Por Eugenio Rivera
Fundación Chile 21
La naturaleza política y social de la crisis económica de los meses octubre y noviembre.
El jueves 14 de noviembre, el ministro de Hacienda señaló que la situación económica era muy compleja, que existían altas probabilidades de que el país cayera en una recesión técnica (esto es dos trimestres de crecimiento negativo) como efecto de a las cuatro semanas de manifestaciones tras el estallido social, siendo una de sus consecuencias directas la pérdida de 300 mil puestos laborales a fines de año. La percepción respecto de la gravedad de la crisis se acentuaba como efecto de la fuerte caída de la Bolsa y el explosivo aumento del precio del dólar.
Gráfico número 1 Gráfico número 2
Fuente: Blomberg
En efecto el gráfico número 1, muestra la evolución de IGPA a lo largo del presente año. El día 18 de octubre el IGPA alcanzaba 26.136, 79 puntos. Desde ese día, al 13 de noviembre el Índice se desploma a 22.059,41 lo que representó una caída de 15%. El 15 de noviembre, esto es el mismo día en que en la madrugada se había alcanzado el “Acuerdo por la Paz Social y una Nueva Constitución”, el IGPA creció a 24218,59 lo que representó un aumento de 9,7% en un día. Algo similar ocurrió con el dólar (Ver gráfico número 2). El 21 de octubre el tipo de cambio del dólar era de 709 pesos; el día siguiente subió a 723 manteniendo ese nivel hasta el 30 de octubre. Parecía que el mercado, como el Gobierno, presumía que las movilizaciones sociales pasarían sin mayores consecuencias. El 4 de noviembre, luego del fin de semana largo, el país constató que el problema seguía, lo que llevó el tipo de cambio dólar a 735 pesos. Fue sin embargo la semana del 11 de noviembre la que terminó de desatar las alarmas cuando la crisis continuaba y la violencia había recrudecido. Entre el día indicado y el 15 de noviembre el tipo de cambio del dólar pasó de 746 pesos a 801. Luego del acuerdo, el tipo de cambio cae a 773. Resultaba claro, que el problema era político y con el acuerdo del 15 de noviembre se podía lograr una rápida solución.
Parecía que el mercado, como el Gobierno, presumía que las movilizaciones sociales pasarían sin mayores consecuencias.
¿Recesión técnica? No, pero sí bajo crecimiento.
En este contexto, es claro que la suerte de la economía en período diciembre 2019 – marzo 2020 dependerá de si el sistema político logra viabilizar el acuerdo del 15 de noviembre y convocar a la mayoría de la ciudadanía al proceso constituyente. Lo indicado no significa que la aguda crisis política y social no haya dejado sus rastros en la economía.
Es claro que la suerte de la economía en período diciembre 2019 – marzo 2020 dependerá de si el sistema político logra viabilizar el acuerdo del 15 de noviembre y convocar a la mayoría de la ciudadanía al proceso constituyente.
El IMACEC en los meses de octubre y noviembre alcanzarán cifras negativas (entre -0,4% y – 0,6) por los problemas que ha sufrido la infraestructura comercial, las dificultades del transporte público creadas por los incendios en el metro y la fuerte reducción que experimentó la jornada efectiva de trabajo.
En los meses de verano, la actividad se verá afectada por la fuerte caída que experimentará el turismo internacional.
Por otra parte, cabe señalar que el proceso de reconstrucción de la infraestructura puede compensar en parte el deterioro de la actividad indicada.
En los meses de verano, la actividad se verá afectada por la fuerte caída que experimentará el turismo internacional. Es probable que parte de él sea compensado porque muchos nacionales se verán obligados a realizar vacaciones en Chile como efecto de la caída de los ingresos durante la crisis. Por otra parte, cabe señalar que el proceso de reconstrucción de la infraestructura puede compensar en parte el deterioro de la actividad indicada. La Cámara Chilena de la Construcción ha estimado el costo de la recuperación de la infraestructura pública (recuperación de calles, veredas, estaciones de metro y edificaciones no habitacionales) en US$ 4500 millones equivalentes a un 15% de lo que se debió utilizar para reparar los daños del terremoto del 2010. La urgencia de estas tareas hará que probablemente se pongan en marcha ya en el mes de diciembre y se extiendan por todo el período estival lo que tendrá efectos positivos en el nivel de actividad. Esto ayudará sin duda a contener el aumento del desempleo.
US$ 4500 millones equivalentes a un 15% de lo que se debió utilizar para reparar los daños del terremoto del 2010.
Algunos analistas constataron señales de fuga de capitales. Es probable que el acuerdo político contribuya a detener este proceso. Más aún, la puesta en marcha del proceso constituyente ayudará a mejorar sustancialmente la imagen del país pues evidenciará la capacidad del sistema político para canalizar institucionalmente la fuerte protesta popular. En este sentido, el flujo de capitales debería tender a normalizarse. Del mismo modo, es probable que la reducción de las movilizaciones permita que se desarrolle sin mayores dificultades las exportaciones de la temporada. Todos estos elementos sugieren que es difícil que tengamos una recesión técnica.
Todos estos elementos sugieren que es difícil que tengamos una recesión técnica.
El problema es, sin embargo, el deterioro general del crecimiento de la economía en el presente año y el próximo. Los IMACEC de los 3 primeros trimestres del año 2019 mostraron una variación comparada al mismo período del año anterior de 1,5%, 1,9 y 3,3% lo que da un crecimiento promedio de 2,23%. Como se sabe, las expectativas de los agentes económicos son cruciales para el crecimiento. Como se observa en el gráfico número 3, el índice de percepción de la economía actual y desde enero de 2019 muestran un constante deterioro. En junio se observa un giro en la tendencia pero que vuelve a revertirse ya en el mes de julio.
Gráfico número 3
Fuente: Banco Central
Como ya se señaló, los meses de octubre y noviembre tendrán cifras negativas que serán en parte compensadas por un crecimiento positivo en el mes de diciembre que podría llevar al IMACEC del cuarto trimestre a una cifra en torno al 0,6%. Con ello el PIB del presente año alcanzaría un 1,8%.
Para el próximo año la situación no mejora significativamente. Si bien la crisis social afectó el IMACEC en los meses de octubre y noviembre, el mes de septiembre ya había mostrado una caída del dinamismo al mostrar un crecimiento de sólo 3% en 12 meses, muy por debajo del 3,6 de julio. Esta situación llevó al Banco Central a rebajar la tasa de política monetaria desde 2,5% a 2% el 3 de septiembre y luego a 1,75% el 23 de octubre. El precio del cobre, si bien ha mostrado un cierto mejoramiento, desde mayo ha fluctuado en torno a 260 centavos la libra (Ver gráfico número 4) niveles que deberían mantenerse mientras no se solucione el conflicto entre EEUU y China.
El nuevo ministro de Hacienda informó que el Gasto del Gobierno Central Total (GCT) proyectado en el IFP del III Trimestre presentaba un crecimiento real anual de 3,4% para 2019 y de 3,6% para el año 2020 en relación a la proyección 2019, y 3,0% en relación a la Ley de Presupuestos 2019. Al incorporar el mayor gasto contemplado para dar cumplimiento a la Agenda Social, se considera un aumento, en moneda de cada año, de $15.346 millones para 2019 y de $417.022 millones (US$ 600 millones) en 2020. Con ello, aumenta la variación del Gasto del GCT para el año 2020, ubicándose en 4,6% real anual respecto a lo proyectado, y en comparación a la Ley de Presupuestos 2019, el crecimiento del Gasto del GCT alcanza un 4,0% real anual.
Este mayor gasto debería darle mayor fuerza al crecimiento en el 2020.
Gráfico número 4
El gasto social adicional anunciado por el Gobierno alcanzaría un monto de US$ 1200 millones de dólares, que incluye US$ 500 millones para el aumento de las pensiones solidarias, US$ 106 millones en Salud y medicamentos, US$ 306 millones para el Ingreso Mínimo garantizado y US$ 350 millones para la reconstrucción. La oposición ha llamado la atención respecto de que estas cifras no se condicen con la gravedad de la crisis social. En tal sentido, es probable que la Ley de Presupuesto del 2020 experimente importantes aumentos de aquí al 30 de noviembre. Ello y las condiciones internacionales (en particular el desenlace de las negociaciones en EEUU y China) serán determinantes para saber sin el crecimiento en el 2020 supera o no el 2,3% esperado por el gobierno.