Rápidamente el reciente libro del periodista Bob Woodward (el mismo que reporteara el escándalo de Watergate) ha escalado los primeros lugares de venta en las plataformas digitales para convertirse en un best seller, con un millón de ejemplares en su primera edición. Con un minucioso reportaje, recurriendo a fuentes oficiales, Woodward hace una verdadera radiografía de la actual administración, incluyendo las erráticas y controvertidas decisiones de Donald Trump, que han desatado una verdadera guerra comercial con China, sus aliados europeos y sus vecinos del Nafta, además del endurecimiento de la política migratoria y la revisión de los Tratados Comerciales suscritos por ese país.
A este documentado libro de reciente aparición, se añade la columna anónima publicada por el diario The Washington Post, cuya autoría correspondería a un alto funcionario de la actual administración, en donde sostiene que diversas autoridades de gobierno se ha concertado para ocultarle información al mandatario ante el temor de que tome decisiones equivocadas que no tan sólo dañen al país sino al mundo.
Por su parte, el ex Presidente Barack Obama, en una reciente intervención política, en el marco de la campaña electoral de mediado de mandato, junto con formular duras críticas al actual Presidente por sus errática y controvertida conducción del país, ha afirmado que Trump es más bien un síntoma y no la causa, de la división y polarización política del país. “Donald Trump está capitalizando los resentimientos que los políticos han avivado durante años” sostuvo el ex Presidente Obama.
Pero el fenómeno Obama no es ajeno a lo que hoy sucede en Europa con el auge y la fuerza con que hoy irrumpen opciones de ultra derecha, nacionalistas y xenófobas, tal como acaba de suceder en las recientes elecciones en Suecia, uno de los países modélicos del llamado Estado de Bienestar. O lo que sucediera en Italia, con el triunfo de la ultra derecha. La fuerza de Marina Le Pen en Francia, el avance de sectores de ultra derecha en la Europa del este, la propia Alemania y Holanda.
Brasil ya tiene su versión doméstica de Donald Trump, representado por el ultra derechista ex capitán de ejército Jair Bolsonaro, que hoy encabeza las encuestas de opinión, con un considerable 24 % de apoyo en las encuestas.
Puede que Jair Bolsonaro termine perdiendo las próximas elecciones presidenciales en Brasil (las propias encuestas señalan que perdería casi con cualquier otro candidato que pase a segunda vuelta), pero no deja de ser perturbador que su discurso xenófobo, ultra nacionalista, anti político y autoritario, tengan tanto impacto en sectores juveniles y supuestamente ilustrados en ese país.
Bien pudiera ser que Donald Trump no representa tan sólo un síntoma (o consecuencia) de la división y polarización que se vive en EE.UU., sino también del descrédito de la política y la debilidad de las democracias, que hoy aparece como un fenómeno global.
Donald Trump representa un serio riesgo no tan sólo para los Estados Unidos sino para el mundo entero. Para el libre Comercio y la Paz mundial. De la misma manera como lo representan diversas formas de fanatismos religiosos, distintas versiones de populismos, de izquierda, derecha o ultra derecha, que han emergido con creciente fuerza no tan sólo en Europa y nuestra propia región.
El libro de Bob Woodward debería ser de lectura obligatoria para los líderes políticos democráticos de izquierda, centro o derecha, en todo el mundo, que no tan sólo les permita analizar con mayor profundidad los riesgos que un personaje como Donald Trump representa para la paz mundial sino también las razones de fondo que explican que se haya convertido en el Presidente de la mayor potencia mundial y cuáles son los déficits de sus propios partidos que contribuyen a explicar el debilitamiento de las democracias y el resurgimiento de los populismo y nacionalismos en el mundo.
