Catástrofe ética

por Sergio Canals L.

Existen unos videos animados de You Tube que ven los niños, donde una cabeza monstruosa se asoma por el wáter de la persona cantando “Dom Dom Yes Yes”. Es la cabeza de la corrupción pasada y presente que emerge burbujeante y cadavérica desde las aguas pestilentes, agitadas por el celular del dios Pandora, convertido en un oráculo pornográfico (hacer público lo privado) de la cloaca. Yum Yum a la corrupción y a la violencia normalizadas. 

Financiamiento ilegal de la política, “cajas pagadoras” fundacionales y universitaria, tráfico de influencias ilícitas, intervenciones espurias en el poder judicial, sueldos y colusiones millonarias. Agresiones al personal de las instituciones de salud.  Cada vez que se asesina a una persona independientemente de su edad, género o condición social, o se ejerce violencia política o económica social sobre ellas, se vulneran los derechos humanos a la vida y las seguridades individuales y colectivas. Los que la vulneran, debieran responder de alguna manera por hechos de esta índole. ¡Que actúe la justicia… caiga el que caiga! … Vocifera la élite arrogante y cínicamente adaptada al poder, escasamente irónica.

Muchos ámbitos de la política, la economía y de la misma justicia se han desacoplado y han sido desafectadas obsecuentemente de la ética regida por el bien y la verdad. La democracia neoliberal agoniza como “civilización social”, arrastrada por el colapso del “estado social”. Impera la ley del poder y la fuerza directa o indirecta: “El caos que desintegra estructuras de la “civilización social”.

 Citando nuevamente a Berardi, parece que en nuestro país “la ética democrática, funciona como una cínica trampa, en la cual la voluntad colectiva, reducida a la impotencia, finalmente se esfumó”. Impotente frente a la maximización de las ganancias como imperativo existencial. “Este automatismo ha agredido todos los estamentos de la vida social, desarticulando todas sus funciones”. Una patología de la simpatía empática generada por un racionalismo lógico individualista extremo. “Una patología del placer” calculadora y productiva. Sangra la humanidad sin llanto. Fábrica de infelicidad. Desesperanza y violencia escasamente contenida.

Momento para esperanzarse y no ser negativo: la religión, los mitos y las supersticiones. Cerca de un 70% de los chilenos cree en el mal de ojo”. Puede que el gobierno esté “ojeado”. Cuelguen un imbunche en la puerta de la Moneda.  Sube la creencia en la energía espiritual de montañas, árboles y cristales. Quizá la fuente de la “permisología” ideológica ambiental. Recomiendo “el saludo al sol” yoga, mañanero. Un 56% cree en la reencarnación ¿La esperanza presidencial? Ah, y por supuesto se practica la religión del consumo y el dinero: Creer en el cielo de la riqueza, y el infierno de la pobreza.

Por último, para escapar del caos catastrófico ético, muchos piensan que radica en practicar una ética estética esperanzadora con sentido trascendente; practicar la simpatía empática con pasión amorosa y artística, a través de una libertad reflexiva creativa dirigida hacia el bien personal y común.

Amen…y amen…y vean “El Guasón 2 Folie a Deux”, subestimada y criticada como “un mal musical” con buenas actuaciones y personajes carentes de humanidad, por los que no entienden que el amor, la pasión y el dolor se hermanan en la locura y la música, que nacen en la matriz sangrante y silenciosa del ser humano. En el abismo de la oscuridad luminosa (cerca de la nada).

Citas de la última encuesta CEP; de F. F. Berardi, Skibidi Toilet; You Tube

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