¡Chile Despertó para pedir Dignidad!

por La Nueva Mirada

Por Claudia Pascual G.
Antropóloga Social

Este fin de año ha mostrado una vez más que las desigualdades en Chile no son cosméticas ni un tema de resentidos. Las desigualdades son estructurales y profundas. Requieren de serios esfuerzos colectivos de país por resolver un nuevo modelo de desarrollo que deje de pensar en que solo el mercado y el crecimiento satisfacen las necesidades de las personas, que el Estado no puede ser constructor ni empresario, o que no puede ser el garante de educación, salud, vivienda, trabajo y pensiones dignas y de calidad; o que la democracia es solo tener elecciones cada 3 o 4 años sin más participación vinculante el resto del tiempo.

Este fin de año ha mostrado una vez más que las desigualdades en Chile no son cosméticas

Tras la consigna o canto Chile Despertó se esconden años de interpelaciones al Estado, a las empresas y al sistema político de terminar con las desigualdades, discriminaciones y realidades que violentan a la gran mayoría de los chilenos, chilenas o chilenes. Que la gran mayoría de las familias siga pensando que la mejor herencia para sus hij@s es la educación pero que sin embargo ésta no permite movilidad como antes porque el mérito en una sociedad tan desigual casi no influye, no es una realidad que nos violenta? Que l@s nin@s y adolescentes del Sename estén siendo tan o más vulnerados que en las realidades de origen, no es una realidad que nos violenta? O que frente a la imposibilidad de llegar a fin de mes cuando se abre una puerta en las políticas públicas para debatir cómo enfrentarlo se proponen solo bonos o aumentos en pensiones del 10%, no es una realidad que nos violenta? O que la desconfianza en la institución policial, que los propios carabineros han acumulado a partir de sus graves y reiteradas violaciones a los DDHH, inhiba a una mujer violentada, a un menor abusado, a una familia que sufre robos o portonazos, para acudir a ese organismo del Estado?¿ No es una realidad que nos violenta?

O que la desconfianza en la institución policial, que los propios carabineros han acumulado a partir de sus graves y reiteradas violaciones a los DDHH, inhiba a una mujer violentada, a un menor abusado, a una familia que sufre robos o portonazos, para acudir a ese organismo del Estado?¿ No es una realidad que nos violenta?

Chile despertó para decir que necesita dignidad. Dignidad que dan los ingresos autónomos no los subsidios ni bonos pequeños. Dignidad que da una carga tributaria redistributiva y garante de los derechos sociales, que los entienda como inversión social y no como gasto. Dignidad que permita que todas las niñas y mujeres sientan que realmente viven en un país que garantiza la vida libre de violencia, que transforma el sistema patriarcal y machista en uno sin violencia, opresión ni discriminación. Dignidad que se logra cuando el Estado reconoce constitucionalmente a sus pueblos originarios como naciones. Dignidad es que la población LGBTI+Q tenga los mismos derechos que la población heterosexual. Dignidad que da el que los recursos naturales, como el agua, sean de todos y no solo de las empresas. Dignidad es cuando se tiene un modelo económico que permite el desarrollo de tod@s y a todo nivel no solo desde el extractivismo de materias primas, sino con industria y tecnología que agreguen valor y den sustentabilidad al medio ambiente en crisis que tenemos en el país. 

Dignidad que permita que todas las niñas y mujeres sientan que realmente viven en un país que garantiza la vida libre de violencia, que transforma el sistema patriarcal y machista en uno sin violencia, opresión ni discriminación. Dignidad que da el que los recursos naturales, como el agua, sean de todos y no solo de las empresas.

 Se podría seguir enumerando, pero Dignidad es también definir un nuevo rayado de cancha, una nueva Constitución. Por eso es que el proceso y mecanismo para su elaboración deben estar dotados de la mayor legitimidad, porque el sistema político, los partidos y la institucionalidad están deslegitimados frente al pueblo, a la gran mayoría de la población. De ahí que convención constitucional no es lo mismo que asamblea constituyente, ambas son electas 100% por la ciudadanía, pero la AC una vez que se constituye define sus quórum y normas de funcionamiento, si plebiscita o no los disensos, etc. En cambio, hoy tenemos, hasta el momento, un proceso predefinido por el actual parlamento, institución parte del problema de legitimidad y credibilidad. Tenemos la oportunidad aún de que el órgano constituyente aumente su credibilidad porque sea compuesto con paridad de género, con escaños reservados para pueblos originarios, con garantías para independientes. Nos falta eliminar las trabas para dirigencias sindicales y vecinales, que se pueda plebiscitar disensos para que realmente la elaboración de la nueva constitución sea a partir de una hoja en blanco. 

Pero Dignidad es también definir un nuevo rayado de cancha, una nueva Constitución.

Tenemos la oportunidad aún de que el órgano constituyente aumente su credibilidad porque sea compuesto con paridad de género, con escaños reservados para pueblos originarios, con garantías para independientes.

Queda trecho por avanzar, qué duda cabe.  A eso queremos llegar, pero que nadie se equivoque SÍ hay que participar en el plebiscito de abril y en la elección de órgano constituyente para dar las batallas por los contenidos más democráticos, inclusivos, de igualdad y con justicia social que pueda tener la carta fundamental.

A eso queremos llegar, pero que nadie se equivoque SÍ hay que participar en el plebiscito de abril y en la elección de órgano constituyente

Chile despertó, pero no queremos que se vuelva a dormir, por eso no se puede soslayar, frente al itinerario constitucional o a la agenda social profunda y urgente, la necesidad de un profundo y diverso movimiento por los Derechos Humanos que permita esta vez que NUNCA MÁS una dictadura cívico militar ni las violaciones a DDHH de policías y militares para reprimir la legítima protesta social sean una realidad verdadera.

Chile despertó, pero no queremos que se vuelva a dormir

También te puede interesar

Deja un comentario