Escombros: un pequeño libro con grandes historias

por Dante Cajales Meneses

Una generación literaria no siempre es aquella que está unida por el año que nacieron sus integrantes. Me inclino más por aquella afirmación que sostiene que una generación está unida por lo que tuvo y necesitó decir en un tiempo histórico determinado. Por grupo de pertenencia y de identidad, asociada a una época y una temática en común. Me refiero a la generación de los ochenta donde cultura y política; literatura y política; eran prácticamente indisociables en sus diferentes expresiones. Si existe una persona en Chile que pertenece a esta generación y ha encarnado la poderosa y, por cierto, difícil relación entre humor y dolor, memoria y justicia, ese es el poeta Jorge Montealegre. En sus investigaciones sobre humor gráfico y testimonio surgen las voces de la memoria. Oímos las voces con sus frecuencias.

La semana pasada asistí a la presentación de su último trabajo. Los libros «se van haciendo sólos, como por acumulación«, sostiene Jorge Montealegre; así nació Escombros, un libro pequeño en su factura, editado y publicado por Editorial Sherezade. Pero un librazo, que consolida a Jorge Montealegre no sólo como investigador, columnista o poeta, sino como un tremendo narrador de microcuento.

Una veta desconocida hasta ahora. Escombros está dividido en seis partes: Orfandades; Desarraigos; Miradas; Incomunicados; Pasajeros y Últimas páginas. Así, sin enfrentarse a lo desconocido, el autor de estos setenta micro cuentos se mueve entre la ironía y los quiebres que originan el dolor y las injusticias. No hay metáforas literarias pomposas, porque toda prosa bien escrita es también poesía:

                     Roles

                    Lo único que le quedaba era el dolor, hasta que llegó el
                   torturador bueno y se lo arrebató para siempre”.

A una distancia de casi cuatro décadas, Jorge Montealegre nos traslada a un tiempo pretérito donde la muerte podía aparecer de improviso en forma espectral. El lenguaje nace como poesía que nombra las cosas y revela un mundo al decir también el amor, como en este extraordinario cuento titulado «Control de cuadros«:

               Compañero, usted se metió con la compañera de un compañero.
               Todos los compañeros se dieron cuenta. ¿Qué me dice,            

               compañero? (…) La compañera, compañero, ya no era la
               compañera de ese compañero. La compañera quería buena
               compañía. También yo, compañero, quería estar bien
               acompañado. Y no me arrepiento, compañero.

En Escombros la reflexión sobre las grandes cuestiones de la vida: felicidad, miedo, amistad, soledad o el amor, asoma en el escritor el deseo de mostrar, ante todo, que es un «lector» de realidades que abren horizontes en tiempos en que pareciera que, nuestro dolor es el único que cuenta. ¿Qué se ama cuando se ama?, no, no me recuerda el poema de Gonzalo Rojas, sino que me evoca una parte del Lisis en que Sócrates se dirige a Menéxeno, diciendo: «¿Quién, pues, de ellos es el que ama?«

La piedad

La misa ha terminado. Pueden ir en paz”. Salgo más tranquilo de la iglesia, bendecido, con el espíritu elevado. A la salida del templo, con la vista en el cielo, tropiezo con un bulto inesperado, trastabillo, pero sé evitar la caída esquivando a la mujer oscura que pide limosna con su hijo en brazos”.

Un poeta da miedo por la exactitud que busca, y por el desierto que trae. El entrono tendrá o bien a negar que sea, y tiene toda relación con la verdad y el consuelo. Contra toda evidencia, no callar, pareciera ser la consigna del autor de estos Escombros. Igual que en su poesía, las imágenes desgarran, conmueven hasta las lágrimas, como en este “Milagro«:

Los niños de la guerra creen que diosito también está entre los escombros. Que removerá las ruinas y saldrá al aire libre (…) Los niños de la guerra creen que diosito está con ellos entre los escombros.

Exactitud significa que un texto tiene que decir lo justo, lo que necesita un posible lector. Escombrostiene la capacidad de nombrar y reubicarnos en un periodo no muy lejano de fragilidad e incertidumbre como «Pandemia«:

Solos, en la noche del toque de queda, se miran con recelo.
cada uno sigue por una vereda diferente. El hombre sin casa y
un extraviado puma en situación de calle.

Ir por la otra cara de la humanidad; generosidad, amistad, humor, justicia, amor. Es estar atentos a la señal del viento cuando nos toca. Jorge Montealegre no olvida estos aspectos en sus Escombros: lo diverso, la ironía, el sarcasmo. En «Ayudando a sentir«, las cosas simples funcionan dichas con sencillez:

De todos los abrazos recibidos durante el velatorio, la viuda
se quedó con uno. Soñó con él toda la noche. Y sin culpa.

Lo que Jorge Montealegre escribe en Escombros parecen poemas, pero no lo son. El tiempo y los lectores se encargarán de dejarlo en claro. En épocas en que no hay lugar para la contemplación y la quietud, sino para la prisa, a mi comprensión, el carácter abierto de estos microcuentos hace de este «pequeño» libro que, al abrirlo salgan grandes historias.

Ficha Técnica

Título: Escombros

Año: 2024

Autor: Jorge Montealegre

Tamaño: 11 x 14cm

Editorial: Sherezade

Páginas: 106

Colección: Microficción / +14

Jorge Montealegre Iturra 

Chile, Santiago, 1954.

Poeta, periodista, ensayista y guionista de humor gráfico. Ha recibido varios premios, tanto por su poesía como por sus memorias, entre los que destacan: Premio Altazor 2004, categoría ensayo, por Frazadas del Estadio Nacional; Premio Altazor 2008, categoría poesía, por No se puede evitar la caída del cabello. Destacan: Historia del humor gráfico en Chile, (2008); Sentido del Rumor: monitos y monadas bajo dictadura, dibujos de Eduardo de la Barra, Luis Albornoz, (2019). Algunas de sus publicaciones en poesía son: Varazones y Naufragios (2017); Huesos (2018); Wurlitzer: Cantantes en la memoria de la poesía chilena (2018)

Dónde comprar el libro Escombros: Editorial Sherezade; ediciones.sherezade@gmail.com

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1 comment

Miguel Angel noviembre 21, 2024 - 11:43 am

No puede haber una descripción más atinada sobre Montealegre y su paso por esta tierra que lo descrito por Dante aquí y por los trazos indelebles que nos deja Jorge con este título. Es irresistible no acudir a esta sombra reparadora que nos ofrece Montealegre. Por eso, gracias por el dato!!

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