Mileva Marić: La matemática desconocida. Mileva Einstein: ¿la cara oculta de la relatividad? Por Cristina Wormull

por La Nueva Mirada

Mileva no publicó ningún artículo ni exigió algún reconocimiento, pero basta recordar que, al finalizar sus clases en 1900, Mileva y Albert tenían calificaciones similares (4,7 y 4,6, respectivamente), excepto en física aplicada donde ella obtuvo la máxima puntuación de 5, pero él solo 1. Ella sobresalió en el trabajo experimental, mientras que él no lo hizo. Sin embargo, en el examen oral el profesor Minkowski dio un 11 de 12 a los cuatro estudiantes varones, pero solo 5 a Mileva. 

Desde pequeña destacó por su inteligencia e interés por la música, la pintura, la física y las matemáticas: ¿Cuánto contribuyó Mileva, el primer amor, la compañera de estudios y la primera esposa a la innovadora ciencia de Einstein?

Hasta hace treinta años poco y nada se sabía de la primera pareja de Einstein. Pero entonces, en 1990, en un Simposium sobre «el joven Einstein» organizado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (A.A.A.S.) afloró la potencial contribución de ésta en los primeros trabajos publicados por Einstein, en los que estaba incluida la teoría de la relatividad. Esto originó un debate que se mantiene activo hasta el día de hoy. Hasta entonces, la existencia de Mileva Marić, que se casó con Einstein en 1903, había sido ignorada por la historia de la ciencia oficial, a pesar de que existía una biografía suya escrita por Desanka Trbuhovic-Gjuric.y muchas cartas escritas entre la pareja que hablaban de un trabajo conjunto y permanente, sobre todo en el período conocido como el “año milagroso” de Einstein (1905),  cuando se publican en una  revista científica alemana cinco artículos: uno sobre el efecto fotoeléctrico (que le llevó al Premio Nobel de 1921), dos sobre el movimiento browniano, uno sobre la relatividad especial y la famosa E = mc2..  Albert afirmó que la relatividad había sido su vida durante siete años y el efecto fotoeléctrico durante cinco años. Peter Michelmore, uno de sus biógrafos, escribió que después de haber pasado cinco semanas completando el artículo que contenía la base de la relatividad especial, Albert “se fue a la cama durante dos semanas. Mileva revisó el artículo una y otra vez, y luego lo envió”.

La discusión sobre el rol que habría tenido esta desconocida mujer en los avances científicos de Albert Einstein se fundamenta latamente en numerosos antecedentes como el que Mileva estudió en el instituto secundario de Sremska Mitrovica, donde se graduó, obteniendo la máxima calificación en matemáticas y física (Krstic, 1891). Fue aceptada como estudiante en el Colegio Real de Zagreb, con un permiso especial para asistir a las clases de física, que estaban reservadas a los varones y allí entabló amistad con Nikola Tesla, para posteriormente ingresar en el Instituto Politécnico de Zúrich, donde estudió medicina durante un semestre, siendo la única mujer estudiante en su clase y la quinta en uno de los pocos centros de enseñanza superior que admitía mujeres. Ahí comenzó sus estudios de matemáticas y física, y conoció a Einstein, quien comenzaba sus estudios ese mismo año. En 1897 estudió un semestre en la Universidad de Heidelberg, Alemania donde recibió clases de Philipp Lenard sobre la teoría de números, cálculo diferencial e integral, funciones elípticas, teoría del calor y electrodinámica. Si bien Mileva era una estudiante metódica y organizada, Albert prefería estudiar en casa por lo que asistió solo a unas pocas clases. Mileva le ayudó a canalizar su energía y guio sus estudios, según lo que se desprende de las cartas de Albert entre 1899 y 1903 escritas durante días de vacacione.  Son 43 las cartas de Albert a Mileva que se han preservado, pero solo 10 de ella permanecen. Estas cartas cuentan de primera mano la historia de cómo interactuaron en ese momento.

Sus cartas y los numerosos testimonios muestran que Mileva Marić y Albert Einstein colaboraron estrechamente desde sus días de estudiantes hasta 1914. Albert se refirió a ello repetidamente en sus cartas, como cuando escribió: “nuestro trabajo sobre el movimiento relativo” o “el clima aquí no me conviene en absoluto, y cuando falto al trabajo me lleno de pensamientos oscuros. En otras palabras, echo de menos tenerte cerca para que me mantengas gentilmente en control y evites que divague”. Fue la primera persona en reconocer su talento. Sin ella, nunca habría tenido éxito. Ella abandonó sus propias aspiraciones, sintiendo que eran una entidad única. Una vez iniciado, el proceso de firmar su trabajo únicamente bajo su nombre se volvió imposible de revertir.

En 1900, presentaron un primer artículo sobre la capilaridad firmado solo bajo el nombre de Albert. Sin embargo, ambos se refieren a este artículo en las cartas como un trabajo en común y se cree que una co-autoría con una mujer le habría restado credibilidad en ese entonces.

En 1901, Mileva, sin estar casada con Einstein, se enteró de que estaba embarazada mientras preparaba su   examen de licenciatura y estaba al inicio de su tesis doctoral. Esta era una situación difícil, por decir lo menos, en aquella época.  Es debido a esto, que Mileva abandona sus estudios a pesar que solo le faltaba superar el examen final de doctorado. A inicios de 1902 dio a luz a Lieserl Einstein, de la cual no existen registros de su nacimiento o muerte, pero se especula que fue dada en adopción o que murió de escarlatina al año de nacimiento. Ya casados, tuvieron dos hijos más.

En 1908, la pareja construyó con Conrad Habicht un voltímetro ultra-sensible. Trbuhović – Gjurić atribuye este trabajo experimental a Mileva y Conrad y escribió: “Cuando ambos estuvieron satisfechos, dejaron a Albert la tarea de describir el aparato, ya que él era un experto en patentes”. Fue registrado bajo la patente de Einstein-Habicht. Y Habicht, que cuestionó la decisión de Mileva de no incluir su nombre, recibió una respuesta donde hacía un juego de palabras en alemán: “¿Warum? Wir beide sind nur ein Stein”. (“¿Por qué? Los dos somos solo una piedra”, es decir, somos una entidad).

Los primeros años del matrimonio fueron felices y de gran compañerismo, según numerosos testimonios familiares y de colegas científicos.  Sin embargo, Einstein, como todo ser humano tenía sus luces y sombras y entre ellas estaba su desmedida afición a las mujeres.  Sus romances fueron múltiples, a lo largo de toda la vida y algún articulista llegó a mencionar que tuvo …tantas amantes como Julio Iglesias, lo que parece una exageración, pero que nos habla de su desmedida afición al sexo opuesto. Mientras estaba casado con Mileva, Albert inició una relación extramatrimonial con su prima Elsa Löwenthal, que vivía en Berlín y que se convertiría en su segunda esposa. A pesar de su fuerte oposición, Mileva fue obligada por su marido a mudarse a Berlín, donde trasladó a toda la familia. El matrimonio ya estaba muy deteriorado, y Einstein le impuso por escrito a Mileva unas duras “normas de convivencia”, que ella tenía que cumplir a través de una de las cartas más machistas de las que se tiene registro.

CONDICIONES A. Te asegurarás de que: Mi ropa y la ropa de cama estén limpios y en orden; Yo reciba mis tres comidas de modo regular en mi cuarto; Mi habitación y estudio estén limpios, y especialmente de que mi escritorio sea para mi uso solamente. B. Renunciarás a toda relación personal conmigo, a menos que sea completamente necesaria por razones sociales. Específicamente, renunciarás a: Que yo esté en casa contigo; A que salga o viaje contigo. C. Obedecerás los siguientes puntos en tu relación conmigo: No esperarás ninguna intimidad conmigo, ni me los reprocharás de ninguna manera. Dejarás de hablarme si te lo solicito. Saldrás de mi habitación o estudio, inmediatamente y sin protestar, si te lo solicito. D. Te comprometerás a no hacerme menos delante de nuestros hijos, ya sea a través de tus palabras o de tu comportamiento.»(carta publicada por Walter Isaacson, biografo de Einstein, 1987)

Uno de los hijos de Einstein, Hans-Albert, contó cómo la «colaboración científica entre sus padres continuó en su matrimonio y que recordaba haberlos visto trabajar juntos por las noches en la misma mesa”. Frieda, la primera esposa de Hans-Albert, intentó publicar las cartas que Mileva y Albert habían enviado a sus hijos, pero fueron bloqueadas en la corte por los albaceas del patrimonio de Einstein, Helen Dukas y Otto Nathan, en un intento de preservar el “mito de Einstein”. Ellos evitaron muchas publicaciones sobre la posible colaboración de Mileva y Albert.

El divorcio de Mileva y Einstein se formalizó en 1919 y entre los curiosos acuerdos del mismo, se estableció que el dinero del premio nobel, que recién ganaría en 1921, sería transferido a Mileva. ¿Ya sabía entonces que lo obtendría?, ¿fue culpa o reconocimiento a Mileva el incluir esta cláusula?  Nunca lo sabremos… será una más de las dudas que alimentarán la discusión en torno al real rol de esta matemática en los descubrimientos científicos del gran Einstein.

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2 comments

CtorneroS marzo 18, 2021 - 1:27 pm

Que bien documentado Cristina Wormul, gracias y como siempre buenísima pluma

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Maria del Pilar Clemente marzo 18, 2021 - 2:23 pm

Estupendo artículo. Gracias por darnos a conocer a esa científica ignorada y bloqueada por el machismo de la época y por su espiso que no la dejó brillar. Tan diferente al caso de Marie y Pierre Curie!!!

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