¿Hay salida a la crisis económica argentina?

por La Nueva Mirada

Por Eugenio Rivera Urrutia
Fundación Chile 21

Mientras las últimas encuestas coinciden en que la amplia ventaja del candidato Alberto Fernández sobre el actual Presidente se mantiene o se amplía (Atlas: Fernández, 48,2%/ Macri 38,5%; Clivaje Consultores: Fernández, 52%/ Macri 32%; Proyección: Fernández 51%/ Macri/ 34%; https://www.clarin.com/politica/nuevas-encuestas-presidenciales-coincidencia-varias-diferencias_0_-XoAPXiGa.html) la pregunta que se plantea es si el futuro nuevo Presidente podrá y cómo salir de la profunda crisis económica en que la Administración Macri dejó al país.

La pregunta que se plantea es si el futuro nuevo Presidente podrá y cómo salir de la profunda crisis económica en que la Administración Macri dejó al país.

La gravedad de la crisis actual.

Los problemas son conocidos. El PIB en el 2018 no creció un 0,4% como preveía el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sino que cayó en – 2,5; para el 2019 la CEPAL preveía una caída adicional de –1,8%, mientras que el FMI espera una de – 1,3%. La inflación por su parte probablemente triplicará la cifra comprometida para 2019 si se toma en cuenta que la inflación llegó a 56,8% en el segundo trimestre así como  los efectos que tendrá la agudización de la crisis luego de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias) en que el tipo de cambio cayó en torno al 20% en el primer días post elecciones.

Todo esto se ensombrece adicionalmente al constatar que tras lo que el gobierno de Macri ha llamado un re perfilamiento (refinanciación) de la deuda hay, en realidad, una declaración de “default”.

Cifras igualmente malas se observan en relación con el empleo. Los precios de los servicios públicos presentan un significativo rezago. Al segundo semestre del 2018 la pobreza subió al 32%. Fuerte fue también el aumento de la tasa de indigencia. Frente a esta evolución, la movilización de los distintos grupos afectados plantea serios obstáculos al programa de ajuste. Todo esto se ensombrece adicionalmente al constatar que tras lo que el gobierno de Macri ha llamado un re perfilamiento (refinanciación) de la deuda hay, en realidad, una declaración de “default”.

Durante agosto, se estima que el Banco Central perdió  US$ 13.800 millones en su esfuerzo por sostener la divisa local. Dichos esfuerzos no pudieron evitar una caída de la bolsa de 72%, una depreciación de 38% del peso mientras que la inflación a agosto alcanzaba un 60%. En este contexto, el 1 de septiembre el gobierno dio a conocer un decreto que restringía la libertad de las empresas y bancos para comprar dólares, obligaba a los exportadores a liquidar las divisas y limitaba la compra mensual a US$ 10 mil. El control de cambio regirá hasta el 31 de diciembre, esto es 20 días después que asuma el nuevo Presidente. El 15 de agosto el gobierno había decidido distribuir bonos, rebajar impuestos, subir el salario mínimo y congelar el precio de la gasolina.

¿Cómo salió Argentina de la crisis del 2001?

Macri no ha colaborado con ello pues las últimas medidas de su Gobierno han contradicho sus compromisos fundamentales.

El principal desafío de la política económica es que sea creíble para los agentes económicos. Macri no ha colaborado con ello pues las últimas medidas de su Gobierno han contradicho sus compromisos fundamentales. Como contrapartida, Argentina tiene una experiencia relativamente reciente en estos problemas. Como se sabe, luego de la fuga del Presidente De la Rúa, el país enfrentó una grave crisis. Desde fines del 2001 la mayor parte de la deuda pública se encontraba en cesación de pagos (en particular bonos y títulos públicos emitidos en los años 90 y otros acreedores de menor cuantía, como el Club de París) alcanzando el “default” una cifra de US$ 73 mil millones, la economía había iniciado el descenso, el sector industrial no tenía respuestas competitivas, el agro estaba fuertemente endeudado en un contexto de caída de precios internacionales, la economía real no tenía capacidad para responder a la creciente carga financiera (Matías Kulfas (2016) Los tres Kirchnerismos. Una historia de la economía argentina 2003 – 2015, Siglo XXI Editores).

El año 2005 se había alcanzado la normalización y la economía volvía a crecer. Clave en la estrategia fue el cobro a las retenciones de las exportaciones para generar mayores ingresos públicos y controles a la entrada  de capitales de corto plazo (id.).

La principal medida fue la reestructuración de la deuda. El concepto básico era que si los acreedores habían aceptado comprar bonos argentinos que pagaban altos intereses era porque estaban asumiendo mayores riesgos, por lo tanto al declararse la cesación de pagos las pérdidas debían ser compartidas. Argentina había visto reducirse el PIB en 25%, correspondía en consecuencia que los acreedores se vieran también afectados. En septiembre del 2004 se ofreció canjear los bonos por nuevos títulos que implicaban una pérdida de 65% para los acreedores anunciándose además, que el servicio de la deuda no podía superar el 3% del PIB. El 76% de los acreedores aceptaron las condiciones. De tal forma la deuda se redujo desde US$ 102 mil millones a US$ 35 mil millones. Por otra parte, se buscó normalizar el sistema financiero, terminar con las cuasi monedas (que sustituían el peso como efecto de su debilidad) y recuperar la confianza en la moneda nacional y la definición de una estrategia cambiaria compatible con un régimen macroeconómico de crecimiento (en que el eje apuntaba a mantener un tipo de cambio competitivo). Finalmente, se necesitaba adecuar las tarifas de los servicios públicos para lo cual se renegoció con las empresas privadas, pesificando las tarifas (terminando así con su dependencia de la evolución del dólar). La fuerte devaluación de la moneda sumada a los bajos salarios y al bajo costo financiero pues las transacciones se hacían al contado tuvo un efecto positivo en la actividad productiva. El año 2005 se había alcanzado la normalización y la economía volvía a crecer. Clave en la estrategia fue el cobro a las retenciones de las exportaciones para generar mayores ingresos públicos y controles a la entrada  de capitales de corto plazo (id.).

¿Cómo salir de la crisis actual?

El casi seguro próximo Presidente de Argentina, fue el jefe de Gabinete del Presidente Kirchner que lideró la salida de la crisis. Conoce en consecuencia las dificultades que implica superar una situación como la que vive Argentina. El gráfico número 1 permite comparar la gravedad del peso de la deuda en el 2004 y la situación actual: la deuda bruta de la Administración Central alcanzaba en el 2004 un 118% del PIB. En la actualidad alcanza un 88,5%.

El casi seguro próximo Presidente de Argentina, fue el jefe de Gabinete del Presidente Kirchner que lideró la salida de la crisis. Conoce en consecuencia las dificultades que implica superar una situación como la que vive Argentina.

Gráfico número 1

Fuente: https://www.argentina.gob.ar/hacienda/finanzas/presentaciongraficadeudapublica

No obstante, si se observa el cuadro número 1, los pagos que vencen el presente y el próximo año 2020 alcanzan una cifra de casi 90 mil millones de dólares. Como hace 15 años y como lo ha señalado Alberto Fernández, la renegociación del pago de esta deuda es el primer e indispensable paso: “Es obligación del país saldar las deudas, “pero también renegociarlas para que su pago no hunda la economía. Pero no me pidan que lo hagamos en contra de más deterioro de nuestra gente, y postergando más a los argentinos”  (https://elpais.com/internacional/2019/09/02/argentina/1567378758_506390.html)

Es obligación del país saldar las deudas, “pero también renegociarlas para que su pago no hunda la economía. Pero no me pidan que lo hagamos en contra de más deterioro de nuestra gente, y postergando más a los argentinos” 

Al mismo tiempo, la gravedad de la situación obliga a que las políticas internas estén sustentadas en un amplio acuerdo nacional. Avanzar en esta dirección implica resolver adecuadamente los dos momentos que se tienen por delante. El primero, de aquí a las elecciones de octubre y el período que transcurre hasta que toma posesión el nuevo Gobierno en diciembre. El más difícil es el que finaliza con la primera vuelta presidencial, pues el actual presidente está totalmente deslegitimado y no hay siquiera un presidente electo. Luego de las elecciones, el presidente electo va a tomar cada vez más protagonismo, con la restricción que todavía no asume su gobierno. En este sentido, es clave lo que Macri haga para mantener un mínimo de estabilidad. Las medidas adoptadas ayudan en esa dirección.

Cuadro número 1

Fuente: https://www.argentina.gob.ar/hacienda/finanzas/deudapublica/informes-trimestrales-de-la-deuda

El segundo momento corresponde a los primeros meses de la nueva Administración. El gran desafío es estructurar un acuerdo nacional para los difíciles momentos que vienen. El ex ministro de Economía y ex secretario ejecutivo de la Cepal José Luis Machinea señalaba al respecto:

Argentina necesita reprogramar los vencimientos y por eso debe interactuar con el FMI. El Fondo pondrá condiciones y hay una negociación por delante. Ser extremadamente agresivo con el Fondo, si bien paga desde el punto de vista político, puede complicar la relación futura y cortar el acceso al crédito (https://elpais.com/internacional/2019/09/02/argentina/1567378758_506390.html).

Entre los principales dilemas a resolver están el empobrecimiento de la población, el rezago de los precios de los servicios públicos y la elevación de los impuestos, en particular los impuestos a los exportadores rebajados por Macri en el 2016.

Entre los principales dilemas a resolver están el empobrecimiento de la población, el rezago de los precios de los servicios públicos y la elevación de los impuestos, en particular los impuestos a los exportadores rebajados por Macri en el 2016. En relación con lo primero, parece fundamental la elevación de los salarios mínimos (lo cual tiene efectos sobre el resto de los salarios) tanto para enfrentar la economía política de la crisis, como para elevar la demanda generando impulsos positivos a la actividad. El problema son los impactos fiscales de esta medida. Por otra parte, es necesario enfrentar los rezagos de los precios de los servicios públicos, lo cual se acentúa producto de la aceleración inflacionaria. Positivo es que a julio, mientras que el IPC alcanzaba un incremento promedio de 2,7% mensual para el período enero 2017 y julio 2019, el mismo indicador referido a vivienda, electricidad, agua y otros combustibles mostraba un 3,4%. El transporte público, por su parte un 3,3%. Ambas cosas apunta a un menor rezago de los precios de los servicios públicos.

Clave serán las holguras que genere la renegociación de la deuda. El otro elemento, es al menos reponer la carga tributaria sobre los exportadores. El problema es que producto de la guerra comercial entre EEUU y China y asociado al incremento de la incertidumbre que afecta a la economía internacional los precios de las “commodities” han caído significativamente.

Clave serán las holguras que genere la renegociación de la deuda. El otro elemento, es al menos reponer la carga tributaria sobre los exportadores. El problema es que producto de la guerra comercial entre EEUU y China y asociado al incremento de la incertidumbre que afecta a la economía internacional los precios de las “commodities” han caído significativamente. Como se observa en el gráfico número 2, la soja no escapa a esta situación. Esto dificulta y la medida indicada y hace más complicado el acuerdo. La buena noticia, es que el gobierno argentino alcanzó un acuerdo con China para exportar soja hacia ese país lo que implicaría exportaciones de US$ 1600 millones (https://www.infobae.com/campo/2019/09/10/el-gobierno-cerro-un-acuerdo-historico-para-ingresar-a-china-con-harina-de-soja/)

Gráfico número 2

Cuadro 2

Fuente: https://www.bloomberg.com/quote/S%201:COM

Cabe señalar que pese a lo que ha argumentado el Gobierno, las expectativas del mercado sintetizadas en el cuadro número 2 dejan en evidencia que existe confianza en la capacidad de gestión del futuro presidente al prever que la inflación tiende a caer en los próximo dos años mientras que el producto crecería a partir del 2021.

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