Eugenio Rivera Urrutia
Fundación Chile 21
El 12 de diciembre la CEPAL presentó su tradicional “Balance preliminar de las economías de América Latina y El Caribe 2019”. Su diagnóstico es taxativo, la Región como un todo presenta una desaceleración económica generalizada. Así lo evidenciaron, en contraste con años anteriores, 18 de los 20 países de América Latina. A este escenario se suman fuertes demandas y movilizaciones sociales que apunta a reducir la desigualdad. Para el próximo año se espera un mejoramiento generalizado. No obstante, como lo muestra el caso de Chile, la situación es tan incierta que el pronóstico resulta más difícil que nunca.
La desaceleración del crecimiento.
Como se observa el cuadro número 1 América Latina presenta en el año 2019 una tasa de crecimiento de apenas 0,1%. La situación, sin embargo, varía entre los países.
Cuadro 1
Nuevamente la economía venezolana presenta una caída brutal de su actividad mostrando esta vez una caída de -25%. En los últimos 4 años la economía ha caído en promedio un 19,5%. Las expectativas para el próximo año son igualmente catastróficas. E
Nuevamente la economía venezolana presenta una caída brutal de su actividad mostrando esta vez una caída de -25%. En los últimos 4 años la economía ha caído en promedio un 19,5%. Las expectativas para el próximo año son igualmente catastróficas. Es difícil encontrar experiencias de deterioro de esta magnitud en América Latina y en la economía internacional. La situación de Argentina bajo el gobierno de Macri es también lamentable. En los años 2018 y 2019 el nivel de actividad cae en -2,5 y -3% respectivamente. En promedio la economía argentina bajo Macri cayó en -1,2%. Nicaragua en los años indicados muestra caídas de -3,8% y -5,3%. Brasil y México presentan desempeños positivos, aunque muy bajos. En este contexto, el 4% de crecimiento que mostró en Chile en el 2018 fue sólo menor al de Bolivia e igual al de Perú. Las cosas cambian en el presente año. La expectativa de crecimiento para el presente año es de 0,8% y para el próximo de 1%. Como se sabe, el Banco Central estima el crecimiento para el presente año en 1% y entre 0,5% – y 1,5% para el 2020. De continuar esta situación el septenio 2014 – 2020 sería el de menor crecimiento de los últimos 20 años en la Región.
En promedio la economía argentina bajo Macri cayó en -1,2%. Nicaragua en los años indicados muestra caídas de -3,8% y -5,3%. Brasil y México presentan desempeños positivos, aunque muy bajos. E
Como se sabe, el Banco Central estima el crecimiento para el presente año en 1% y entre 0,5% – y 1,5% para el 2020. De continuar esta situación el septenio 2014 – 2020 sería el de menor crecimiento de los últimos 20 años en la Región.
Las perspectivas para el 2020.
No es fácil en el ambiente incierto que caracteriza la economía global realizar pronósticos certeros. Durante 2019 la economía mundial creció 2,5%, la menor tasa de expansión desde la crisis financiera internacional. Esta desaceleración afectó a los dos principales socios comerciales de América Latina: Estados Unidos y China. El informe de la CEPAL es pesimista respecto de las expectativas para el próximo año. Se espera una tasa de crecimiento de 2,5% y un crecimiento del volumen de comercio de 2,7% (que se compara positivamente con la caída de 0,4% que experimentó el comercio mundial entre enero y septiembre del 2019 respecto mismo período del 2018).
No obstante, el llamado primer paso del acuerdo alcanzado entre China y Estados Unidos el 13 de diciembre ha generado una ola de optimismo en la economía internacional.
En su informe de política monetaria (IPOM) de diciembre, el Banco Central preveía que el contexto internacional entregaría a la economía chilena un impulso menor al de años previos señalando como factor principal el conflicto comercial entre los Estados Unidos y China. Relacionado con ello, se preveía un precio del cobre levemente superior a 2,70 dólares la libra para el período 2019 – 2021. No obstante, el llamado primer paso del acuerdo alcanzado entre China y Estados Unidos el 13 de diciembre ha generado una ola de optimismo en la economía internacional. Las expectativas respecto que se estaría alcanzando un acuerdo tuvieron como consecuencia un incremento del precio del cobre desde 2,65% dólares la libra el 2 de diciembre a 2,80 dólares el 17 de diciembre. Como se sabe, el fuerte protagonismo del cobre en la economía nacional tiene como consecuencia que sus variaciones de precio inciden directamente en las expectativas y en el desempeño de la economía interna. En tal sentido, las estimaciones de que el precio del cobre podría situarse el 2020 por sobre los 3 dólares la libra pueden revertir las estimaciones negativas respecto del crecimiento en el próximo año.
las estimaciones de que el precio del cobre podría situarse el 2020 por sobre los 3 dólares la libra pueden revertir las estimaciones negativas respecto del crecimiento en el próximo año.
El IPSA ha mostrado una recuperación significativa y el tipo de cambio pasó de 829 pesos por dólar el 28 de noviembre a 756 pesos el 17 de diciembre. Ello es resultado tanto de las buenas noticias respecto del cobre como también de que la crisis social está entrando en una pausa, que pese a las dificultades el país empieza a concentrarse en el proceso constituyente y que la agenda social de corto plazo, aunque insuficiente, está en marcha. Positivo ha sido sin duda que el Gobierno haya accedido a que el aumento salarial del sector público de 2,8% se extienda a los funcionarios que ganan hasta 3 millones de pesos. Esto puede ayudar a evitar movilizaciones y más importante todavía, reforzar la demanda que se encuentra fuertemente afectada por los mayores riesgos de perder el empleo. El mayor gasto público que contempla el Presupuesto para al año 2020, la baja tasa de interés (que de mantenerse la baja del precio del dólar y con ello menores expectativas inflacionarias podría llevar al Banco Central a reducir nuevamente la tasa de política monetaria) y un mejoramiento de las expectativas fortalecen la posibilidad de desempeño económico de Chile sea mejor al esperado.
El mayor gasto público que contempla el Presupuesto para al año 2020, la baja tasa de interés (que de mantenerse la baja del precio del dólar y con ello menores expectativas inflacionarias podría llevar al Banco Central a reducir nuevamente la tasa de política monetaria) y un mejoramiento de las expectativas fortalecen la posibilidad de desempeño económico de Chile sea mejor al esperado.
Sin duda que una respuesta gubernamental positiva a las demandas sociales de fondo como una reforma al sistema de pensiones que cree un pilar contributivo público fuerte como significaría destinar los 6 puntos de aporte patronal a un sistema de reparto, de manera de producir un incremento significativo de las pensiones de los actuales jubilados podría ayudar a generar un contexto social más favorable a la recuperación del crecimiento. En el mismo sentido, operaría un mejoramiento sustancial del sistema público de salud y la concreción de una real reforma tributaria en el 2020 que iniciara un camino para llevar la carga tributaria desde un 20% de PIB actual a 25% en cinco años. Parece clave que el gobierno entienda la importancia de la cohesión y la paz social para el crecimiento.
Parece clave que el gobierno entienda la importancia de la cohesión y la paz social para el crecimiento.