A pesar de los agoreros. La Convención Constitucional sigue avanzando.

por Segio Campos Ulloa

Con una potente voz dialogante e integradora asumió la doctora María Elisa Quinteros Cáceres la presidencia de la Convención Constitucional.

Atrás quedaron las nueve votaciones, en un proceso inédito para la Asamblea que se aboca a la escritura de una Carta Fundamental, que regirá los destinos del país para las próximas décadas.

La odontóloga de la Universidad de Talca es magister y tiene un doctorado en Salud Pública en la Universidad de Chile. Actual docente universitaria tiene una extensa trayectoria como académica, además con estudios de posgrado en el exterior y un desarrollo como investigadora científica en su especialidad.

Dentro de la Convención Constitucional integró la Comisión Transitoria de Ética, donde ejerció como co-coordinadora. Después de la aprobación del reglamento de la Convención, en octubre de 2021, la doctora Quinteros se incorporó a la Comisión Tematica de Derechos Fundamentales. Fue una de las creadoras del colectivo “Movimientos Sociales Constituyentes”.

Al asumir la responsabilidad como máxima autoridad de la Convención, destacó su disposición al diálogo en medio de la diversidad que representa la asamblea que le tocará presidir hasta la evacuación del documento final. Impregnada del regionalismo apuntó a la diversidad en vínculo con la complejidad de la sociedad.

Hizo un reconocimiento al dúo Loncón-Basa en la primera mesa directiva, por su entrega y esfuerzo para poner en marcha el organismo a pesar de las dificultades para la instalación, en que la colaboración del gobierno de Piñera fue evidentemente precaria. Destacó como una virtud de la Convención visibilizar a un sector relevante e invisibilizado en nuestra convivencia como sociedad plural.

Reflejó cómo la diversidad cultural y territorial merecen un reconocimiento sustantivo para que la nueva carta fundamental sea representativa desde una participación intensa, donde la deliberación no se dé solo en la asamblea.

Cada uno de los ciudadanos de este país tiene derecho a estar presente. Seguramente se refería a la plataforma digital, donde cualquier persona, puede hacer propuestas o sumarse a otras.

Mas adelante reclamó un financiamiendo adecuado para “la consulta indígena”, cuestión que depende de la administración de Sebastián Piñera.

La Presidenta saliente Elisa Loncon resaltó el tremendo esfuerzo que exigió poner en marcha esta instancia constitucional. Agradeció los respaldos, el cariño, la solidaridad y la fraternidad colectiva que se ha impuesto en el contexto de una intensa actividad. Sacó aplausos cuando dijo que nada se hecho “ni en la cocina ni en el patio”.

No es un detalle menor que también se refiriera a las faltas de ética periodística como un factor más que delicado cuando distorsiona la realidad del trabajo constituyente.  Lo señaló sin mencionar a Radio Bio Bio que inventó una historia de una supuesta inconducta. Ella la había comentado en días pasados en el programa de televisión Mentiras Verdaderas. En esa ocasión, el conductor Eduardo Fuentes le consultó si la emisora había corregido la información falsa emitida o recibido ella alguna explicación de los responsables, señalando Elisa Loncon que ello no había sucedido.

La doctora en Ciencias, Cristina Dorador, quien estuvo entre las presidenciables de la Convención, fue motivo de elogios tanto de Quinteros como de Loncon.

Atrás habían quedado las muchas horas de incerdimbre y las nueve votaciones, que los agoreros, especialmente del rechazo, observaban con inocultable satisfacción.

A través de las redes sociales, veían los debates buscando consensos y acuerdos como una crisis terminal.

La misma tarde fue elegido como vicepresidente de la Convención el joven médico rural (32 años) Gaspar Roberto Domínguez Donoso, titulado en la Universidad de Chile y proveniente de Palena (Región de Los Lagos), quién destacó su cercanía en el trabajo constituyente con la nueva lideresa del colectivo.

Pocos fueron capaces de interpretar el quehacer de 154 constituyentes, como algo original, nuevo en la historia de nuestro país, en que se plasmó la voluntad de cambio expresada en un plebiscito donde 80% dijo nueva constitución y solo con ciudadanos elegidos en comicios libres e informados.

El camino por transitar es corto, ciertamente no exento de nuevas dificultades y trabas que surgirán desde los sectores políticos que no quieren que haya un cambio democrático marcado por una carta fundamental avalada por el pueblo que reemplace aquella constitución impuesta por “cuatro legisladores”


Por Sergio Campos
Premio Nacional de Periodismo

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