“La vía insurreccional al socialismo y la vía política de Salvador Allende” es el título de una obra de Marcelo Espinoza que expone un exhaustivo y documentado análisis de las transformaciones que la Unidad Popular se propuso llevar a cabo y las causas de su derrota.
Metodológicamente Marcelo Espinoza arranca con una reseña de tres procesos revolucionarios : la Comuna de Paris, la revolución rusa y la revolución cubana, cuyos contextos contribuyen a explicar sus y las particularidades de la “vía chilena.”
A continuación, se plantea ¿cuáles eran las condiciones necesarias para la transición al socialismo?, ¿qué factores la hacían posible y cuáles facilitaban su derrota?
En este plano, Espinoza señala : 1.- Vigencia de la institucionalidad y del sistema democrático; 2.- Proceso gradual de transformaciones; 3.- Conformar un bloque social y político mayoritario; 4.- Mantener los equilibrios macroeconómicos; 5.- Exclusión de la violencia armada; 6.- Una política militar.
El cumplimiento de estas condiciones neutraliza las tempranas maniobras golpistas. La estrategia político-institucional era el camino realista para impulsar los cambios, la revolución chilena debía avanzar en forma gradual, no había terreno propicio para una insurrección armada.
La vía chilena pretendía evitar el conflicto armado y hacer una transición sin guerra civil, en el marco del régimen democrático y la constitución vigente.
El PS y Mir se sitúan en las antípodas, no se debe llegar a acuerdos y “avanzar sin transar”. Es así que se oponen al diálogo con el PDC cuando no había otra opción. El 12-julio-1973, a dos meses del golpe de estado, Carlos Altamirano expresó “un total rechazo a cualquier fórmula de acuerdo con la Democracia Cristiana”.
Al mismo tiempo llevan adelante tomas de fundos e industrias, sin distinguir tamaño o importancia, continúan “con la incorporación indiscriminada de más y más empresas al Área Social”, con lo cual solo logran empujar a pequeños y medianos empresarios hacia la burguesía monopólica
La alta burguesía necesitaba sobrepasar la legalidad y generar caos. Sin un contexto de desquiciamiento social, de prolongados y agudos conflictos políticos, económicos y sociales, las posibilidades de golpe militar se reducían sustantivamente.
La izquierda insurreccional hace lo funcional a la ansiada insurrección golpista. Las destempladas exclamaciones “revolucionarias” contribuyeron al objetivo de la derecha de estrechar políticamente al gobierno.
Este conjunto de factores conduciría a aislar al proletariado y su gobierno y es en el punto más alto de su aislamiento que se produce el cruce crítico de factores que hacen posible la asonada militar.
La obra de Marcelo Espinoza, en suma, logra una de las mejores descripciones de los acontecimientos que concluyen con el golpe de estado; y aporta una de la más acabada interpretación del período del gobierno popular.