No son lo mismo. Según la interpretación clásica, el capitalismo es acumulación incesante en transacciones, no necesariamente en mercados.
La ´ruta de la seda´, el comercio veneciano con China (embarcación a Alejandría, camello al mar rojo, embarcación al Golfo Pérsico, transacciones con mercaderes musulmanes, y regreso) son ejemplos típicos de las redes de transacciones que originaron la acumulación capitalista. La hay también en las compañías de explotación colonial y el comercio en Asia, África y América, en las redes de trafico de drogas, personas y armas, en la corrupción, las mafias; a menudo lo que se entrega o recibe a cambio no tiene precio monetario… Redes de transacciones, no necesariamente mercados.
Es en las viejas ciudades que se organizan mercados de productores no capitalistas para abastecerlas de alimentos y artesanías básicas. Son instituciones controlados y reguladas por el poder político. Sistemas homogéneos de medidas y pesos, monedas con sellos de garantía de gobiernos respetados, sistemas de cambio aceptados en común, dinero fiduciario, derechos de propiedad bien definidos y garantizados, y el mejoramiento del transporte y la seguridad pública, ampliaron su alcance. Así, los mercados se constituyeron como sistemas de transacciones institucionalizados jurídicamente por el estado.
El capitalismo se apropia de los mercados, los usa, los expande y desarrolla, pero estrictamente no los necesita. Como sistema monomaníaco de acumulación incesante, el capitalismo es intrínsecamente violento. Sin escrúpulos y carente de mecanismos de autocontención, no le interesan las instituciones per se. El mercado lo limita, al ser un espacio jurídicamente estatuido en el cual el capitalismo está obligado a acumular por medios pacíficos. Puede resultarle conveniente una suerte de paz en vez de la guerra de todos contra todos, pero es solo una conveniencia. Nada parecido al amor o al deseo erótico. Es que no tiene fair play, el capitalismo, practica una paz siempre a medias, inestable, con resquicios, cercana a la pasadita abusiva, la elusión, el ocultamiento, la corrupción, los favores ocultos del poder, la manipulación de las instituciones, el crimen.
Mirado con estos ojos, vale la pena cuidar el mercado.