Romain Gary “el mayor estafador literario de la historia”. Jean Seberg, víctima de la caza de bruja

por Cristina Wormull Chiorrini

El 30 de agosto de 1979 el cuerpo sin vida de Jean Seberg fue encontrado envuelto en una manta al interior de su Renault 5, estacionado en un barrio de París. Sobre su falda, una breve nota de adiós para su único hijo.  La autopsia señaló que había muerto de sobredosis. Romain Gary, su exmarido, su gran amor, culpó al FBI por la muerte de la actriz. Al funeral asistió solo uno de los famosos actores con los que trabajó:  Jean-Paul Belmondo. Un año más tarde, Gary se quitó la vida con un certero balazo.

Quizás muchos recuerden a la bella mujer rubia, de gran talento y estilo que marcó a la nouvelle vague francesa en los lejanos 60’s.  Se llamaba Jean Seberg y sin estudios de teatro,  al ser elegida por Otto Preminger  entre dieciocho mil postulantes para interpretar a Juana de Arco en la película del mismo nombre, su carrera despegó con tanto éxito que luego actuaría en filmes clásicos e inolvidables como  Lilith, junto a Warren Beatty; Buenos días tristeza, basada en la novela de Francoise Sagan , junto a David Niven y Deborah Kerr; La leyenda de la ciudad sin nombre, con Clint Eastwood y Lee Marvin; y Sin aliento, la película de Jean-Luc Godard, junto a Jean-Paul Belmondo, para solo mencionar parte de su filmografía. Esta última película, Sin aliento, es considerada la pieza basal de la nouvelle vague francesa, la que marcó el inicio del cine moderno e inmortalizó su rostro como sinónimo de la belleza y estilo francés con su icónico corte pixie y su eyeliner negro, sus looks de jerseys marineros, pantalones Capri y gafas cat eye. La quintaesencia del chic francés y la imagen del inicio de la modernidad.

Pero Jean Seberg fue mucho más que un bello rostro y una gran actriz y su desarrollo profesional marchó a la par con su compromiso político en aquellos convulsionados años de la década de los ’60, que en Estados Unidos como en gran parte del mundo, se caracterizaron por luchas y reivindicaciones, femeninas y raciales como el surgimiento de grupos organizados de afroamericanos reivindicando el poder negro. 

Uno de los grupos más radicales y potentes de la época fue el de las Panteras Negras, con el cual Seberg se involucró fuertemente apoyando públicamente sus actividades.  No contenta con ello, sostuvo un affaire sentimental con Hakim Jamal, el hombre más próximo a Malcolm X.  Esto bastó para ponerla en la mira del FBI y en el Counter Intelligence Program (COINTELPRO), un programa de contrainteligencia aprobado por J.E, Hoover para infiltrarse en los movimientos y vigilar a las personas que estuvieran cerca o en ellos y desacreditar cualquier voz pública que pudiera defenderlos. Jean Seberg fue una víctima directa de este programa.

Romain Gary, escritor de origen judío polaco emigrado a Francia a finales de los años veinte, fue aviador, héroe de la Francia libre durante la Segunda Guerra Mundial y autor de novelas como «Las raíces del cielo» o «La angustia del Rey Salomón»; uno de los pocos miembros de la resistencia francesa condecorado con la medalla Compañero de la Liberación que Charles de Gaulle sólo otorgó a un reducido grupo y, por si fuera poco, diplomático y, hasta donde se sabe, el único ganador dos veces del prestigioso Premio Gouncourt .

La fascinante vida del héroe de guerra que se convirtió en «el mayor estafador literario de la historia.

De todos los chicos malos de la literatura del siglo XX, Romain Gary debe ser el más interesante Entre sus anécdotas, excluyendo sus actividades bélicas y amatorias, se cuenta que en algún momento retó a duelo a Clint Eastwood y que ya con 50 años (era muy guapo el escritor) la revista Sports Illustrated realizó un fotorreportaje donde aparecía haciendo su rutina de ejercicios diaria donde exhibía un estado físico envidiable incluso para hombres mucho más jóvenes.

Jean Paul Sartre y Charles de Gaulle fueron algunos de sus fanáticos. Fue inmensamente popular y prolífico como se puede demostrar con sus más de 30 volúmenes de ensayos que fueron premiados, las obras de teatro, memorias y obras de ficción entre las que se pueden destacar La vie devant soi (la vida por delante), que fue una de las novelas francesas más vendidas del siglo XX y, ahora, muy recientemente, con la traducción al inglés y publicación  de su novela Les Cerfs-volants (Las cometas) por la editorial Penguin que fuera escrita poco antes de morir  y declarada por muchos como un clásico moderno.

Gary siempre fue un espíritu mordaz y utilizó diversos seudónimos a través de su vida (publicó bajo los nombres de Kacew, Fosco Sinibaldi y Shatan Bogat, además de Ajar).

De esta forma, obtuvo como Romain Gary el premio Goncourt con Las raíces del cielo en 1956 y más tarde, bajo el seudónimo de Émile Ajar, lo volvió a conseguir con la novela La vida ante sí, en 1975. 

Mucho se rumoreó en aquellos años sobre que Gary y Ajar eran la misma persona, pero solo un documento hallado después de la muerte de Romain:  Vida y muerte de Émile Ajar en 1981, reveló que el autor de Gros-Calin, La vida por delante y La angustia del rey Salomón (libros escritos por Ajar en la década de los 70) con un estilo tan distinto al que había utilizado Gary, eran el mismo escritor.

El éxito rotundo de la primera novela de Émile Ajar solo fue superado por el éxito de la segunda.

Romain y Jean se conocieron en 1959, en Los Ángeles, cuando el novelista que se desempeñaba como cónsul general de Francia y estaba casado con Lesley Blanch, escritora británica, invitó a cenar al joven matrimonio compuesto por Jean Seberg y Francois Moreuil, su primer marido.  El escritor tenía 24 años más que Jean, pero desde que la vio, quedó prendado de Jean y esa noche coqueteó abiertamente con ella que guardó silencio, pero no se mostró indiferente a los requiebros del escritor.  A los pocos días su marido tuvo que regresar a Francia y Seberg se quedó por un tiempo más en California.  Su joven marido, mostrando una inocencia juvenil, cometió el error de decirle a Gary que le confiaba a su mujer.  El romance se inició casi de inmediato y fue uno de los más fogosos conocidos, tanto, que Romain Gary, mujeriego empedernido tuvo que poner un límite entre ambos:  hacer el amor dos veces al día, ni una más.

El 16 de octubre de 1963 aterrizó en Ajaccio (Francia) un avión de los servicios secretos franceses. De él bajaron tres pasajeros: una pareja y su acompañante. Al pie de la escalerilla les esperaba un coche, también de los servicios secretos, conducido por el capitán Domy Colonna-Cesari. Su misión consistía en llevarlos al pequeño municipio de Sarrola-Carcopino, en la Córcega profunda, para que la pareja contrajese matrimonio a toda prisa.  Ariana Chemin en “Mariage en douce” publicado en Le Monde.

El 16 de octubre de 1963 aterrizó en Ajaccio (Francia) un avión de los servicios secretos franceses. De él bajaron tres pasajeros: una pareja y su acompañante.

Este clandestino amor tuvo que enfrentar un sinfín de escollos ya que no solo debía combinar el juego del escondite y declaraciones ambiguas a la prensa que los acosaba, esquivar a Blanch que admitía que su marido tuviera amantes, pero no el divorcio, y al gaullismo -para el cual era el novelista de referencia- que tenía una vertiente conservadora y mojigata encabezada por Yvonne esposa de Charles de Gaulle que podía terminar con la carrera diplomática de Gary como ya lo había hecho con otros  por sus amoríos ilícitos.

En este entorno Seberg quedó embarazada y dio a luz secretamente en Barcelona a su hijo Alexandre Diego Gary en 1962.  Ante esta situación Blanch aceptó la realidad y, un año después, concedió el divorcio a Gary, que respiró tranquilo. Sin embargo, para que el alivio fuese total, había que organizar una boda discreta para diluir el escándalo y Gary recurrió directamente al general Charles Feuvrier, compañero de lucha durante la guerra y hombre importante del espionaje francés y montaron un matrimonio secreto en un lugar casi desconocido:  Sarrola-Carcopino donde se pudo convencer al alcalde de efectuar un matrimonio incluso sin las amonestaciones prematrimoniales de rigor.

«No miento a menudo, porque para mí la mentira tiene un enfermizo sabor a impotencia: me sitúa demasiado lejos de la meta». Romain Gary en una de sus novelas.

Fue un matrimonio verdaderamente enamorado, pero donde la fidelidad no fue requisito.  Ambos sostuvieron variados romances extramatrimoniales que nunca fueron obstáculo para su amor.  Fue así que el FBI que se mantenía atento a las actividades de Seberg con los Panteras Negras y otros, filtró la noticia de que ella esperaba un bebé de Hakim Jamal. El embarazo era real, y el bebé no era de Gary (como el mismo admitió) sino de una relación ocasional de Jean con un militante mexicano en un rodaje que ella realizó en ese país.   No era producto de su relación con el activista Hakim Jamal, pero fue publicado en muchos medios amarillistas y tuvo desastrosas consecuencias para la actriz.  Aunque con los años se conoció que se trató de toda una operación del FBI, para ese entonces ya era tarde para las disculpas. Su bebé falleció pocos días después de haber nacido y ella entró en una espiral de depresiones y adicciones.

Gary y Seberg finalmente se divorciaron, pero conservaron una estrecha relación de amistad que terminó solo cuando en 1979 encontraron el cuerpo de Seberg envuelto en una manta al interior de su auto estacionado en una calle de París.  La autopsia indicó suicidio, hecho que no fue aceptado por Gary, que exigió investigar el caso y nuevas autopsias que concluyeron que, al momento de morir, Jean tenía tal cantidad de alcohol en su cuerpo que habría sido imposible que se envolviera en la manta, se introdujera al auto e ingiriera la cantidad de pastillas que señalaba la primera.

Un año después de la muerte de Jean, Romain Gary se suicidó no sin antes dejar instrucciones para la publicación de su novela «La vida y muerte de Emile Ajar» (Vie et mort d’Émile Ajar).

Las líneas que cierran la novela son el epitafio de este compulsivo narrador de historias que no se pudo resistir a la tentación de escribir su última frase antes del fin:

«La pasé muy bien. Adiós y gracias«.

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1 comment

Pilar Clemente mayo 27, 2023 - 4:38 pm

No conocía esa historia tan apasionada, de vanguardia francesa y triste. Sabía de las películas y novelas, pero del autor y la actriz. Muy buen!

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