Fatima Al-Fihri, “la madre de los chicos”. Al-Qarawiyyin La primera universidad. Por Cristina Wormull Chiorrini

por La Nueva Mirada

La Universidad Al Qarawiyyin asentada en la ciudad de Fez, Marruecos fue declarada por la UNESCO como la universidad más antigua del mundo, fundada a mediados del 800, más de dos siglos antes que la Universidad de Bolonia, la más antigua del mundo occidental y que Oxford, la decana del mundo angloparlante. El o Al Qarawiyyin.

A mediados de abril las mañanas y noches se refrescan y al mediodía azota el calor, percibimos con cierta tristeza que el otoño avanza sin dar tregua como no la dan tampoco los opositores al gobierno ni el avance del ejército ruso en Ucrania, y el invierno nos acecha a la vuelta de la esquina con su frío y oscuridad. Los días -pese al cambio de hora- se hacen cortos y las noches largas y ad portas de este feriado largo se produce un éxodo desde la ciudad hacia lugares más amables antes de empezar a hibernar. 

Y por ahí, entre tanto hombre que tapiza la historia de la humanidad, encontré a una mujer; Fátima Al-Fihri, apodada Oum al Banine (la madre de los chicos), una mujer viuda, educada, sin hijos ni hermanos que recibió una caudalosa herencia y decidió, ni más ni menos, que dedicar su vida y fortuna a la creación de la Madraza de Marruecos para todos los jóvenes que quisieran estudiar y formarse. La madraza de Qarawiyyin o Al-Karaouine se convirtió a poco andar en una de las mezquitas más importantes de Fez, símbolo del conocimiento y, en apenas unas décadas, llegó a ser no solo un símbolo, sino también una referencia de la enseñanza superior.

Ahí estudiaron jóvenes provenientes de diversos lugares del mundo y entre ellos no se puede dejar de mencionar algunos personajes históricos como Maimónides (que además tuvo una cátedra en la universidad), el famoso filósofo, médico, astrónomo y rabino judeo-sefardí en al-Ándalus, Marruecos y Egipto; o  Gilberto de Auvernia, más conocido como el Papa Silvestre II, célebre por introducir los números arábigos en Europa, junto al concepto cero; y Mohammed Al-Idrisi, importante geógrafo del siglo XIII. Como es de suponer, no se consideraron mujeres entre los profesores o alumnos de Al- Karaouine.  Hoy, la biblioteca de Al Qarawiyyin que alberga más de 30.000 mil volúmenes de teología, ciencias, matemáticas, astronomía y, un tesoro mayor:  una copia manuscrita de El Corán ha sido restaurada recientemente por el estado de Marruecos y se encuentra abierta a investigadores e historiadores de todo el orbe.

Fátima … “contradice la idea de que las islámicas se confinaban a la esfera doméstica y no accedían a otras formas de educación y que su contribución a la sociedad estaba restringida”. (Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda, historiadora mexicana, en el sitio “Ecos de la Costa”)

La universidad representa el grado más alto de conocimiento que tenemos en el mundo ya que en ellas se forman nuevos sabios, se investiga nuevo conocimiento y se dirige el saber a nivel global. La universidad se asocia normalmente a Europa y a los monjes cristianos de la baja edad media. Sin embargo, la universidad de Al Qarawiyyin es la más antigua que conocemos, anterior a la universitās magistrōrum et scholārium; y, además, destacar el hecho que no fue creada por monjes, sino por una mujer:  Fatima al-Fihri, mujer pionera, musulmana, culta y visionaria, que fundó hace 1.158 años la primera universidad del mundo y  dedicó prácticamente su vida a poner en marcha este centro de estudios superiores religiosos y humanistas para jóvenes del mundo árabe, que pronto se transformó en un polo del saber en el que llegaron a estudiar hasta 8.000 alumnos de todas partes de África y Europa. Fátima debe ser reivindicada y destacada en nuestra sociedad por su coraje e inteligencia, y porque en esa universidad se produjo un encuentro muy relevante entre la cultura musulmana, cristiana y judaica, expandiendo conocimientos que hasta el día de hoy sirven de base a la investigación científica, a la innovación y al pensamiento humanista.

Aunque Fátima al-Fihri es considerada todo un símbolo, no existen datos muy concretos sobre su vida. Se sabe que nació en Túnez, alrededor del año 800. Hija de un comerciante con una gran fortuna, creció bajo las consignas de la religión y la educación, consideradas por su padre como dos pilares fundamentales para cada uno de sus hijos. También sabemos, como ya mencioné, que se casó y luego enviudó, sin tener hijos.

Es de suponer, sin embargo, que lo que emprendió Fátima no era habitual para las mujeres de entonces, pero es un ejemplo más de una mujer notable que, junto a muchas otras en la historia, aportaron al progreso de la humanidad y que, sin embargo, no figuran en libros ni crónicas

Fátima Al-Fihri fue pionera en la formación educacional, y gracias a su idea de fortalecer y profundizar el conocimiento en las comunidades, la Universidad de Qarawiyyin sirvió como cimiento para los futuros establecimientos de educación superior.

Es de suponer, sin embargo, que lo que emprendió Fatima no era habitual para las mujeres de entonces, pero es un ejemplo más de una mujer notable que, junto a muchas otras en la historia, aportaron al progreso de la humanidad y que, sin embargo, no figuran en libros ni crónicas

La visibilidad de las mujeres como precursoras de grandes cambios y de hechos relevantes sigue siendo un tema pendiente. Aunque se han dado pasos importantes en el reconocimiento histórico del aporte de las mujeres y en su actual incorporación al trabajo y a responsabilidades de gobierno, especialmente durante los últimos 40 años en el mundo occidental, queda mucho por investigar y por avanzar.

Porque no se puede olvidar que recién en 1732 una mujer, Laura Bassi, destacada filósofa y científica italiana, fue la primera mujer en dirigir una cátedra de física en la universidad y en el mundo en la Universidad de Bolonia.  Su marido, que la apoyó durante toda su vida, además de darle 12 hijos, tuvo que autorizar cada una de las actividades que realizó esta notable mujer que dejó un tremendo legado intelectual que aún hoy no es reconocido plenamente teniendo algunos detractores que dicen que apenas llegó a dictar clases en su casa.  Una forma de seguir ninguneando el aporte de las mujeres al desarrollo de la humanidad.

Pese a haber sido fundada por una mujer, recién en 1940, Al-Qarawiyyin abrió sus puertas a la enseñanza de mujeres y en 1960 el rey Mohamed V le otorgó oficialmente el estatus de Universidad, convirtiéndola en una referencia del país. Y con este nombramiento, colocó a Fátima en la historia marroquí.

En cualquier caso, Fátima Al-Fihri es hoy un ejemplo a seguir para las mujeres musulmanas que luchan por la cultura, la educación y la igualdad porque lo cierto es que la “Madre de los chicos” puso la semilla de lo que en su día fue un encuentro relevante entre la cultura musulmana, cristiana y judaica, que no nos haría mal retomar hoy en día cuando lo que campea es la incomprensión y la intolerancia entre todas ellas. Una institución que hoy se ha convertido en uno de los centros educativos más importantes de Fez y de Marruecos. La universidad que puede presumir de la historia más inspiradora para millones de mujeres.

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