No hay que apurar ganado flaco, aconseja la sabiduría campesina. Un consejo que Camilo Escalona, vicepresidente del Partido Socialista, no tuvo en consideración a la hora de plantear la posibilidad que la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio enfrentaran la próxima elección presidencial con un candidato único. Una propuesta a todas luces extemporánea, cuando aún faltan tres años para esa contienda. Cuando la Democracia Cristiana aún no define su política de alianzas futura ni los demás partidos resuelven la manera como enfrentarán las elecciones municipales y de gobernadores regionales del 2020.
Probablemente Escalona se dejó entusiasmar con la invitación formulada por los dirigentes de Revolución Democrática, tanto al PS como al PC a participar del encuentro internacional “A Toda marcha: Debatiendo izquierdas”, organizado por ese partido, donde acudieron representantes de diversos partidos de izquierda de la región, así como Podemos, de España.
El llamado del diputado Miguel Crispi, de Revolución Democrática, llamando a la izquierda a actuar, sin sectarismos y con unidad estratégica, para avanzar en determinados proyectos de ley, así como la propuesta a pensar en conjunto un proyecto de futuro, formulada por el presidente de RD, alentó el entusiasmo del actual vicepresidente del PS.
Probablemente el llamado del diputado Miguel Crispi, de Revolución Democrática, llamando a la izquierda a actuar, sin sectarismos y con unidad estratégica, para avanzar en determinados proyectos de ley, así como la propuesta a pensar en conjunto un proyecto de futuro, formulada por el presidente de RD, alentó el entusiasmo de Camilo Escalona.
Pero no se propone matrimonio en la primera cita. El Frente Amplio está viviendo su propio proceso de rearticulación interna y definiciones políticas de mediano y largo plazo. Un recorrido no exento de tensiones internas, propias de su amplia heterogeneidad. Recordemos que abarca desde sectores liberales, liderados por el diputado Vlado Mirosevic, hasta Humanistas, pasando por la Izquierda Autónoma, Movimiento Autonomista, Movimiento Democrático Progresista, Movimiento Democrático Popular, Partido Igualdad, Partido Pirata, Poder Ciudadano y Revolución Democrática, con esperables tensiones en los esfuerzos de rearticulación, que pueden simplificar su composición interna.
Lo que hasta ahora ha permitido articular esa diversidad es la idea de constituirse en una alternativa a los dos bloques mayoritarios, que monopolizaron la escena policía en los últimos 25 años, en un esfuerzo de renovación política y el fin del binominalismo.
Pero no se propone matrimonio en la primera cita. El Frente Amplio está viviendo su propio proceso de rearticulación interna y definiciones políticas de mediano y largo plazo. Un recorrido no exento de tensiones internas, propias de su amplia heterogeneidad.
“Somos coaliciones distintas y eso tiene que verse reflejado en las urnas” ha afirmado el diputado Giorgio Jackson, líder de RD. Una opinión refrendada por el propio Miguel Crispi, afirmando que no visualiza un espacio donde el Frente Amplio no tenga una candidata o candidato presidencial.
“Primero debatamos de ideas, después de elecciones. Pongámonos de acuerdo en proyectos en el Congreso; luego cualquier otra discusión” afirmó el parlamentario Vlado Mirosevic
La invitación es clara: Ni tanto ni tan poco. Una invitación a debatir ideas y pensar juntos un proyecto de futuro. En el andar se verá si los sectores progresistas logran unidad de acción, al menos a nivel parlamentario, instalando un debate sustantivo acerca de los grandes desafíos que hoy enfrenta el progresismo, para contener la impetuosa arremetida de la derecha y la ultraderecha en el continente y a nivel global.
“Somos coaliciones distintas y eso tiene que verse reflejado en las urnas” ha afirmado el diputado Giorgio Jackson, líder de RD. Una opinión refrendada por el propio Miguel Crispi, afirmando que no visualiza un espacio donde el Frente Amplio no tenga una candidata o candidato presidencial.
De poco o nada sirve quemar etapas. Tanto los partidos de la ex Nueva Mayoría, como los que integran el Frente Amplio, se encuentran en procesos de rearticulación y renovación interna. Comparten desafíos similares y urgentes. El básico: transformarse en una oposición eficaz; que no se agote en su labor de fiscalización y desarrolle capacidad de propuestas que respondan a las demandas de la ciudadanía.
Las elecciones de mitad de mandato presidencial, plantearán un gran desafío a esta oposición diversa y plural para enfrentar a la derecha. Pero los necesarios acuerdos electorales no pueden ser meros pactos de conveniencia, deben sostenerse en consensos esenciales que unifiquen al progresismo en su amplia diversidad.
Las elecciones de mitad de mandato presidencial, plantearán un gran desafío a esta oposición diversa y plural para enfrentar a la derecha. Pero los necesarios acuerdos electorales no pueden ser meros pactos de conveniencia, deben sostenerse en consensos esenciales que unifiquen al progresismo en su amplia diversidad.
Los dirigentes de Revolución Democrática han hecho una contribución muy significativa, con su invitación a la concertación política y al diálogo de ideas del conjunto del arco progresista, que debiera ser acogido en su propio mérito y alcances por el resto de los partidos que lo integran.