Según la encuesta CEP de septiembre y octubre, “73% cree que la corrupción está extendida en todo el sistema político; 69%; está muy de acuerdo que los inmigrantes (ilegales) elevan los índices de criminalidad en una delincuencia más violenta; 73% ve a todo el servicio público metido en la corrupción”. Aunque nos encanta el espectáculo de los monstruos y sus peleas, no podemos hacerlo todo el tiempo, porque la gente ¿se aburriría?
Estamos frente a los monstruos “siniestros” de la corrupción y la violencia. Mutan como seres vivos que son. Se adaptan como variantes de una nueva especie de mosca negra devastadora. Se alimentan de la sangre humana y el miedo. Desarrollan plagas. Portan patógenos como la plaga del relativismo subjetivo donde el otro y la vida valen nada. Destruyen la salud mental y espiritual de las personas. Un espectáculo devastador.
Restos humanos flotan en el mar caliente de Coquimbo. Los cangrejos rastreros se acercan felices bailando al compás de los chasquidos de su poderosos tenazas. Cadáveres cubiertos de arena en los cerros del norte, “la zona más peligrosa de Chile”. Carabinera es atacada con una granada “delivery”. El agresor, inmigrante ilegal y delincuente ultimado por la ley. Audios corruptos y corruptores. Se niega todo. Ceguera ética cognitiva ¿Todos y todas mienten? Las personas mienten impulsado por un impulso de supervivencia protectora. La memoria y los recuerdos se corrompen. Son modificados de acuerdo con los hechos del presente y el futuro. Por lo que no recordamos que recordamos. Cavilemos juntos.
“Mirando al común de los hombres”, existen un grupo de hombres “tenebrosos, malvados, (…) los que afirman que la imaginación son tonterías,” que se desinteresan por los demás. Los corruptos y violentos infectados de la peor soledad. Viven en soledad consigo mismos sin darse cuenta de que están solos y clavados en su existencia. Sin poder escapar de un sí mismo corrupto o violento. Abandonados solamente a estas posibilidades en una “inhumana neutralidad”.
Han vivido y amanecido. Están des hechos sin ser jamás hechos. Viven con la náusea y la angustia que corporiza la nada. Sólo son lo que son. Para ellos y ellas, sólo “hay” existencia violenta. Para ellos y ellas, sólo hay existencia corrupta. Es un “hay” neutro en la corrupción. Es un “hay” neutro en la violencia. Es como decir “llueve” o “hace calor”. Como decir “corruptea” o “hace violencia”. No hay posibilidad de escape de esta realidad. De una “evasión”. De arrancar de allí. Porque esta “evasión” sólo la permitiría la presencia anterior y primera del otro como un absoluto, abandonado en la violencia y la corrupción. El bien común se ha disuelto como arena en el viento.
Los invade el miedo a la noche y a la oscuridad. Al insomnio que aturde y aterroriza. Al horror de ese ser neutro e impersonal. A ese ser sin ser que aparece en la “otra noche cuando todo ha desparecido”. Es el otro sueño “cuando los muertos pasan (y aparecen) al fondo de la noche. Las apariciones, los fantasmas, y los sueños son una alusión a esta noche vacía más allá de las estrellas”. Donde aparece lo “que no se puede dejar de ver, lo incesante que se hace ver”. Es la oscuridad total insomne, donde habita el murmullo sordo y horroroso del “hay” impersonal ¿sin vergüenza ni culpa? Entonces los aullidos nocturnos de los perros “trémulos y ahogados, “resuenan como ecos de la palabra “hay”. Soledad e indiferencia. Sólo redención y libertad en la “paz del amor al prójimo”. La ley como “rectitud”.
(Debo mencionar en este momento, que la columna anterior hizo que un amigo me mandara a tratarme por “negativo y pesimista”. Logró una carcajada y otro trago de cerveza. Otro dijo que era excelente, por suerte. Pero, es lo que hay…Así es la vida).
-Sergio, mire por la ventana
Me levanto y veo a la tórtola que empolla hace días. Sigue allí sin moverse.
Milagro y misterio de la vida. Hemos vivido casi un año más en el amor, a pesar de todo y nada.
Citas de Juan Emar: En “Un año” y “Cavilaciones”, y de Emmanuel Levinas: En “De la Evasión” con sus referencias a Blanchot.
