John Cheever en la orilla. Por Tomás Vio Alliende

por La Nueva Mirada

El cuento “Reunión”, publicado por el escritor norteamericano en la revista New Yorker en 1962, es de esos relatos cortos que se pueden leer y releer varias veces. Siempre se logra encontrar algún aspecto distinto o nuevo que demuestra que con economía de medios se puede construir una obra compacta y también solvente.

Calificado por la crítica como un pequeño milagro, el cuento “Reunión” de John Cheever (1912- 1982) narra el encuentro de un niño con su padre después de tres años sin verse. Se juntan a almorzar antes de que el protagonista de la historia tenga que tomar un tren para ir a visitar a su madre a una casita de campo alquilada. La sensación del encuentro es fuerte. “(…) tan pronto como lo tuve delante sentí que era mi padre, mi carne y mi sangre, mi futuro y mi fatalidad. Comprendí que cuando fuera mayor me parecería a él; que tendría que hacer mis planes contando con sus limitaciones. Era un hombre corpulento, bien parecido, y me sentí feliz de volver a verlo. Me dio una fuerte palmada en la espalda y me estrechó la mano.”, señala el protagonista al inicio de la historia.

El tiempo que tienen para reencontrarse es tan breve como lo que dura el cuento. Padre e hijo deambulan por distintos lugares donde se puede apreciar el alcoholismo del progenitor y la falta de consideración que tiene con su hijo. Se pasean por varios restaurantes desde los que se marchan porque el progenitor siente que es mal atendido o lo echan por sus malos modales. El hombre siempre pide dos tragos Gibsons con ginebra Beefeter, para él y para el niño. Le dicen que es menor de edad y se enoja. El padre se comporta de manera insolente, arrolladora. Cheever en vez de detener su mala educación, la deja fluir, permitiéndole al lector entrar en los diálogos e interiorizarse cada vez más en este personaje que en vez de aprovechar el poco rato que tiene con su hijo, pelea con los mozos que lo atienden haciendo valer su carácter irascible.

Desde muy joven Cheever se dedicó a redactar cuentos en distintos diarios y revistas como New Yorker. Siempre se especializó en escribir sobre gente de clase media alta, mostrando sus infelicidades y derrotas. Relatos como “El nadador” y “La radio monstruosa” lo catalogaron como uno de los mejores cuentistas de Estados Unidos. Posteriormente vendría su novela “Crónica de los Wapshot” (1957) y más tarde “El escándalo de los Wapshot” (1964) como continuación de la saga. Autor de muchos cuentos y novelas, ganador de diversos premios, entre ellos el Pulitzer y el Premio Nacional del Libro en Estados Unidos, Cheever siempre exploró el lado moral de sus personajes, la debilidad, la tristeza y el sufrimiento. La homosexualidad y alcoholismo formaron parte de su vida y atravesaron sus relatos de manera transversal, por la orilla de los afectos y las sensaciones.

Quizás por eso en “Reunión”, el escritor trabaja de manera tan brutal y franca el tema de la paternidad, destacando esos instantes en que los padres son héroes para sus hijos y después se caen a pedazos. El momento en que transcurre el cuento es tan breve que parece construirse de manera real, con diálogos claves que arman y desarman la historia. El encuentro con el padre deslumbra al niño de sobremanera porque es su referencia, lo que aspira o puede llegar a ser. Y es esa magia la que explota Cheever, sobre lo que se ve y al mismo tiempo se esconde. Porque, aunque el hijo cuenta la historia, la narración parece desenvolverse por sí sola, a través de las conversaciones del padre con los empleados de los restaurantes y de su avasalladora presencia en todo el cuento.

Decenas de artículos, trabajos universitarios y estudios se han escrito sobre este relato y muchos escritores han destacado la precisión del autor a la hora de narrar una buena historia. Richard Ford fue uno de ellos. Él eligió este relato dentro de los publicados en la revista The New Yorker y señaló lo siguiente: Reunión” es un espécimen perfecto de relato corto, por ser tan económico y a la vez contener tanto, de forma tan compacta”.

También te puede interesar

Deja un comentario