Coronavirus y su impacto en la economía mundial

por La Nueva Mirada

Por Osvaldo Rosales

El impacto del coronavirus en la economía mundial amenaza una recesión global para mediados de 2020 y un crecimiento mundial para el año inferior al 2%. Es una amenaza económica superior a lo que aconteció con la crisis subprime y sólo comparable con la Gran Crisis de 1930. Dislocación de las cadenas globales de suministro, contracción económica en China y en el comercio internacional, drástica caída en el precio de petróleo y otras materias primas, extrema volatilidad en las bolsas, fuertes variaciones en las paridades cambiarias y shocks desconocidos para el transporte aéreo, hoteles, comercio es lo que nos ha traído el primer trimestre 2020. Tras la cuarentena en varias ciudades chinas, la medida se hizo necesaria en Italia, España y Francia. La UE cierra sus fronteras al resto del mundo. Trump, quien hasta hace quince días se burlaba del coronavirus, implanta emergencia nacional, lanza un programa millonario, en tanto la Reserva Federal lleva la tasa de interés a cero y anuncia un programa masivo de liquidez para evitar quiebras de empresas y aumentos en el desempleo.

Es una amenaza económica superior a lo que aconteció con la crisis subprime y sólo comparable con la Gran Crisis de 1930.

Trump, quien hasta hace quince días se burlaba del coronavirus, implanta emergencia nacional

Lamentablemente el mundo sigue actuando sin coordinación para enfrentar la pandemia. A diferencia de la crisis subprime, esta vez el G20 no está actuando como el principal actor global, en tanto las disputas entre China y USA se extienden ahora a culparse mutuamente por el origen del virus.

Hoy más que nunca se requieren liderazgos inteligentes, audaces y sensibles a la magnitud del desafío. Los números de afectados y eventuales decesos que indican los modelos de proyección son escalofriantes.

Hoy más que nunca se requieren liderazgos inteligentes, audaces y sensibles a la magnitud del desafío. Los números de afectados y eventuales decesos que indican los modelos de proyección son escalofriantes. El impacto sanitario y económico será prolongado pues, por ejemplo, aquellos países que logren controlar la expansión del virus, gracias a sus cuarentenas, deberán prolongar dicha emergencia para protegerse de aquellos países que no lo han abordado con la misma seriedad, Esto afectará la actividad económica por no menos de 6 meses.       

Para proteger a los trabajadores, se requiere robustecer y ampliar los seguros sociales y de desempleo, apoyar financieramente a las Pymes, estimular el teletrabajo, sin precarizarlo.

en Alemania, Merkel anuncia que, de ser necesario, el gobierno nacionalizará empresas claves en el abordaje de la crisis sanitaria.

Para evitar que la pandemia se transforme en una catástrofe económica es necesario preservar el nivel de demanda, aún cuando se ingrese en cuarentena. Ello significa mantener los ingresos de quienes se ven infectados, de quienes deben cuidar a familiares infectados o de quienes están en cuarentena y no pueden asistir a sus trabajos. Para enfrentar la crisis sanitaria, se requieren recursos para fortalecer el sistema público de salud, contratando más personal médico y sanitario, aumentar el número de respiradores y otros insumos médicos. emplear a los estudiantes de las carreras de salud de los últimos grados, asegurar el suministro gratuito de exámenes de corona virus, así como de mascarillas y alcohol gel. Para proteger a los trabajadores, se requiere robustecer y ampliar los seguros sociales y de desempleo, apoyar financieramente a las Pymes, estimular el teletrabajo, sin precarizarlo. Surgen incluso iniciativas más audaces, tales como la de enviar un cheque a cada trabajador, mientras dure la cuarentena, medida propuesta por varios destacados economistas y que incluso Trump podría aplicar. Otra sugerencia es que el Estado asuma como comprador de última instancia, manteniendo el nivel de demanda agregada, y recuperando luego esos fondos, con impuestos, una vez que la crisis haya pasado[1]. En Francia, Macron ha congelado el pago de hipotecas y de servicios básicos y ha impuesto control de precios para aquellos productos de farmacia más requeridos en la crisis; en España, clínicas y centros privados de salud han quedado a disposición de las autoridades sanitarias y el gobierno lanza un programa de dimensiones históricas de 200 mil millones de euros para enfrentar los efectos económicos y sociales de la epidemia; en Alemania, Merkel anuncia que, de ser necesario, el gobierno nacionalizará empresas claves en el abordaje de la crisis sanitaria. Hay que pensar en grande; la consigna sólo puede ser frenar la expansión del virus, antes que colapsen los sistemas de salud y hacerlo además defendiendo el nivel de demanda y los ingresos de los trabajadores. Estamos en una nueva fase, una donde los preceptos del neoliberalismo suenan a un desvarío. Mientras antes entiendan esto las autoridades, se saldrá mejor y antes de esta severa crisis sanitaria y económica.  

Estamos en una nueva fase, una donde los preceptos del neoliberalismo suenan a un desvarío.

  1. El coronavirus llega a una economía mundial debilitada

La llegada del coronavirus sorprende a la economía mundial bastante debilitada. De hecho, en el último trimestre 2019, se desaceleraron las economías de USA y China; se estancaron las de Alemania y Reino Unido y se contrajeron las de Francia e Italia: la manufactura alemana y la norteamericana ya estaban en recesión, a fines del 2019.

             Tasas anuales de crecimiento en la economía mundial

  2018 2019 2020 a/ 20020 b/ 2020 (OCDE) c/
Mundo 3,6 2,9 3,4 3,3 2,4
USA 2,9 2,3 2,1 2,0 1,9
Zona euro 1,9 1,2 1.2 1,3 0,8
Alemania 1,5 0,5 1,0 1,1 0,3
Japón 0,3 1,0 0,9 0,7 0,2
China 6,6 6,1 5,8 6,0 4,9
Latina 1,1 0,1 1,8 1,6
Comercio Internacional bienes y servicios 3,7 1,0 3,2 2,9

a/ FMI, World Economic Outlook, octubre 2019
b/ FMI, W.E.O., actualización en enero 2020
OCDE, Economic Outlook, marzo 2020

El crecimiento económico global y la expansión del comercio internacional en 2019 fueron bastante inferiores a los resultados de 2018, salvo en el caso de Japón. Las estimaciones de crecimiento del FMI para el 2020, corregidas en enero 2020 ya indicaban menos optimismo que en las proyecciones entregadas en octubre 2019. Sin embargo, las proyecciones más recientes de la OCDE, entregadas en la primera semana de marzo- y, que por tanto incorporan los efectos del coronavirus-, muestran una caída violenta respecto a las proyecciones del FMI, las que serán actualizadas en el mes de abril. En la jerga de los organismos internacionales un crecimiento mundial inferior a 2,5% es equivalente a una recesión internacional, toda vez que el mundo en desarrollo crece más que las economías industrializadas. De modo que ese 2,4% de crecimiento que la OCDE proyecta para 2020 supone, por lo menos, una recesión en Japón y en la UE durante dos a tres trimestres del año.

De modo que ese 2,4% de crecimiento que la OCDE proyecta para 2020 supone, por lo menos, una recesión en Japón y en la UE durante dos a tres trimestres del año.

Mención aparte es la drástica desaceleración del comercio mundial. El FMI indica que el volumen del comercio de bienes y servicios creció sólo 1% en 2019, bien lejos de las tasas de 5-6% previas a la crisis subprime. La estimación de la OMC para el incremento del comercio de bienes en 2019 fue de sólo 0,5%. Estimaciones preliminares indican incluso una contracción del comercio mundial en el último bimestre 2019 y en el primer trimestre 2020.

La conclusión es palmaria: ya antes del coronavirus, la economía mundial venía desacelerándose, afectada por la guerra comercial, con un severo impacto en la dinámica del comercio.     

ya antes del coronavirus, la economía mundial venía desacelerándose, afectada por la guerra comercial, con un severo impacto en la dinámica del comercio.     

Principales diferencias entre la crisis subprime y la del coronavirus

Crisis subprime 2009 Crisis coronavirus 2020
Crisis financiera Crisis en producción (ruptura de cadenas de valor, que impacta en crisis financiera
Crisis concentrada en USA, UE y Japón Crisis que empieza en China y rápidamente es crisis global
Crisis generó un shock de demanda Shock de oferta y de demanda
Impacto más severo duró 3-4 meses. Impacto más severo no será inferior a 6 meses
Fuerte salida de capitales desde economías en desarrollo Salida de capitales aún más intensa
Recuperación fue rápida (en V), motivada por un fuerte paquete de reactivación chino Recuperación será más lenta. China no está en condiciones de impulsar un paquete fiscal de 14 puntos del PIB
Alto crecimiento chino impulsó al alza los precios de materias primas Menor crecimiento chino deprime los precios de materias primas
América Latina se recuperó fuerte. Luego de una contracción de 2% en 2009, creció 5,9% en 2010 y 4,6% en 2011 América Latina creció 0,1% en 2019 y se contraería en 2020. La duda es si será una recesión suave o más profunda.
Impacto severo sobre inversión y producto tendencial Impacto podría ser mayor que en la subprime
Tras una fuerte recuperación del comercio mundial en 2010 y 2011, éste crece a tasas muy inferiores a la pre-crisis Comercio mundial de bienes creció 1.5% en 2019. Crecimiento podría ser cercano a cero o negativo en 2020
Comercio cayó por falta de liquidez Comercio caería por ruptura en cadenas de valor, cierre de fronteras, barreras al movimiento de personas y cuarentenas en varios países grandes.
Petróleo no se vio mayormente afectado Caída drástica en precio del petróleo, afectando adversamente las bolsas por la relevancia de las industrias petroleras y petroquímicas en las bolsas mundiales
Rápida reacción del G20 impidió defaults soberanos Riesgo de defaults en Argentina, Ecuador, Venezuela
USA pudo organizar respuesta coordinada de política monetaria y fiscal expansiva, limitando respuestas proteccionistas USA no está hoy en condiciones de organizar respuesta coordinada con China, Rusia. Amenaza proteccionista sigue activa.
Existía espacio monetario y fiscal para reaccionar con programas reactivadores Tanto el espacio monetario como el fiscal son más limitados que en la subprime
  • El coronavirus debilita el crecimiento en China y luego en la economía mundial

La información oficial sobre la actividad económica china en el primer trimestre estará recién a mediados de abril. Sin embargo, las cifras que aparecieron a mediados de marzo indican que la producción industrial china cayó 13.5% en el bimestre enero-febrero respecto de igual bimestre 2019; las ventas de retail cayeron 20.5% y la inversión en capital fijo cayó 24,5%. El indicador anticipado de los servicios también sugiere una drástica caída en el bimestre. Con estos datos, es claro que China se contrajo en el primer trimestre y por primera vez desde la Revolución Cultural.

Con estos datos, es claro que China se contrajo en el primer trimestre y por primera vez desde la Revolución Cultural.

A fines de febrero, JP Morgan estimaba que si el crecimiento chino fuese de 2% en el primer trimestre (T1), la recuperación en T2 sería brusca (9%) y con crecimientos en torno al 6% en el segundo semestre, la economía china podría cerrar el 2020 con un crecimiento de 5,7%, cercano pero inferior al 6%, que es la meta oficial. Hoy es claro que el 6% de crecimiento estará lejos de concretarse. Esta proyección quedó superada por la dinámica de la expansión del virus. 

el primer trimestre 2020 mostrará una contracción global en el comercio y en el producto mundiales, con la caída concentrada en China, Europa y USA.  

A inicios de marzo, el supuesto predominante en los bancos de inversión era que: i) China controlaba el Cvid-19 en marzo-abril y ii) el virus no se expandía masivamente al resto del mundo. De esos dos supuestos, el primero está cerca de concretarse, pero el segundo está fallando dramáticamente. En efecto, la expansión de la epidemia a Europa y Estados Unidos ha llevado al cierre de fronteras en Europa; a la prohibición de vuelos entre Europa y USA; cuarentenas severas y cierre masivo de negocios en Italia, España. No cabe ya dudas que el primer trimestre 2020 mostrará una contracción global en el comercio y en el producto mundiales, con la caída concentrada en China, Europa y USA.  

En efecto, la actividad industrial en China empieza recuperarse gradualmente, incluso en Wuhan, origen de la epidemia. Sin embargo, el virus ha llegado a todos los continentes y particularmente en Europa está atacando con intensidad. Irán, Corea del Sur e Italia están entre los países más afectados y en Europa el virus se manifiesta con intensidad además en Francia, Alemania y España. Si China se demoró dos meses en alcanzar el peak de la infección y de allí hacerla descender, es probable que ello tome algunos meses más en Europa, dadas las drásticas medidas de cuarentena y la masividad de la respuesta china en recursos humanos, financieros y tecnológicos, así como en control político, para enfrentar la emergencia. Por tanto, en el mejor de los casos, estaríamos hablando de que la intensidad del contagio estaría declinando en Europa sólo al inicio del verano boreal. Si ello fuese así, la economía mundial podría estar en recesión a inicios del segundo semestre, esto es, contracción consecutiva en el primer y segundo trimestre. Datos preliminares detectan también una contracción del comercio internacional en el primer trimestre.

Si China se demoró dos meses en alcanzar el peak de la infección y de allí hacerla descender, es probable que ello tome algunos meses más en Europa

China representa el 17% del PIB mundial, por tanto, cada punto menos de su crecimiento le resta 0,17 puntos porcentuales al crecimiento de la economía mundial.

China representa el 17% del PIB mundial, por tanto, cada punto menos de su crecimiento le resta 0,17 puntos porcentuales al crecimiento de la economía mundial. Vale decir, si China creciese a sólo 1% en el primer semestre en vez del 6% inicialmente proyectado, por ese sólo efecto, la economía mundial en vez de crecer al 3% crecería 0.7 puntos porcentuales menos, es decir, más cerca del 2%. Si a eso agregamos un mal resultado en USA, entonces crece la probabilidad de contracción en el primer trimestre 2020.  De hecho, Goldman Sachs proyecta un crecimiento nulo de USA en el primer trimestre y una caída de 5% en el segundo, para cerrar el año 2020 con un crecimiento de apenas 0,4%. [2] Por tanto, la suma de malos desempeños en las dos principales economías que explican casi el 40% del PIB mundial asegura un mal primer semestre y un crecimiento global para 2020 entre 1 y 2%.[3]

Por tanto, la suma de malos desempeños en las dos principales economías que explican casi el 40% del PIB mundial asegura un mal primer semestre y un crecimiento global para 2020 entre 1 y 2%

  • Mal manejo de la emergencia en USA agrega tensiones financieras.

Al igual que en Chile, autoridades estaduales y locales empezaron a cerrar escuelas y negocios, a prohibir espectáculos, antes que el gobierno se pronunciase al respecto.

Además de los impactos productivos y de demanda que genera la expansión del virus, la frivolidad y falta de profesionalismo con que la Casa Blanca abordó inicialmente la emergencia agregó incertidumbre al escenario. Durante tres semanas, Trump festinó el tema del coronavirus, agregando – como siempre – que USA estaba en una condición formidable y que no había por qué preocuparse. Mientras tanto, autoridades sanitarias empezaban a alertar sobre la gravedad el fenómeno, destacando el grave atraso de USA en abordar la crisis. Al igual que en Chile, autoridades estaduales y locales empezaron a cerrar escuelas y negocios, a prohibir espectáculos, antes que el gobierno se pronunciase al respecto. Especialistas en epidemiologías utilizando modelos de proyección del coronavirus sugerían que, si el gobierno no reaccionaba con medidas drásticas, podría morir cerca de un millón de personas y verse afectadas no menos de 100 millones. De ellos, 21 millones necesitarían   hospitalizarse y se dispone sólo de 925 mil camas de hospital. Analistas especializados argumentaban que la menor cantidad de personas infectadas en USA respecto de otros países se debía exclusivamente a que se estaban realizando muy pocos exámenes. Así, por ejemplo, entre el 18 de enero y 12 de marzo, USA realizó 13.264 pruebas; el Reino Unido 13.264 y Corea del Sur 25 mil. Es obvio entonces que, si aplico el test a menos personas, menos serán los afectados.[4]   Por tanto, si al 14 de marzo, la cifra oficial de infectados era de 3.700, especialistas cifraban la cifra más probable en cerca de 50 mil personas, es decir, el doble de Italia a ese momento.

Analistas especializados argumentaban que la menor cantidad de personas infectadas en USA respecto de otros países se debía exclusivamente a que se estaban realizando muy pocos exámenes.

Esto empezó a ser un debate en la prensa y en el sector sanitario, el que alegaba además no contar con los kits de exámenes ni con los insumos adecuados para abordar esa tarea. A todo esto, la NBA suspendía la temporada, Disneylandia cerraba sus instalaciones y se cancelaban decenas de conciertos y estrenos. Como en paralelo, gobernadores y autoridades locales empezaron a tomar medidas de cierre de escuelas y locales comerciales, la Casa Blanca se vio obligada a reaccionar y, por supuesto, reaccionó de modo improvisado. Decidió impedir la llegada de vuelos procedentes de Europa, salvo del Reino Unido (¿?). No quedó claro si se impedían todo tipo de vuelos- pasajeros y carga – y tampoco hubo claridad que pasaba con los norteamericanos que debían volver a su país. Esto provocó una invasión de norteamericanos que llegaron de vuelta a USA, antes que la medida entrase en vigor. Por tanto, si la medida buscaba reducir contagios, se obtuvo exactamente lo contrario pues numerosos aeropuertos se congestionaron con la llegada intempestiva de norteamericanos que volvían apresurados desde diversos países europeos, apretujados y colapsando durante horas los trámites en diversos aeropuertos. Un par de días después, y luego de criticar a Obama por las insuficiencias de la logística hospitalaria, declaró emergencia nacional, asegurando que en los próximos días estarían disponibles 500 mil exámenes. Además, mencionó fondos adicionales para los niveles federal, estadual y local para atender la emergencia.          

Por tanto, si la medida buscaba reducir contagios, se obtuvo exactamente lo contrario pues numerosos aeropuertos se congestionaron con la llegada intempestiva de norteamericanos que volvían apresurados desde diversos países europeos, apretujados y colapsando durante horas los trámites en diversos aeropuertos.

se trata de un programa masivo de liquidez monetaria, orientado a evitar crisis de liquidez en las empresas, de modo de amortiguar los efectos recesivos que ya amenazan a la economía norteamericana.

A continuación, el domingo 15 de marzo, la Fed llevó la tasa de referencia a cero y anunció un programa de relajación monetaria de US$ 700 mil millones, llevando además los requisitos de reserva de los bancos a cero. Es decir, se trata de un programa masivo de liquidez monetaria, orientado a evitar crisis de liquidez en las empresas, de modo de amortiguar los efectos recesivos que ya amenazan a la economía norteamericana. Se trata del programa más masivo desde la crisis subprime y busca coordinarse con otros similares en países europeos, Canadá y Australia. El día lunes 16, sin embargo, la reacción de la bolsa fue decepcionante. Wall Street reaccionó a la baja, obligando a suspender el funcionamiento de la bolsa por tercera vez en dos semanas. El Dow Jones (industrial), el S&P (las 500 empresas más grandes) y el Nasdaq (empresas tecnológicas) mostraron caídas de 9 a 10%. Por cierto, este impacto se potencia al llegar a nuestra región: la bolsa de Sao Paulo cayó 12%; 8% la de Buenos Aires y el IPSA de Santiago cayó 14%, con caídas en el valor de las acciones de 26%; de 23% en Parque Arauco y 20% en Falabella.

El día lunes 16, sin embargo, la reacción de la bolsa fue decepcionante. Wall Street reaccionó a la baja, obligando a suspender el funcionamiento de la bolsa por tercera vez en dos semanas. .

La evaluación de “los mercados” (expresión tan cara a la siutiquerío local) fue que los desafíos del coronavirus son más severos que lo que perciben las autoridades; que las medidas adoptadas son insuficientes y que se avecina un fuerte apretón económico, quizás más severo que el de la subprime. Ante esto, la Casa Blanca rectificó y el 17 de marzo anunció un paquete masivo de apoyo a la economía. La reacción en las bolsas fue esta vez positiva.      

  • Las bolsas mundiales continúan en una montaña rusa.

El índice mundial de acciones subió 25% en 2019, con un peak histórico en 19 de febrero-2020. De pronto, la última semana de febrero cayó 10-12%. A inicios de marzo, Wall Street entró en pánico cuando el rendimiento de un bono del gobierno, el Tesoro estadounidense a 10 años, cayó por debajo del 1 por ciento. Eso nunca había ocurrido antes. Ahora ese rendimiento está por debajo del 0.5 por ciento, una situación asombrosa que ni siquiera ocurrió durante la Gran Recesión.[5]

La disputa entre Rusia y Arabia Saudita por el recorte petrolero agravó el escenario, derrumbándose el precio del petróleo. Esto, a su vez, que podría ser una buena noticia para los consumidores y para los países importadores de petróleo, es una muy mala noticia para países exportadores y para la industria petrolera, un actor muy relevante en las bolsas. Por ende, opera como un nuevo factor desestabilizador en las finanzas internacionales. De este modo, la brusca caída en las bolsas del lunes 9 y el derrumbe del precio del petróleo acentuaron la volatilidad y la incertidumbre en los mercados financieros.

  • Breve listado de principales impactos sobre la economía mundial

Ya hemos reseñado los impactos del coronavirus sobre la actividad económica y el comercio internacional. Listemos los principales:

  1. Materias primas: Indice Bloomberg de precios de materias primas cae 9% desde 6 de enero al 3 de febrero y ahora en marzo sigue cayendo. Los precios del petróleo caen más de 30%,
  2. Comercio internacional: un indicador holandés que anticipa la evolución del comercio mundial anticipa una contracción del comercio mundial en el primer trimestre;
  3. Volatilidad en las bolsas internacionales: la “montaña rusa” de Wall Street y las repercusiones en bolsas del resto del mundo acentúan incertidumbre financiera, afectando las paridades cambiarias y estimulando la especulación.
  4. Salida de capital desde países en desarrollo: según el FMI, desde el inicio de la crisis del coronavirus han salido US$ 40.000 millones desde los países en desarrollo, la peor salida desde que hay registro. Con la crisis subprime, a un mes y medio de iniciada, dicha salida era de US$ 20.000 millones y con la crisis cambiaria china de 2015, la salida fue de US$ 15 mil millones. Los inversionistas prefieren seguridad sobre rentabilidad y huyen al dólar y a los bonos de largo plazo, saliendo desde las economías en desarrollo, aunque sea sacrificando rentabilidad pues estos bonos están rentando menos de 1%.;
  5. La caída en los precios de las materias primas, la salida de capitales y la volatilidad financiera acentúan las presiones a la devaluación de las monedas domésticas; estas devaluaciones generan presiones inflacionarias. El menor precio en dólares de las materias primas desalienta exportaciones, pero también reduce los ingresos fiscales asociados tanto a aquellas propiedades estatales de recursos naturales como a la tributación de las respectivas materias primas.
  6. Efectos severos sobre aerolíneas, puertos, transporte marítimo de carga y de pasajeros, hoteles, restaurants, agencias de turismo, comercio, eventos de negocios, deportivos y culturales;
  7. Restricciones al movimiento de personas: prohibición de ingreso a personas provenientes de países con alto número de contagios. Eso frena además posibilidades de viajes. Se han restablecido las fronteras en Europa y varios de ellos están bloqueando el ingreso proveniente de determinadas localidades;
  8. Cierre de las fronteras de Europa respecto del resto del mundo.
  9. Cuarentena absoluta en Italia, España y Francia: esto obviamente agrega fuertes shocks de oferta y de demanda a las dificultades existentes;
  10.  Efectos severos sobre las cadenas de valor: la cuarentena en varias provincias chinas y ahora en tres economías europeas afecta la disponibilidad de insumos, partes y piezas, generando escasez de algunos rubros y afectando por esta vía a las respectivas cadenas de suministro.
  • Dilemas en el accionar de las transnacionales y las cadenas de valor.

La crisis del coronavirus, aparentemente iniciada en Wuhan, China, está afectando drásticamente el desempeño de las cadenas de valor, dado el relevante papel de China en ellas. El rol de China viene creciendo vertiginosamente. Desde constituir un 4% del PIB mundial en 2003 (el año del SARS) a un 17% en la actualidad, el rol de China en las cadenas de valor ha crecido más aún. Si China en 2003 respondía por el 7% de las importaciones mundiales, en 2019 era responsable por un 25% de ellas. A titulo de ejemplo, hasta antes de esta crisis, cada día viajaban 50 ejecutivos de Apple a China vía United Airlines. Hoy, los vuelos en USA desde y hacia China están prohibidos.

La crisis del coronavirus, aparentemente iniciada en Wuhan, China, está afectando drásticamente el desempeño de las cadenas de valor, dado el relevante papel de China en ellas.

  • General Motors vende anualmente 3 millones de vehículos en USA y 4 millones en China.
  • Starbucks posee 4.125 cafés en China
  • China representa el 30% de las ventas globales de Procter and Gamble
  • Ventas de retail chino son similares a las de USA pero en 2019 crecieron 6% y en USA, 2%. Mientras el ingreso real de los chinos aumentó 120% en la última década, en USA creció sólo 17%..De allí la relevancia que las principales transnacionales le otorgan a instalarse en el mercado chino para aprovechar esta notable expansión del mercado doméstico.
  •  La cuarentena en Wuhan ocasionó la ruptura en las cadenas de valor automotriz, obligando al cierre transitorio de Toyota, Kia, Hyundai, Daimer Benz y Fiat, entre otras.
  • La provincia de Hubei, donde se ubica Wuhan, es el corazón del “valle óptico” de China: ¼ de los cables y dispositivos de fibra óptica del mundo se producen en Hubei, por ende, este sector productivo se ha visto afectado a nivel global.

Surge así un importante dilema para las transnacionales: decidir en el trade-off entre bajos costos (radicándose en China) y mayor seguridad de suministro (proveniente de otro lugar). Si la emergencia del coronavirus se prolonga varios meses en China, es probable que las multinacionales deban decidir nuevas localizaciones, con lo cual las prácticas just-in-time y bajos inventarios se verían afectadas durante varios meses hasta probar y comprobar la nueva logística. En el intertanto, la combinatoria de lenta recuperación de la normalidad en China y acelerada dinámica del virus en Europa y USA, asegura varios meses más de debilitamiento en la actividad económica. Es posible además que el agravamiento de la crisis sanitaria en USA y Europa geste un temor por el exceso de dependencia de China en antibióticos, químicos industriales, ingredientes en formación de activos (claves en la fabricación de medicamentos) e industrias médicas. Esto significaría un desacoplamiento adicional entre USA y China y quizás también de la UE con China. Si eso se concreta, podríamos ver un rebrote de prácticas proteccionistas y de políticas industriales no competitivas, lo que ciertamente no colaboraría a una recuperación de la actividad económica global.

Si la emergencia del coronavirus se prolonga varios meses en China, es probable que las multinacionales deban decidir nuevas localizaciones, con lo cual las prácticas just-in-time y bajos inventarios se verían afectadas durante varios meses hasta probar y comprobar la nueva logística.

  • Reflexiones finales
  • Desafío y oportunidad para China

 Para China, crecer bajo el 5% rompe el pacto social implícito, lo que afectaría severamente la legitimidad de Xi Jinping. El líder chino está apostando a que el mundo olvide la negativa reacción inicial que negó la evidencia del virus y ocultó información. Lo que se ha denominado el Chernobil chino podría plantear también la posibilidad de mostrar mayor capacidad de control de la epidemia que en Occidente. De la misma forma, China parece embarcarse en una fase de acentuada cooperación internacional con aquellos países más afectados, una vez que parece haber controlado la expansión del virus en su territorio.

  • El coronavirus amenaza la reelección de Trump

El negacionismo de Trump frente al corona virus y luego sus fallidas políticas, en un contexto en que la economía norteamericana podría entrar en recesión, está afectando el principal activo de Trump, el desempeño económico. Si la economía sigue desacelerándose o derechamente cae en recesión y si le corona virus se expande de un modo severo, las perspectivas políticas de Trump se irán deteriorando. Por ello es que en pocos días pasó de festinar el tema, a involucrarse en un gigantesco programa de recuperación económica.

  • Urgencia de nuevos enfoques

Las medidas de la Fed y de la banca europea y japonesa sigue insistiendo en una política monetaria ultra-expansiva. Sin embargo, tras más de una década de transcurrida la crisis subprime, la evidencia es clara: más de una década de dinero barato y de tasas reales de interés negativas no consiguen impactar ni la inversión ni la productividad. El dogma conservador insiste en esta política monetaria, descartando tanto política fiscal como otras más ligadas a mejorar las condiciones del mercado del trabajo.

Los mercados financieros globales llevan una década flotando sobre una ola gigante de deuda. Agregar otra ola de liquidez sólo generaría condiciones para una nueva crisis en los próximos años.

La economía mundial sigue apoyada en el bastón monetario, doce años después de la crisis subprime. Este abundante dinero barato ha disparado los precios de las acciones y bonos, sin mayor impacto en inversión ni productividad. Ante la expansión del Cv-19, el “clamor de los mercados” fue por mayor estímulo monetario, lo que volverá a favorecer los precios de los activos financieros. Los mercados financieros globales llevan una década flotando sobre una ola gigante de deuda. Agregar otra ola de liquidez sólo generaría condiciones para una nueva crisis en los próximos años.

tal como el coronavirus está poniendo en tensión a los gobiernos, también lo hace respeto de los sistemas económicos, toda vez que afecta más a aquellos con menor integración social o con un sistema público de salud debilitado.

El énfasis debiera estar en ampliar y robustecer los seguros de desempleo para mantener el ingreso laboral de quienes deben permanecer en cuarentena, cuidar a familiares enfermos o quedarse en sus casas, cuidando a sus hijos que no tienen clases; asignar recursos para fortalecer las redes hospitalarias y el acceso a un número considerablemente mayor de kits de exámenes; subvenciones y préstamos sin interés a las pymes; programas especiales de infraestructura intensivos en empleo; apoyar los sistemas de salud en las regiones más vulnerables con recursos financieros y con insumos y equipos especializados; ampliar la contratación de personal médico de emergencia; generar muchas camas adicionales para el tratamiento de los infectados. Como es obvio, nada de esto se resuelve con menores tasas de interés. Sin embargo, tal como el coronavirus está poniendo en tensión a los gobiernos, también lo hace respeto de los sistemas económicos, toda vez que afecta más a aquellos con menor integración social o con un sistema público de salud debilitado.


[1] “The virus is an economic emergency too”, Martin Wolf, Financial Times, 17 de marzo, 2020.

[2] The Bloomberg Open Americas Edition, 16 de marzo, 2020.

[3] Moody`s ubica la probabilidad de recesión en USA en un 70%. The Hill, “Testing economy sparks talk of second stimulus package”, 16 de marzo, 2020.

[4] “Johns Hopkins professor estimates at least 50.000 people have coronavirus in US”, The Hill, 14 de marzo, 2020

[5] Un bajo rendimiento del bono refleja una alta demanda por el mismo. Esta alta demanda por un retorno tan bajo está sugiriendo que los inversionistas desean escapar del corto plazo, de una situación de crisis, desechando rentabilidad y optando por asegurar el capital.

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