“¿Flotan los pétalos en el espacio?” Por Sergio Canals L

por La Nueva Mirada

Avanza la Convención, cómo un entramado de bricolajes. Genera incesantes modelos incoherentes y coherentes que se manifiestan como comportamientos virtuales socioculturales. Cultura y simulacro. ¿Algunos constituyentes nunca han existido? ¿No tienen centros ni sí mismos? Sólo son un vacío distribuido ¿Acaso una permanente falta de sentido situado? No hay excedentes de significado ni constitución de mundo. Una identidad cognitiva que flota aún en el espacio vacío. (Gracias a Varela y Baudrillard).

¿Convencionales flotando en el espacio?

¿Flotan las palabras en el vacío?

¿Y un huevo de plomo?

El deseo político flota sobre la nada.

Flotación: El objeto flota cuando su peso es igual o menor que el agua que desplaza.

Un político flota cuando su peso es igual o menor que la política que desplaza.

En caso contrario, cae como una piedra hacia arriba y la política hacia abajo.

Hay personas que no flotan.

Su pesadez espanta como la de un limón rojo en un estómago ulcerado y canceroso.

Como la de quienes celebraron el 11 de septiembre. ¡Desalmados!

Vi cuando arrojaron un gato muerto de color blanco a un camión de la basura. Y una bolsa de basura verde con miles de rostros añejos. Desaparecidos. La muerte ajena frente al abismo.

 Flotaban en medio de la calle. Perdidos. Asombrados frente a lo absoluto.

Otros no flotaron. Cayeron de aviones amarrados con cadenas. Mar sin rostros. Arenas orgánicas. Entierros marinos con olas de lágrimas. Cangrejos sin tenazas. Torturas olvidadas. Donde “las niñas recogen los labios de las olas con la punta de los dedos”.

Que verso más hermoso. De Chika Sagawa, que enterraron en el cementerio Noburu y murió de cáncer (de verdad).

Le respondo a su pregunta.

Sólo los pétalos de una camelia blanca flotan en el espacio. Las que crecen frente al monte Fuji y en los cuarteles olvidados de Santiago.

“Donde se abre la noche de la boca” para escupir el eco del dolor silente, y una que otra muela sanguinolenta picada.

Continua el asedio de Chile. (Contra la Convención). Un cuento siniestro. Un hombre anodino perseguido por todos los medios de comunicación. Un lugar inclinado.

El ángulo de inclinación ha aumentado 14 grados. Donde resbala la felicidad.

Leo un titular: “Turba enajenada golpean a mendigo hasta matarlo a la vista de los clientes de un banco y a plena luz del día”. Nadie hizo nada. Celebraban el 18 de septiembre. Indiferencia y enajenación.

Me pregunto si todo se informa de igual manera. Preocupación próxima a la indiferencia.

Realidad obscena. La guerrilla de Chile. Un orgasmo dieciochero.

TIKI TIKI ti.

¡Salud!

PROHIBIDO POLITIQUEROS, BORRACHOS Y CONSUMIDORES.

A ver la parada de las más caras y mascarillas.

Y si queda tiempo, el TU DEUM

Mejor me voy a leer “Hombres salmonela en el planeta porno” de Yasutaka Tutsui.

Y de bajativo “Los cuentos siniestros” de Kobe abe.

Ahh, y no olvide comerse un choripán vegano.

¡AGGGHHHHH!

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