Más allá de las encuestas que dan origen a distintas lecturas, los énfasis programáticos cobran mayor relevancia en la recta final, en la disputa por la presidencia de la República.
Los contenidos del programa del ultraconservador José Antonio Kast(JAK), son considerados como regresivos, toda vez que su inspiración es vista como basada en modelos como los de Donald Trump y Jair Bolsonaro.
Es evidente que el país ha experimentado una evolución progresista que se ha visto plasmada en las calles por reivindicaciones en el marco de la desigualdad y la inequidad existentes. Reforma del sistema de pensiones, cambios a la protección en salud, derecho a la vivienda, acceso gratuito a la educación y nueva constitución, son algunos de los reclamos más sentidos de la ciudadanía.
Con todo, el único logro hasta ahora es la conformación de la Convención Constitucional que tiene como misión escribir la Carta Fundamental para los próximos treinta o cuarenta años. El resto sigue en compás de espera.
Para el el candidato ultraderechista nada de esto tiene asidero. Muy por el contrario, reivindica la dictadura civil-militar encabezada por el General Augusto Pinochet, en una actitud negacionista de las violaciones a los Derechos Humanos, hechos que quedaron acreditados en Naciones Unidas durante 17 años, además del Informe Rettig que da cuenta oficial de los detenidos desaparecidos y más tarde con la Comisión Valech, donde se establecen las torturas, el exilio y las exoneraciones practicadas por el regimen defacto.
Académicos, creadores del mundo del arte y premios nacionales, ven el accionar de Kast como una amenaza para el país. Lo perciben como un detonante del odio y el miedo al Otro, mediante un discurso extremo de “seguridad pública”, que toma como pretexto la inmigración , la delincuencia, el narcotráfico o el terrorismo para ejercer un control férreo de la población.
Lo acusan de buscar la demolición del Estado a favor de intereses privados junto con la confiscación de los derechos sociales, alcanzados por el pueblo.
Así opinan el cineasta Ignacio Agüero al igual que Carmen Castillo. El dramaturgo Alfredo Castro y Elicura Chihuailaf, Premio Nacional de Literatura 2020, Gonzalo Díaz, Premio Nacional de 2003, entre otros.
Argumentan que el recurso a la tradición y la familia es una síntesis moralizante que pretende perpetuar el rol subordinado de las mujeres privadas de la autodeterminación de sus cuerpos. Kast, dicen, representa el castigo a quienes desafían el canon-masculino-blanco-heterosexual que reinvindica el proyecto feminista y las disidencias sexuales. Ya hay señales, agregan más adelante con el atentado a la libertad de cátedra a través de requerimientos que persiguen una supuesta “ideología de género”.
Comparten estas ideas sobre un eventual gobierno ultraderechista el filósofo Pablo Oyarzún, Diamela Eltit, Premio Nacional de Literatura 2021, Manuel Antonio Garretón Premio Nacional de Ciencias Sociales 2007, Ramón Griffero, Premio Nacional de Artes 2019, Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2005, el actor Daniel Muñoz, el cineasta Sergio Trabucco y la Premio Nacional de Periodismo 2007 Faride Zerán.
Consideran que hay que poner coto al “desate neoliberal” y apoyar a las fuerzas transformadoras, rechazando de plano el modelo de sociedad regresivo, autoritario y excluyente del candidato JAK.
En una declaración pública que también firman la crítica literaria Soledad Bianchi, la filosófa Alejandra Castillo, Paz Errázuriz, Premio Nacional de Artes 2017, el cineasta Patricio Guzmán, el editor literario Pablo Slachevsky, la crítica cultural Nelly Richard, el sociólogo Carlos Ruiz Encina, Julio Pinto y Manuel Silva Acevedo, Premios Nacionales de Historia y Literatura respectivamente en 2016…Todo ellos abogan por la movilización de razones, afectos y solidaridades para construir un horizonte de futuro, libertario e igualitario, apoyando resueltamente la candidatura de Gabriel Boric Font.
Por otra parte un grupo de mujeres encabezadas por María Olivia Monckeberg, Fanny Pollarolo, María Estela Ortiz, Marisa Weinstein, Kena Lorenzini, Graciela Bórquez, M. Ester Aliaga, M.Lenina del Canto, Teresa Valdés, Sandra Radic, Miren Asunción Bustos, Patricia y Ximena Duque…dicen que están convencidas que la posible llegada a la Moneda de José Antonio Kast, representante de la ultraderecha, implicaría un grave retroceso en todos los planos, con grave perjucio para hombres y mujeres, que verían un profundo retroceso en las conquistas alcanzadas.
Afirman su convencimiento como Mujeres por la Vida, de que Gabriel Boric es quien mejor enfrentará la emergencia social, política y económica, para hacer de Chile un país justo, digno y en paz.
Para que nunca más se repitan los horrores de la dictadura, se comprometen con la defensa de la Vida. El camino, afirman es votar por el candidato de Apruebo Dignidad.
Por Sergio Campos
Premio Nacional de Periodismo