Las ISAPRES de los Chicago Boys, como buenas industrias aseguradoras del poder económico, siempre querrán maximizar sus utilidades. Mal que mal, son negocios donde bien el bien común y la salud de las personas quedan en segundo lugar. Aún a costa de ilegalidades (hoy sancionadas por la justicia). Privilegiaron los bienes externos (el dinero) por sobre los éticos internos y espirituales. Ahora, frente al fracaso, recuerdan a las personas para que no “las dejen caer” (económicamente). O sea, que el estado, el gobierno y los mismos usuarios, les financien sus pillerías. Seguirán siendo siempre “coñetes” económica-mentes. Las masas fueron devoradas por la ambición económica y del poder político.
Frente a la indignante muerte de un conscripto educándose para enfrentar y combatir el riesgo y el miedo a la muerte en el desierto donde la nada acecha, con formas que vulneraron de forma ciega sus derechos humanos a la dignidad y la seguridad, vale una breve reflexión sobre la precariedad de los sistemas de salud en las regiones extremas y del propio ejército. Cabe preguntarse legítimamente por los grados de conocimientos frente a un paro cardíaco del personal encargado de las RCP, y si los acompañaba un vehículo con los medios necesarios para realizarla con un DEA y drogas necesarias para arritmias severas y muy graves (como las ventriculares). Las mismas preguntas, son pertinentes sobre el lugar de urgencias donde se le aplicó “tres ciclos de reanimación antes de declarar su muerte”. La justicia responderá. El comandante en jefe casi fue devorado.
En tela de juicio la naturaleza humana, la noción de verdad y la verdad misma ¿En qué relaciones de poder vivimos? ¿Cuáles son las formas de saber? ¿Cuáles son las formas de resistencia y enfrentamientos a las relaciones de poder y saber? (Se preguntan (y debemos preguntarnos), Foucault Y Deleuze).
“Los políticos (y los gobiernos), sucumben devorados por masas desarraigadas y consumidoras. Masas digitales sedientas de justicia” y “nostálgicas del desastre”. Guiadas por un flujo de deseos liberados colectivamente social y culturalmente de todo freno. “A satisfacer de forma interminable”. Deseo convertido en dinero. Frustración y resentimiento. Pasto fértil para las furias y la violencia donde a veces late y anida lo nuevo. Con ciudadanos dispuestos a “autoconstruir su identidad en forma agresiva y permanente”. El impulso de muerte a sus anchas. “La violencia es inherente al deseo libre”.
Para concluir, aún a sabiendas del exceso de citas, creo que es necesario volver finalmente, y de nuevo, a Han:
“En la sociedad de la modernidad la violencia pasa de la sangre al capital…Se es más poderoso e invencible cuanto más se posee. El dinero y el capital son medios (finitos) contra la muerte”. La verdad, es que terminan por devorarnos inexorablemente dos veces. Vivos y después de muertos. (Tienen una doble corrida de dientes muy afilados).
A cuidarse y resistir la conversión del deseo en dinero (si puede). Seamos libres. Viva la esperanza, lo trascendente y lo eterno del arte y el amor.
- Citas e ideas del escritor Sergio del Molino, de la psicoanalista y escritora Constanza Michelson, y de los filósofos Foucault, Deleuze y Han