La reaparición de Ricardo Lagos. Por Julio Sau Aguayo

por La Nueva Mirada

En perfecta sincronía con la urgencia de la coyuntura política nacional y en diacronía con su trayectoria personal y la historia contemporánea de Chile, el expresidente Ricardo Lagos ha reaparecido magistralmente en el primer plano de la vida política colocando la defensa de la democracia como el núcleo articulador en torno al cual deberíamos fijar nuestra posición en la votación de la segunda vuelta el domingo 19 de diciembre.

Desde su reconocida estatura de estadista Ricardo Lagos ha hecho otro aporte fundamental en nuestra democracia recuperada en 1990 al definir con precisión los términos de nuestra disyuntiva electoral:  estamos en este trance en una segunda elección en la que debemos decidir si optamos por defender la democracia o por favorecer la implantación de un régimen autoritario surgido de elecciones.

Dejando atrás las pequeñeces partidarias que le impidieron en el pasado reciente competir por un nuevo periodo presidencial y obviando las críticas parciales y simplificadoras al proceso de recuperación democrática y a sus actores principales,  provenientes de los nuevos dirigentes de las fuerzas que hoy postulan a la Presidencia de la República, Lagos apunta certeramente y en forma clarificadora al blanco verdadero en esta segunda vuelta: hay que defender la democracia amenazada ahora por una versión civil de Pinochet. Por ello hay que votar por Gabriel Boric. Ya habrá tiempo para reajustar programas, incidir sobre las necesarias reformas sociales y económicas, definir las políticas públicas, diseñar democráticamente la nueva política exterior del país y fijar una estrategia común de defensa de la nueva Constitución en proceso de elaboración.

Pero nada de ello será posible si no se rearticulan las fuerzas políticas capaces de una indispensable tarea: lograr que una mayoría del pueblo chileno salve a la democracia derrotando nuevamente la opción autoritaria, como en el plebiscito de 1989. El dedo de Lagos ha apuntado otra vez en la dirección correcta. El reencuentro de los demócratas del que hablaba el presidente Patricio Aylwin es de nuevo indispensable.

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1 comment

Alfredo Villanueva Mercado diciembre 2, 2021 - 4:15 pm

De acuerdo Julio con tu artículo: la visita a EEUU de Kast para entrevistarse con el senador Rubio lo dice todo, hay que recordar la visita a Kissinger por parte de Agustín Edwards el 5 de septiembre de 1970 que aceleró el golpe de estado. Hoy es imprescindible unificar la oposición en contra de Kast para defender y profundizar la democracia que prevé la nueva constitución.

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