Por Sergio Canals Lambarri
Psiquiatra
Obertura:
“Fue terrible. Ella, de 82 años, gritaba todo el tiempo que le dolía mucho y se sacaba el oxígeno. El sábado 4 de abril ella murió. Sellaron su bolsa y nadie más, ni su familia pudo volver a verla”
Fin de la Obertura. Comienza el Festival.
En CIUDAD PÁNICO “Los lugares mueren como los hombres” (Joubert). Se administra el miedo. Su firma es la imagen.
En CIUDAD DESASTRE “El desastre lo arruina todo al tiempo que deja todo tal cual” (Blanchot). Todo está ahí para siempre perdido. Ciudad embrutecida. Ciudad adormecida.
“Donde los GUSANOS nunca mueren”. Marcos 9: 44-49
Ojos de pánico
hojas de otoño
ciudad sin estrellas.
Pensamiento vacío, de fosa común.
En las cámaras mortuorias, los muertos amamantan a la nada.
En CIUDAD PÁNICO “sus letrinas grita (N) una lengua oscura //
el dolor es excremento que cae a carcajadas // por encima a borbotones”.
Murallas invisibles se retuercen silenciosas.
Muros de vidrio. Espejos rotos.
Llaman a la puerta, desde adentro.
Reflejo de esqueletos. Miedos en-masca-tarados.
“Han perdido la lengua en lo extraño”.
Donde flota la existencia, sus muros se desmoronan.
Preparemos la cena y celebremos.
“¿Has vuelto a oír alguna crueldad de Holofernes?”
JuVID-19 camina con la cabeza de un mendigo en CIUDAD PÁNICO.
Ciudad mundana. “Desfile de moda de mortajas”. (Caras).
¿Qué tenemos para comer? Pulmones ardiendo.
¿Yo? al escabeche. Con salsa oxigenada y sangre condensada.
“Algunos tienen qué morir”. Profanación de lo sagrado.
Des-vela-miento (en vela):
En el ronquido de una mosca. En un quejido lastimero.
“Así, solo como está (n), va(n)muriendo”. Enmascarados.
Muertos sin rostro.
DESASTRE: “Noche, en blanco (…) esa noche que carece de oscuridad, sin que la luz la ilumine” (Blanchot).
Noches necróticas. Des-astradas.
Sangre de agua sucia, y des-oxidada.
CRISTO agoniza. Con un ventilador y manos pordioseras.
Gotas de lluvia sobre el techo, caen sin pensar.
Hojas secas. Sonido tembloroso.
Silencio de otoño. Ruido silencioso.
Sol frío.
Sombras de muralla, blancas.
Resplandor que no ilumina.
Un gato amarillo, rasca el sofá verde.
Llora el gato. Llora el sofá. Llora el otoño.
Cielo abierto. Cielo negro. ABSOLUTO. Silencio ABSOLUTO.
“Tampoco después de muerto dejó palabras”.
Llueven huesos. Gotea el tiempo.
Levedad grácil. Burbujas ásperas.
NADA ES LO QUE HAY
NADA MÁS ALLÁ
Eso sí, que nadie se equivoque.
“Respiraré incluso muerto” (Choi Seung-Ho).
¡Carajo! Me atoré con una nube.
¡Qué pánico! Qué desastre. Hoy he muerto.
¡EL AFUERA COMIENZA AQUÍ!
(Colaboraron: Maurice Blanchot; Choi Seung-Ho; Paul Virilio; San Marcos; Nietzsche).