El Covid-19 y la disputa USA-China

por La Nueva Mirada

Por Osvaldo Rosales

La batalla contra el covid-19 se está transformando en un nuevo acto de la disputa hegemónica entre USA y China. Ello quiere decir que muy pronto la historia podrá evaluar el desempeño relativo de cada una de estas dos potencias ante esta inédita circunstancia de la humanidad. Reflexionemos en torno a esta temática.

La batalla contra el covid-19 se está transformando en un nuevo acto de la disputa hegemónica entre USA y China.

Criterios de éxito

En algunos años más, cuando la historia empiece a escribir el balance inicial de la lucha contra la pandemia, seguramente entre los criterios de éxito aparecerán al menos los siguientes: i) eficiencia en el control de los contagios; ii) rapidez en la recuperación de la economía; iii) menor tiempo en conseguir la vacuna contra el virus; iv) buena coordinación interna; v) activa cooperación internacional en el combate a la pandemia y en apoyar con recursos financieros a los países más pobres.

  1. Eficiencia en el control de los contagios            

Con la información disponible al 20 de abril, los datos muestran que USA es el país con mayores casos de covid-19 y con el mayor número de muertes asociadas al virus. De la misma forma, el número de casos recuperados de la infección en USA sigue siendo inferior al que se dio en China.

  Casos Covid-19 Fallecimientos Recuperados
Mundo 2.406.091 165.656  628.231
USA    759.696   40.683    70.953
China      83.817     4.636    77.706

 Fuente: El País, 20-abril-2020

La reciente revisión al alza de los decesos por covid-19 acaecidos en Wuhan en un 50%, ha alimentado dudas sobre la transparencia en estas cifras.

La reciente revisión al alza de los decesos por covid-19 acaecidos en Wuhan en un 50%, ha alimentado dudas sobre la transparencia en estas cifras. La explicación de la autoridad es que las primeras muertes no habrían sido bien detectadas, dado que la infraestructura de atención se estaba recién montando. 

  1. Recuperación de la economía.       

El virus partió en China y allí fue donde primero impactaron las malas cifras económicas. De esta forma, en el bimestre enero-febrero 2020 comparado con similar bimestre 2019, la inversión en capital fijo cayó 25%; las ventas minoristas en 20% las ventas minoristas; en 16% el valor de las exportaciones y en 13% tanto la producción industrial como la de servicios. La tasa de desempleo que estaba en 5,2% en diciembre pasado saltó al 6,2& en febrero 2020.  Datos posteriores mostraron una caída anualizada de 6,8% en el PIB del primer trimestre, la primera contracción económica en China en los últimos 46 años.

En el caso norteamericano, los datos parecen más comprometedores. G. Sachs proyecta una caía de 24% en el PIB del segundo trimestre y una eventual recuperación del 12% en el tercero. En un mes- desde la 2ª. semana de marzo a la 2ª. de abril- las solicitudes de seguro de desempleo saltaron de 200 mil a 22 millones. La situación es más compleja, si se considera que en USA hay alrededor de 30 millones de trabajadores que no tienen acceso a ese seguro de desempleo, sólo disponible para aquellos trabajadores del sector formal y, por ende, con contrato.

Vale decir, hasta ahora y con la información disponible, los datos de crecimiento y empleo asoman como mucho más favorables en China que en USA.

Para el año 2020 completo, la estimación más reciente del FMI (14 de abril 2020) proyecta una caída de 3% en la economía mundial, con una caída de 5,9% para la economía norteamericana y un incremento de 1,2% en el PIB de China. Vale decir, hasta ahora y con la información disponible, los datos de crecimiento y empleo asoman como mucho más favorables en China que en USA.

  1. Menor tiempo en conseguir la vacuna.        

Empresas y laboratorios de USA, Europa, Australia, Canadá y China están embarcados en una vertiginosa carrera por la obtención de la ansiada vacuna. Por cierto, quien venza en esta carrera acumulará importantes honores en la carrera tecnológica. Habrá que esperar. Una vez conseguida la vacuna, la batalla siguiente será conseguir su más amplia disponibilidad a nivel mundial y a los menores costos posibles. Ello presupone que los elevados costos asociados a la propiedad intelectual por la vacuna deberán ser absorbidos por la comunidad internacional a través de mecanismos que no impidan el libre acceso de los países más pobres a ella.

  1. Buena coordinación interna.             

Tanto durante la crisis sanitaria nacional como después de ella, el mundo examinará con particular interés el desempeño de las grandes potencias en sus políticas públicas y calidad de la gobernanza destinadas a combatir la pandemia. Por ahora, China arrastra el lastre de no haber comunicado de inmediato el hallazgo del virus y sus características a la OMS. En cualquier caso, las autoridades chinas rebaten este argumento mencionando que ya el 3 de enero enviaron información actualizada a la OMS.

Por ahora, China arrastra el lastre de no haber comunicado de inmediato el hallazgo del virus y sus características a la OMS.

Una vez que la autoridad china reacciona, corrigiendo su accionar inicial en Wuhan, tensionó todo su aparataje institucional, político y tecnológico para controlar el virus. La intensidad y eficacia de la cuarentena en Wuhan llamó la atención de Occidente. Un comentario recurrente ha sido mencionar que ello es posible en China, dado un régimen autoritario que restringe las libertades individuales. Al respecto, vale la pena no olvidar que, en 5.000 años de historia, China no ha conocido momentos de democracia liberal, al estilo occidental. Por otra parte, en su cultura, la dedicación, la disciplina, el esfuerzo y el bien común sobre las libertades individuales son valores asumidos y de larga data en China.

Un comentario recurrente ha sido mencionar que ello es posible en China, dado un régimen autoritario que restringe las libertades individuales. Al respecto, vale la pena no olvidar que, en 5.000 años de historia, China no ha conocido momentos de democracia liberal, al estilo occidental.

A continuación, por ejemplo, se transcriben algunas referencias de cómo reaccionaron las autoridades de Shanghai para enfrentar la epidemia.

El 22 de enero se declara la cuarentena en Wuhan, cuando los afectados eran 500 personas y la maquinaria china entró en acción. Ello no se restringió a Wuhan, sino que se transformó en una tarea nacional. A continuación, por ejemplo, se transcriben algunas referencias de cómo reaccionaron las autoridades de Shanghai para enfrentar la epidemia.

  • Comités vecinales y empresas debían enviar informe diario al gobierno con datos precisos de ciudadanos afectados.
  • Las personas debían llenar diariamente un formulario donde se precisaba el documento de identidad, la temperatura a las 10 AM; los lugares visitados en los últimos 14 días, contacto con afectados y síntomas. Este informe se enviaba por celular.
  • Usando Big Data, el gobierno implantó un sistema de código tipo semáforo que aparece en el celular al escanear un QR. El código generaba tres luces posibles: Verde (sin problemas), naranja (contacto con afectados) y rojo (enviado a cuarentena).
  • El sistema cruza información de salud, transporte y policía, con información diaria que surgía de comités vecinales y desde las empresas.
  • Las personas debían escanear ese QR en el lugar de trabajo, en el barrio, en restaurants, etc. Así, si un vecino o compañero de trabajo es ingresado por virus, el código de los vecinos saldría rojo; se le negaría el acceso a lugares públicos y debería guardar cuarentena en casa.
  • Se proveyó atención médica online 24 hrs., incluyendo test de diagnóstico y envío de medicamentos al hogar. Si los síntomas eran preocupantes, pasaban a buscar a la persona y la llevaban a salas especiales: Si se comprobaba un caso infectado, se lo enviaba al hospital especializado.
  • Se toma la temperatura en cualquier lugar público, abierto o cerrado. En las oficinas es obligatorio a las 10 y a las 15 horas. En los ascensores hay una marca en el suelo que indica la distancia que se debe mantener con la próxima persona.
  • La cuarentena disparó el e-commerce y el delivery de comidas.  Cuando llega el delivery, un papel indica el nombre del cocinero y de todos quienes participaron en la cadena del envío, asegurando que sus temperaturas eran inferiores a 37,5 grados.
  • Los test de corona virus son gratuitos y también los medicamentos. Además, se continúan pagando los salarios de quienes están en cuarentena. 

En síntesis, convergieron en la respuesta china una elevada conectividad (aprovechando el uso de las redes 5G y el almacenamiento en la nube de masas gigantescas de datos), una institucionalidad poderosa, el despliegue de multitudes de personal médico y sanitario, una provisión también gigantesca de equipamiento médico y sanitario (mascarillas, tenidas de protección para el personal sanitario, respiradores mecánicos) y el montaje en 10 días de hospitales de emergencia para atender a 1.000 personas.. 

En la prensa norteamericana hay un gran debate respecto de las fechas en que la información enviada por China estuvo en el escritorio de Trump. El Washington Post informa que el 5 de enero Trump habría sido informado por el Secretario de Salud Alex Aznar sobre la amenaza y un posible brote del convid-19. Esta información además habría sido enviada al Consejo de Seguridad Nacional. Aznar agrega que el 30 de enero volvió a insistir con esta información ante Trump, quien lo habría calificado de “alarmista”. Durante casi dos meses, Trump festinó el tema; habló de una gripe china; insistió en que el virus no llegaría a USA y si llegaba subrayó lo bien preparado que se encontraba USA para lidiar con el fenómeno. Sólo el 13 de marzo, cuando los casos ya empezaban a crecer de un modo notable, Trump declaró la emergencia nacional, es decir, dos meses después de haber recibido la información de parte del ministro respectivo.

En la prensa norteamericana hay un gran debate respecto de las fechas en que la información enviada por China estuvo en el escritorio de Trump. El Washington Post informa que el 5 de enero Trump habría sido informado por el Secretario de Salud Alex Aznar sobre la amenaza y un posible brote del convid-19.

Son conocidas las disputas veladas y no tan veladas entre Trump y el doctor Anthony Fauci, prestigiado epidemiólogo, Director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y miembro principal del grupo que asesora a la Casa Blanca en el combate a la pandemia. Fauci ha sido partidario del “shutdown” (cierre) de la economía como mecanismo paralelo al combate al virus. Su mensaje ha sido “mientras no tengamos bajo control al virus, no tendremos recuperación económica”. La mirada de Trump y los grupos más conservadores, al contrario, ha sido reabrir la economía a la brevedad para evitar una caída mayor en la actividad económica. De hecho, grupos importantes de legisladores republicanos vienen cuestionando a Fauci, incluso pidiendo su remoción, por contradecir las opiniones de Trump. En el fin de semana 17-19 de abril salieron a la calle en Minnesota, Michigan y Virginia grupos de extrema derecha y pro- armas, incluso armados, rompiendo la cuarentena y reclamando el fin de la cuarentena y el “retorno de las libertades”. Los gobernadores de esos tres estados son demócratas y Trump salió a apoyar a estos grupos violentistas, los que incluso contravenían las propias instrucciones de Trump en torno a evitar reuniones de más de 10 personas y a no menos de 2 metros de distancia. Después del tweet de Trump. El doctor Fauci comentó que estas protestas contra el shutdown fracasarán y además insistió en que un levantamiento anticipado retrasará más aún la apertura de la economía. 

Fauci ha sido partidario del “shutdown” (cierre) de la economía como mecanismo paralelo al combate al virus. Su mensaje ha sido “mientras no tengamos bajo control al virus, no tendremos recuperación económica”.

De hecho, grupos importantes de legisladores republicanos vienen cuestionando a Fauci, incluso pidiendo su remoción, por contradecir las opiniones de Trump.

También destacan las diferencias entre Trump y los gobernadores. Trump dice que el gobierno ha puesto a disposición de los estados un número suficiente de pruebas de testeo; los gobernadores alegan que ello no es cierto, que las pruebas son absolutamente insuficientes. Todos los gobernadores, republicanos incluidos, piden mayor apoyo del gobierno central para implementar pruebas masivas y a partir de allí reabrir la economía de forma segura. Trump anunció a mediados de marzo que iniciaría la reapertura de la economía en los primeros 10 días de abril y frente a la oposición que esto generó en varios gobernadores, respondió que contaba con todo el poder para llevarlo a cabo. Esto desató serias polémicas políticas y de especialistas legales que cuestionaron dichas atribuciones de Trump. La realidad fue más dura, toda vez que 42 estados mantienen la orden de quedarse en casa. Finalmente, la Casa Blanca emitió un protocolo que establece un levantamiento gradual de las restricciones, en función de i) una trayectoria descendente en número de casos confirmados durante 14 días, ii) asegurarse que los hospitales puedan atender a todos los infectados; iii) contar con un sólido programa de pruebas. El programa establece además que estos pasos se implementarán a nivel de cada uno de los estados y condados, a discreción de los gobernadores. Para disfrazar la derrota política, Trump expresó que “había decidido delegar” en los gobernadores la responsabilidad de implementar el protocolo.

La realidad fue más dura, toda vez que 42 estados mantienen la orden de quedarse en casa. Finalmente, la Casa Blanca emitió un protocolo que establece un levantamiento gradual de las restricciones

En síntesis, la gestión de la pandemia por parte de Trump y la Casa Blanca ha sido errática, improvisada y poco profesional. El aporte del doctor Fauci ha conseguido, paso a paso, torcer varias de las propuestas originales de Trump. Sin embargo, ello no ha conseguido dotar a las acciones de la Casa Blanca de un itinerario preciso ni menos de una estrategia inteligente y coordinada. Disputas con los gobernadores, infinitas peleas con periodistas y medios de comunicación, insistencia enfermiza en las “culpas chinas” y últimamente cortar el financiamiento de USA a la OMS, todas estas son las características más salientes de la gestión Trump frente al covid-19. Más que probablemente esto es lo que ya se está reflejando en un apoyo decreciente a Trump en las principales encuestas.                 

En síntesis, la gestión de la pandemia por parte de Trump y la Casa Blanca ha sido errática, improvisada y poco profesional.

“culpas chinas” y últimamente cortar el financiamiento de USA a la OMS, todas estas son las características más salientes de la gestión Trump frente al covid-19.       

  • Cooperación internacional para combatir el covid-19

 Una vez aplanada la curva de los contagios, los países examinarán con atención el despliegue de la ayuda internacional que proveerán las principales economías al combate global contra la pandemia. Es evidente que si USA persiste en cortarle el financiamiento a la OMS en plena pandemia, la reacción internacional sería bastante adversa, tal cual ya se ha apreciado en comentarios de la diplomacia europea y de otros países industrializados. China, por su parte, una vez controlada la epidemia, al menos en su primera fase, ha llevado a cabo sucesivos envíos aéreos y marítimos de cooperación a países europeos (millones de mascarillas, miles de respiradores mecánicos y de vestimentas especializadas para el personal sanitario) e incluso a varios estados norteamericanos. Esta cooperación se ha visto afectada por empresarios chinos inescrupulosos que enviaron a España un cargamento de mascarillas de baja calidad, las que debieron ser repuestas por un envío correcto. De la misma forma, un tono propagandístico excesivo en esta cooperación ha molestado a varias autoridades europeas.     

Esta cooperación se ha visto afectada por empresarios chinos inescrupulosos que enviaron a España un cargamento de mascarillas de baja calidad, las que debieron ser repuestas por un envío correcto. De la misma forma, un tono propagandístico excesivo en esta cooperación ha molestado a varias autoridades europeas.     

Sin embargo, esto es sólo una primera fase de lo que deberá ser la cooperación internacional. Esta cooperación debe ser global y multilateral y hasta ahora ni USA ni China la están promoviendo. Hemos visto que el epicentro de las infecciones transitó desde China a Europa y hoy radica en USA. Más temprano que tarde, ese epicentro migrará hacia África y América Latina. En estas zonas, por cierto, la fortaleza y calidad de los sistemas públicos de salud son bastante más críticas que en Europa o USA. Si los países más ricos no se anticipan a gestar un masivo programa de cooperación internacional destinado a proveer de importantes recursos frescos para combatir el covid-19 en los países más pobres y en desarrollo, en ese caso lamentablemente la humanidad podría vivir no sólo eventos dramáticos en el Tercer Mundo, sino que también viviría una segunda ola de infecciones que volvería al primer mundo. Por cierto, si no existe ese apoyo, sería altamente probable un cierre de las economía OCDE hacia las del Tercer Mundo, precarizando y segmentando aún más la globalización, tan afectada ya por la expansión del covid-19.

Esta cooperación debe ser global y multilateral y hasta ahora ni USA ni China la están promoviendo.

Por cierto, si no existe ese apoyo, sería altamente probable un cierre de las economía OCDE hacia las del Tercer Mundo, precarizando y segmentando aún más la globalización, tan afectada ya por la expansión del covid-19.

Para evitar ese fatídico escenario, los países industrializados deberían estar en condiciones de apuntalar un programa financiero de dimensiones históricas, equivalente a varias veces el Plan Marshall, para apoyar a los países en desarrollo en desafíos tales como i) fortalecer infraestructura sanitaria (mascarillas, respiradores mecánicos, hospitales de emergencia, camas de atención crítica); ii) eliminar la deuda de los países más pobres y eliminar el pago de servicios de la deuda externa de países en desarrollo mientras dure la pandemia; iii) emisión de DEG de al menos 500 billones de dólares (trillions americanos) para fortalecer la liquidez de los países en desarrollo, evitando que la crisis sanitaria coincida con catástrofes económicas y sociales. Es urgente que un plan global de estas características sea promovido por USA y por China.

Para evitar ese fatídico escenario, los países industrializados deberían estar en condiciones de apuntalar un programa financiero de dimensiones históricas, equivalente a varias veces el Plan Marshall, para apoyar a los países en desarrollo

Lamentablemente ese programa internacional requiere liderazgo, el mismo que no puede ser aportado por USA, como sí aconteció en la crisis sub prime de 2009. Tampoco se puede pensar en coordinación del G20 si China y USA persisten en mutuas acusaciones por el origen y la gestión de la crisis y sigan expulsando periodistas de la contraparte. Un desafío esencial es que China y USA cambien la confrontación por colaboración. Si ello se concretase, podría establecer una suerte de Comité Ejecutivo del G20, el que, además de estos dos países, podría incluir a Alemania, Japón e India.

Lamentablemente ese programa internacional requiere liderazgo, el mismo que no puede ser aportado por USA, como sí aconteció en la crisis sub prime de 2009.

Un desafío esencial es que China y USA cambien la confrontación por colaboración. Si ello se concretase, podría establecer una suerte de Comité Ejecutivo del G20, el que, además de estos dos países, podría incluir a Alemania, Japón e India.

Dicho Comité Ejecutivo de G20 debería definir un programa global que permita frenar la epidemia y detener la gran depresión económica. La coordinación de estos 5 ministros de salud debería promover el intercambio preciso de datos, el apoyo material, tecnológico y de conocimientos a los sistemas de salud pública más débiles, el retorno de personas a sus países, maximizar testeos/aislamientos/etc. A su vez, los ministros de economía y las autoridades de los BC de estas 5 economías deberían coordinar un estímulo fiscal masivo, global y coordinado; un estímulo monetario y crediticio similar; apoyo financiero a países en desarrollo (afectados además por histórica salida de capitales); el FMI debería emitir a lo menos US$ 500 billones de DEG; impedir proteccionismo, en particular en los productos sanitarios y médicos. También es recomendable que mientras dure la pandemia, se levanten las sanciones económicas a Cuba, Irán y Venezuela. No es ético que estos países no puedan acceder a insumos y maquinarias médicas para combatir la pandemia, por razones políticas.  

Dicho Comité Ejecutivo de G20 debería definir un programa global que permita frenar la epidemia y detener la gran depresión económica.

En síntesis, la parte china muestra pasivos en su demora inicial en reaccionar en Wuhan; en la transparencia de las cifras; en envíos fallidos de material sanitario a España y en una propaganda excesiva en sus esfuerzos de cooperación internacional. Sus logros están en el rápido control de la epidemia; en la velocidad de respuesta de su infraestructura sanitaria y hospitalaria; en su también rápida recuperación económica, incluyendo la resiliencia de sus bolsas de valores, en el despliegue tecnológico asociado al control de la epidemia (redes 5G, códigos QR, Big Data) y en las iniciativas unilaterales de cooperación internacional.

En el caso de USA, hasta ahora, sólo aparecen déficits: gestión poco prolija de la crisis; politización de la mismas, conflictos con los gobernadores; diferencias internas en el equipo sanitario que asesora a la Casa Blanca; freno a las exportaciones sanitarias y de equipamientos médicos; amenaza de cortar el financiamiento a la OMS y, por último, “chinoización” del tema, volviendo al caballito de batalla preferido de Trump: China como la explicación de los males norteamericanos. A pocos meses de las elecciones presidenciales de noviembre, la mala gestión de la crisis sanitaria y el drástico shock económico que está golpeando a USA están dañando la probabilidad de reelección de Trump. En ese contexto, su esfuerzo desesperado es volver a tensionar al país en torno a una cruzada contra China, buscando tender un manto de humo sobre la ineptitud con que ha manejado esta crisis.                

A pocos meses de las elecciones presidenciales de noviembre, la mala gestión de la crisis sanitaria y el drástico shock económico que está golpeando a USA están dañando la probabilidad de reelección de Trump.               

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