Para terminar con la desigualdad y profundizar la democracia

por La Nueva Mirada

Por Claudia Pascual

Difícil escribir una columna en estos días. La vorágine de los acontecimientos, la búsqueda de las causas de la crisis, la absoluta necesidad de encontrar propuestas de salida para no cometer errores de tiempos anteriores, la angustiosa demanda porque se respeten los derechos humanos y termine la represión brutal que estamos viendo, entre tantas cosas, no lo hace fácil.

Sabemos que Chile tiene una herida abierta que es la desigualdad y falta de profundización de la democracia más plena

Sabemos que Chile tiene una herida abierta que es la desigualdad y falta de profundización de la democracia más plena. Cuando nos incorporamos al Gobierno de la Presidenta Bachelet fue precisamente porque su programa proponía enfrentar desigualdades claves (no todas es cierto, qué duda cabe). Sin embargo, la profundidad de las desigualdades no sólo requiere que las políticas públicas te saquen de la pobreza, sino que no vuelvas a ella.

Sin embargo, la profundidad de las desigualdades no sólo requiere que las políticas públicas te saquen de la pobreza, sino que no vuelvas a ella.

Sumamos décadas de abusos del empresariado, de militantes políticos que han hecho del servicio público un servirse de lo público. Donde la evasión de los de cuello y corbata, la colusión de las empresas, en farmacias, supermercados, papel higiénico, pollos, o las “condenas” irrisorias en pesos o las clases de ética, los casos de millonarios fraudes en instituciones como carabineros o el ejército, han sumado un cúmulo de descontento que se fue expresando en la desafección con las elecciones y las instituciones. En fin, con el ejercicio más tradicional o formal de la política.

el actual no sólo no cumplió sus promesas de campaña para terminar con la delincuencia, la generación de empleo, el crecimiento económico. Además, se ha empeñado en contrariar las leyes ya aprobadas para combatir la desigualdad, ha estigmatizado y criminalizado la protesta social con leyes como “aula segura”, control preventivo de identidad a los 16 años -profundizando la responsabilidad penal adolescente a los 14 años-, por nombrar algunas.

El gobierno ha dicho que esto es más profundo y le hubiera ocurrido a otro. Es posible que se siguiera profundizando un descredito de la política si otro gobierno no cumpliera promesas, pero el actual no sólo no cumplió sus promesas de campaña para terminar con la delincuencia, la generación de empleo, el crecimiento económico. Además, se ha empeñado en contrariar las leyes ya aprobadas para combatir la desigualdad, ha estigmatizado y criminalizado la protesta social con leyes como “aula segura”, control preventivo de identidad a los 16 años -profundizando la responsabilidad penal adolescente a los 14 años-, por nombrar algunas.

Adicionalmente el gobierno se ha esmerado para castigar demandas de la población a través de una contrarreforma tributaria que apuesta a devolver impuestos a los más ricos por la vía de la llamada reintegración. Levantó un proyecto de ley de pensiones que incorpora la cotización para lo empleadores en la lógica de capitalización individual porque, como dicen las AFP: “los fondos son tuyos y de nadie más”. Sin embargo, cuando una profesora pide el retiro de los fondos dicen que inconstitucional.

Simultáneamente se empeña en proyectos de ley que acentúan la flexibilidad laboral con precariedad, haciendo oídos sordos a un reajuste decente del sueldo mínimo, instrumento efectivo para mejorar el nivel de ingresos sin subsidios.

En ese contexto se aplicó la aberrante respuesta a la protesta estudiantil por alza del pasaje del metro, reprimiéndolos brutalmente y en su extrema incapacidad culminó con la aplicación de un estado de emergencia, con militares en las calles y una represión a los derechos humanos que ya suma cerca de dos decenas de muertos, centenares de heridos y miles de detenidos a lo largo del país que se sumó activamente a la movilización social

A esta altura todo el mundo reconoce que no son los mismos los que hacen pillaje que los que se manifiestan, pero el gobierno insiste en centrar sus alocuciones en la violencia que todos condenamos como actos de vandalismo y saqueo, sin hacerse cargo de su responsabilidad en las violaciones a los DDHH que han ocurrido en esta última semana. Por eso es tan relevante terminar la represión y levantar el estado de emergencia ya.

A esta altura todo el mundo reconoce que no son los mismos los que hacen pillaje que los que se manifiestan, pero el gobierno insiste en centrar sus alocuciones en la violencia que todos condenamos como actos de vandalismo y saqueo, sin hacerse cargo de su responsabilidad en las violaciones a los DDHH que han ocurrido en esta última semana. Por eso es tan relevante terminar la represión y levantar el estado de emergencia ya.

Frente a este escenario se instala la tentación de una receta mágica. No creo sea posible encontrarla. Pero las manifestaciones nos desafían, nos interpelan a un cambio profundo de la agenda pública y política, de las propuestas sociales y económicas, de las formas de buscar y llegar a acuerdos con participación de organizaciones sociales y políticas, de la ciudadanía, teniendo como objetivo ineludible el desafío de una nueva Constitución, que continúa como asignatura pendiente.

Frente a este escenario se instala la tentación de una receta mágica. No creo sea posible encontrarla. Pero las manifestaciones nos desafían, nos interpelan a un cambio profundo de la agenda pública y política, de las propuestas sociales y económicas, de las formas de buscar y llegar a acuerdos con participación de organizaciones sociales y políticas, de la ciudadanía, teniendo como objetivo ineludible el desafío de una nueva Constitución, que continúa como asignatura pendiente.

Es urgente acrecentar la confianza y unidad entre actoras sociales y políticas ante un gobierno fracasado,  buscar caminos en común, tras un nuevo modelo de desarrollo, con nueva ética en la política, sin abusos ni privilegios, para erradicar la desigualdad y construir una democracia participativa plena.

También te puede interesar

Deja un comentario