Blek le Rat. El arte callejero combina el genio, la denuncia y la poesía. Por Tomás Vio Alliende

por La Nueva Mirada

Con una técnica tan particular y original como el stencil, el artista francés fue el pionero en utilizar la ciudad como medio de comunicación para expresar trasfondos políticos, desolación y vanguardia.

Xavier Prou (1951), más conocido como Blek le Rat, transformó las calles parisinas en enormes lienzos con su técnica del stencil que ha influenciado a cientos de pintores urbanos en el arte internacional de la plantilla. A diferencia de artistas como Bansky, cuyo verdadero nombre y rostro es un misterio para todo el mundo, la historia de Le Rat dejó de ser misteriosa cuando en 1984 fue detenido por la policía mientras rayaba con plantillas las calles de París. Sus inicios en el stencil ya venían desde 1981 como una manera de democratizar las expresiones artísticas. Comenzó dibujando ratas para luego seguir con humanos de tamaño natural, siempre pensando en manifestar una expresión social y política enfatizada en la denuncia y en la belleza de las cosas. Fueron sus ansias de controlar la ciudad lo que lo motivó desde un principio, por eso las ratas como sello, porque son animales inteligentes que se reproducen fácilmente tomando posesión de los espacios y, según el pintor, han sido los únicos capaces de sobrevivir al apocalipsis “Lo que hago se trata de un levantamiento, de una señal de rebelión”, ha dicho el artista sobre su actividad callejera.

Prou estudió arquitectura en L’Ecole Nationale Supérieure des Beaux-Arts, donde fue influenciado por profesores trotskistas que lo hicieron reflexionar sobre el mundo y la conciencia social. Su seudónimo lo tomó de Blek le Roc, una serie de historietas italianas, creadas en 1954, sobre la guerra de independencia estadounidense, muy popular en Francia, con un protagonista gigante e indestructible llamado Blek. El personaje marcó mucho la infancia de Prou. Aunque a veces las comparaciones son ridículas, físicamente podría ser considerado hoy en día como una mezcla entre el musculoso superhéroe He-Man y el colonizador Daniel Boone por su atuendo de cazador y su gorro de piel de Mapache.

Fue en Italia donde Blek le Rat conoció la técnica del stencil cuando de niño viajó con sus padres a Padua y vio una imagen de Mussolini pintada en la calle. Posteriormente estuvo en Estados Unidos, en 1971, donde conoció el desarrollo del grafiti en Nueva York, lo que finalmente lo inspiró a pintar las calles de París diez años más tarde. Con el tiempo, el artista llegó a considerar sus imágenes como un regalo para las ciudades. Sus héroes y protagonistas terminaron siendo individuos solitarios del espacio urbano: mujeres, niños, ancianos y otras figuras contemporáneas. A menudo el pintor se inspira en maestros del arte clásico como Caravaggio, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. “Es la divulgación de los museos, la que trato también llegue a la gente que vive en la ciudad”, ha dicho.

El trabajo de Blek tuvo un giro inusitado en 2005. Su arte se convirtió en un objeto netamente político. Haciendo uso de su extraordinaria capacidad de comunicar visualmente a través de las murallas, el pintor realizó cientos de copias de la periodista francesa Florence Aubenas, secuestrada en ese entonces en Irak. Su retrato apareció en todas partes, desde su lugar de trabajo en Libération hasta en cafés y oficinas. Esta acción de arte y denuncia tuvo como objetivo la creación de un llamado de atención para políticos y medios. “Me di cuenta de mi poder y responsabilidad como artista que trabaja en el espacio público”, señaló el pintor, quien posteriormente realizó una serie inspirada en los mendigos que viven en la calle, con el objetivo de denunciar abiertamente el drama de los sin casa.

Para los especialistas en arte callejero, Blek le Rat es definitivamente el padre y mentor del británico Bansky. Aunque el misterio dela verdadera identidad de este último provoque cierta inquietud y un atractivo especial para sus seguidores en todo el mundo, Bansky no puede negar las influencias que directamente tiene del artista parisino: Cada vez que pienso que pinté algo un poco original, me encuentro que Blek le Rat también lo hizo, solamente que mejor y veinte años antes”, ha dicho el millonario pintor que esconde su rostro en las sombras.

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