La crisis de las criptomonedas y las Big Tech.

por Gabriel Loza

El Índice Nasdaq, que mide el comportamiento de las acciones de las 100 más importantes empresas tecnológicas, se desplomó en un 36% desde un nivel superior a los 16.000 en enero de principios de este año hasta un poco más de 10.000 en octubre y, actualmente, en diciembre está tratando de llegar a los 11.000. Fue el sector que más se benefició con la crisis del COVID-19, llegando casi a triplicar su nivel, por lo que llama la atención la declinación asociada no solo a las empresas tecnológicas registradas en la Bolsa del Nasdaq, sino con la quiebra de FTX que es una plataforma centralizada de cripto monedas (Gráfico 1).

Gráfico 1: Comportamiento del Índice Nasdaq: 2018-2022

Fuente. Extraído de la BBC https://www.bbc.com/news/topics/c08k88ey6d5t/nasdaq

El Nasdaq refleja el comportamiento de las 100 más importantes empresas tecnológicas, pero dentro de ellas resaltan las Big Tech, o los gigantes tecnológicos que poseen una elevada red de operaciones y que, además, tienen la capacidad de ofrecer determinados servicios financieros que se encargan de satisfacer esa necesidad financiera latente en las nuevas generaciones de consumidores; como los servicios online de banking, créditos o seguros. A su favor cuentan con enormes bancos de datos, susceptibles de ser monetizados. como Meta (el rebranding de Facebook), Amazon, Apple y Google, aunque dentro de este grupo se encuentran otras grandes compañías como Paypal, Samsung o Microsoft, las cuales han logrado prosperar gracias a las nuevas tecnologías.

Pero en medio del contexto de la tendencia decreciente del Nasdaq se han metido las transacciones financieras de las criptomonedas, las cuales antes se hacían en la cadena de bloques de la tecnología Bitcoin o de los buscadores de minas intensivas en uso de energía, mientras que actualmente la mayoría de las transacciones con bitcoins se hacen «fuera de cadena», en plataformas de intercambio centralizadas que actúan como intermediarios financieros, que son mucho más convenientes, están al alcance de usuarios sin grandes conocimientos técnicos y no consumen tanta energía.

Los intercambios son plataformas en línea utilizadas para comprar y vender criptomonedas. Plataformas centralizadas, como FTX, democratizaron el ámbito cripto y permitieron a gente común, sin conocimientos técnicos, invertir y hacer transacciones con criptomonedas. FTX era unos de los lugares de negociación favoritos de los inversionistas institucionales y el efectivo de varios fondos de cobertura, que transaba, según BBC News, 10 mil millones de cripto monedas cada día y que ha dejado más de un millón de usuarios FTX bloqueados sin acceso a los fondos de sus billeteras digitales. https://www.bbc.com/news/technology-63911363?zephr-modal-register

El problema es que el mercado de las cripto monedas había tenido un auge después de la crisis del COVID y llegó a alcanzar una cotización de más de 50 mil dólares por un Bitcoin a fines del 2021, para luego declinar y empezar su caída después de marzo de 2022, con el aumento de las tasas de interés del Fed, para llegar a los niveles actuales entorno a los 17 mil dólares, una caída del 66% o dos tercios de su valor (Gráfico 2).

Gráfico 2: Cotización del BITCOIN en dólares americanos

Fuente: Extraído de https://coinmarketcap.com/es/currencies/bitcoin/

Es en este contexto que aparece “El espectacular derrumbe de FTX, el criptoimperio de 32000 millones de dólares del «niño prodigio» Sam Bankman Fried, encaminado a convertirse en una de las grandes debacles financieras de la historiahttps://www.project-syndicate.org/commentary/crypto-regulation-after-ftx-debacle-by-kenneth-rogoff-2022-11/spanish

Y la crisis de la bolsa de criptomonedas FTX sigue el camino de otros recientes fracasos en la criptoesfera, como los de Terra-Luna, Three Arrows Capital o Voyager Digital, debido a que las fuertes rápidas alzas de las tasas de interés han pinchado la burbuja de las criptomonedas, dejando al descubierto la fragilidad, la mala gobernanza y hasta el fraude. Así, John Ray III, el actual administrador que supervisa la quiebra de FTX, especialista en reestructuraciones financieras como lo hizo en la liquidación de Enron, declaró que “no hay precedentes de una carencia así de controles corporativos y una ausencia de este nivel de información financiera fiable”. https://www.project-syndicate.org/commentary/crypto-well-worn-path-to-collapse-by-xavier-vives-2022-12/spanish

Lo que preocupa y llama mucho la atención, por tanto, es que se vuelve a repetir el síndrome del casino financiero, en el que intermediarios financieros cuyo valor asciende a varios miles de millones de dólares estén exentos de los requisitos de contabilidad usuales, siendo el objetivo explícito de los participantes el de evitar controles e impuestos, que es lo que confiere más valor al anonimato de las transacciones.

El colapso de FTX empero no significa que la crisis sea solo en las cripto, puesto que después del rebranding dedo a los Facebook papers “los mercados rebanaron 89 000 millones de dólares de la capitalización de mercado de Meta, cuando Mark Zuckerberg, su director ejecutivo, anunció que recortaría el 13 % de la mano de obra de la empresa (11 000 personas)”. Luego está el show de Elon Musk para adquirir Twitter, que estaba en problemas de posible quiebra, por 44.000 millones de dólares amenazando con recortes de trabajadores y prolongación de la jornada de trabajo y haciendo temer por el futuro de esa plataforma. Así, “la debacle de FTX y la agitación que envuelve a Twitter y Meta nuevamente pusieron de relieve los costos de adorar ciegamente a las empresas y la riquezahttps://www.project-syndicate.org/commentary/ftx-tech-meltdowns-recall-19th-century-railroad-wars-by-jonathan-levy-2022-11/spanish

Y aquí surge el viejo dilema: mercado o Estado, que en tiempos de crisis no funciona puesto que el Estado socializa las pérdidas. Por tanto, si se regulan las plataformas financieras centralizadas, como FTX, van a querer que el estado actúe como el last resort, o prestamista en última instancia, para dizque velar por los ahorros de los “ciudadanos”, pero en la práctica para rescatar a los intermediarios financieros de cripto monedas. Así se evidenció con la crisis financiera de 2008 cuando el Estado no rescató a los ciudadanos con su hipoteca de vivienda sino a los grandes fondos de inversiones. Ojalá aprendamos de las lecciones que nos da la historia.

Por otra parte, en los tiempos actuales, va a ser necesario que alguien supervise o vele por la gobernanza de los principales medios de comunicación, que actualmente dependen de sus autoritarios multimillonarios de papel, como Musk, que, aunque dijo que Twitter puede estar muriendo, es muy posible que ahora esté escribiendo su epitafio. Habría que ser muy cuidadosos con las Big Tech sobre todo en tiempos del declive del Nasdaq.  


Por Gabriel Loza T.]
Expresidente Banco Central de Bolivia

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