrico en el mundo. Esto significa que nuestra demanda de agua es superior a las reservas naturales. Con la idea de “Agua 4.0”, proponen una discusión pública que apunte al fondo del problema en la perspectiva de mediano y largo plazo.
Lo que llama la atención en torno al fenómeno del agua, es que los candidatos presidenciales de todas las tendencias no dimensionan la crisis ni las soluciones urgentes que se requieren como país. Los medios, en general, están más preocupados de los dimes y diretes que surgen en la campaña. Son “más sabrosos”, me apunta un reportero político y es lo que piden los editores.
El Ministerio de Obras Públicas nos acaba de describir con detalle el déficit de lluvias que se extiende desde Atacama al Maule y alcanza al 80%. Mucho dato, pero propuestas de mitigación, ninguna. Penoso.
Un experto en clima, consultado por Radio Cooperativa, hace días afirmó que la sequía llegó para quedarse. La Región Metropolitana, de un clima templado está pasando rápidamente a un clima semi-árido.
A comienzos de año el profesor Manuel Paneque, del equipo que encabezó un estudio sobre la la escasez hídrica y altas temperaturas, en la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, fue tajante: en 100 años Chile será tierra árida.
1 comment
Me impacta esta realidad nuestra! Y la poca consciencia de lo que significa para la Vida, nuestra Hermana Agua.
Las prioridades estab cambiadas, sin duda! El dinero, la ganancia., el tener, lo material. Como decia mi abuelita la ambicion rompe el saco!
Tan desolafor el panorama como el paisaje de Petorca. Lo siento!