El reciente lunes convocaron los canales de TV (Anatel) a ver un debate entre los personajes que podrían llegar a ser presidentes de Chile . Ni más de menos de tan importante país.
Fuera de sentirnos tan gravitantes para el destino de la democracia en el mundo occidental, vale la pena observar cómo nuestros competidores al cargo logran situarse en tal trascendental trance.
Lamentablemente, ninguno se refirió a tal proceso que atraviesa a varios continentes. Total, Chile es más importante. Y por tanto quien gane deberá influir para inclinar el flujo político e ideológico hacia el conservadurismo o hacia el progresismo en el mundo. Vaya tarea.
Colocados nuestros púgiles en el ring, debían exponer sus ideas y también sus imágenes. Creo que de lo primero hubo poco y mucho de lo segundo.
Es obvio, como lo demuestran muchos estudios de perfomances electorales, que, en el tiempo final antes del voto definitorio, todo se juega en imagen. Y sobre todo en este tiempo de tv y redes sociales.
Entonces, me atrevo a definir el tipo de imagen que proyectó cada uno de los contendores. Veamos.
Kast se plantó erguido con terno tradicional, serio al saludar y agradecer la invitación. Boric, serio también para anunciar la importancia del encuentro.
Insisto que todo se juega enimagen a esta altura y que nada vale de propuestas y programas o promesas, que no impactan al convocado potencial elector.
Kast se presentó como un señor bien vestido a la manera clásica de terno azul y corbata bien alineada. Boric, chaqueta elegante y camisa de buena factura sin corbata. Digamos, una foto.
Pero la imagen, según mi opinión no es de foto sino de actitud y sobre todo de gestualidad. Entonces recordemos.
Kast, se plantó serio pero esta vez con un rictus y mirada incierta y hacia el suelo. Sin su sonrisa segura y tierna, que es muy atractiva como la emplea, sin duda, muy elaborada. Pero ahora, algo bobalicona y se puso en plan despectivo, displicente con aire superior de clase social con nariz respingada, como diciendo ¿qué hago aquí disputando con un pobre cabro pretencioso apoyado por extremistas o izquierdistas comunistas?
Es decir, apelando a un nosotros de clase, nuestra forma de vivir y sentir de siempre.
A la inversa, la imagen que proyecta Boric con su gestualidad es diferente. Pero no define muy bien cuál es su mirada. A veces a la cámara o a su contendor y siempre con ceño fruncido, como diciendo que parece ése es el futuro. Al mismo tiempo intenta destapar el espíritu de la esperanza, pero con una sonrisa recta y fría. Ese rictus no entusiasma.
Cogollo: la gente de Kast tiene un dicho muy decidor. Cuando se les quedaba en pana el auto decían consigamos un hombrecito que nos empuje el auto.
La gente de Boric anda buscando un ser con conciencia de clase a la forma clásica. Que parece en Chile no existe. Llamar a Parisi.
Alerta. Después del 19 dic. Ojo con la estrategia Kastrump.