Suenan por nosotros. Comenzó el asalto a la Casa de Papel. El ascenso de los lobos. 6+6+6= 18; 1+8=9; Nueve candidatos (por ahora). Ya no suenan las campanas, porque no hay campanas ni campanadas. Sólo alarmas electrónicas y digitales. Los despertadores con campanillas son antigüedades. Sólo redención. “(…) Desierto de sentido de una humanidad, (de un país), que se transforma”.
Quizás hay que gritar con Val Kilmer en su documental: “Queremos más sexo, más drogas, más vino, más tabaco, más úlceras, más jaquecas, más herpes, más mujeres, y menos…”
“¡Kjskdjwkd!” (Ja, ja, ja en idioma generación Z)
Sí, queremos menos políticos y menos economistas y así estar “uwu”, (feliz en el mismo idioma).
¿En realidad se referirán al Rey Ubú Cornudo de Jarry? (No deben haberlo leído, y no me refiero al tenista).
Tic-Tic-Tic-Tic-Tic-Tic-Tic…
Una gota es capaz de horadar una piedra. El dinero también. El problema es que perfora también el cerebro y socaba el espíritu. El golpeteo de la violencia fractura el alma.
“¿Los cambios sólo nacen en la oscuridad”? Demasiado pesimista. ¿En la luz? Demasiado buenista. ¿Sólo acontecen? Quizás. Los hacemos nosotros con los otros.
En Brasil, se identificó a una persona-muy precavida-, que se vacunó 5 veces entre mayo y julio de este año. Probablemente un Vacuna Adicto escapando de una muerte imposible. Fue detenido cuando iba por su sexta dosis y sobre el futuro de la pandemia ¡Queremos también más dosis!
Grupos políticos declaran que quieren recuperar el país de antaño. ¡Imposible!
¿Refundar? ¿Transformar? ¿Arreglarlo? ¿” Reconstruir lo que se perdió”? ¿“Poner orden a las cosas”? Cualquier cambio arrastra perturbaciones y desorden con algún nivel o tipo de violencia agresiva contra los demás en el ejercicio del poder, aunque sea de forma democrática. Es el “ruido” de la violencia que acompaña a la vida. La vida “siempre es” y “encuentra su camino”. La violencia, aunque sea sutil, también, porque es parte de la vida. Podemos aspirar a un estado de equilibrio dinámico cerca de la paz disipando la agresión y la violencia. Que la democracia debe tender hacia la paz. Pero la paz de un equilibrio absoluto, sólo se da en la muerte y la eternidad. Donde no hay cambios y no existe lo nuevo. No alcanza a ser humana ni tampoco pertenece a los dioses.
Musk desarrolla un robot humanoide para labores “aburridas, repetitivas y peligrosas”. En vez de rostro, ¡tendrá una pantalla! ¿No se estará refiriendo al ser humano de hoy? ¿O estará hablando de un robot politoide? ¿O constitucionaloide? ¡Urgente, los necesitamos! (ojalá que hablen poco).
Hablando de Convención Constituyente, ha sido interesante observar cómo se desarrolla una autoorganización en su generación de estructura y forma, de límites y una membrana identitaria. De un campo de sentido y significados. De un lenguaje propio. De un lugar donde habite su ser constitucional y plurivisional, (lleno de multiversos), para un Chile futuro, plurinacional.
¡Silencio Talibanes reformados! 15 días sin hablar, y vueltos a la pared con un cucurucho de burro. ¡A clases de ética empresarial y reeducación histórica ideológica! A clases de derechos humanos-inhumanos. (También de animales y de la naturaleza).
¡A leer a Celine, Mao, y a Keynes! ¡A practicar sexo virtual tomando una chela, y a ver en Netflix la serie “Nuevo sabor a cereza” !, (con sabor intenso a David Lynch).
¡Qué lance la primera piedra quién no ha dicho una mentira!
“Todo debe colocarse cabalmente según un orden fulminante” (De Artaud, el vidente).
Por fin. Se apagaron las alarmas.
¡Mierda! Comenzaron de nuevo.
Escucho(mis) neuronas cuando mueren
Eterno retorno.