Continua el neuro caos ideológico eleccionario. Ahora programático con anexos. Desalojando campamentos. Lleno de operadores “expertos” en cirugía robótica política. Actúan como robots ideológicos con una lealtad obsecuente. Con ministros ayudantes que llevan a cabo las órdenes del cirujano mayor sin chistar.
Del “cerebro” presidente. Jefe de campaña con una tendencia compulsiva abusiva de su poder. Futuro líder de una oposición imaginaria. De un país imaginario. Prisionero de sus fantasías. Candidato presidencial del 2030. Su propio jefe de campaña.
Mientras, multimillonarios (y millonarios) de Chile y el mundo, observan regocijados. Sólo acuerdos “negociados”. El más poderoso y subestimado, logra por fin iniciar un proceso de paz. Aparentemente estable entre los terroristas de Hamas e Israel. (Seguro que será objeto de múltiples críticas). Cosas de los nuevos liderazgos. De fuerzas y poder económico militar. Para tiempos convulsos de guerras híbridas. Y de ideologías. Y de medios. Donde la vieja democracia liberal y política no logra adaptarse.
Tiempos de la generación Z con sus nuevas “revoluciones”. De las I.A. generativas y las redes. Donde los “relatos matan a los hechos”. También a la verdad. Donde triunfa la ficción y la subjetividad emocional manipulativa. Ideologizada. Triunfo de una realidad virtual expansiva y hambrienta. Que engulle la “realidad” natural.
“Las ideologías transforman el cerebro. Afectan a nuestra arquitectura neuronal. Moldean nuestra forma de ver el mundo”. Con expectativas deformadas. Con “resúmenes de verdades” escritas en profundos lugares del cerebro. En sus redes neuronales inconscientes. (También en “nubes” de grafeno y silicio). Con representaciones y teorías mentales del mundo. Un cerebro sobresaturado de “teorías sobre el funcionamiento del mundo y sus relaciones ocultas”. Lleno de mapas mentales desarrollados en la interacción social afectiva. De aprendizajes sobre las “dinámicas del poder”. De narrativas y ficciones “reales” con patrones y relatos predictivos.
“El cerebro (mente) es un pronosticador (generativo) creativo”. Un buscador de certezas. Un creador de sentido y trascendencia. Que “ama la verdad, el reconocimiento y la conexión.” Ama los rituales tribales y religiosos. “Las ideologías son la respuesta del cerebro a los problemas de la predicción y la comunicación”. Un pensamiento ideológico “súper lógico “e “hiper lógico” que da tranquilidad. Pero convertido en una doctrina dogmática que explica la realidad completa como un todo, es ultrapeligroso. “En una ideología, la vida está determinada y decidida”. Llena de creencias y utopías “ciertas”. “Doctrina rígida = identidad rígida”. Con ilusiones y alucinaciones políticas. “En el interior cada uno de nosotros hay un régimen autoritario”. Implantado. La flexibilidad es frágil.
Hay ideologías y personas ideologizadas conservadoras y progresistas. Con morales subjetivas inamovibles. También absolutistas y relativistas. Donde las personas son buenas o malas. Representadas no pocas veces por totalitarismos autoritarios e ideologías de la ambición y el dinero. Con un desprecio por la vida Por suerte, a veces contradicciones y situaciones límites pueden transformar o crear nuevas creencias. De revolucionarios a capitalistas pragmáticos dogmáticos. Híbridos. Plasticidad destructiva creativa. Adaptativa.
¿El antídoto anti ideológico extremo o dogmático? La educación y práctica permanente de la reflexión ética. Crítica. Creativa. Con “humildad intelectual” y “resistencia a las injusticias”.
¿O ser un multimillonario de la I.A. pragmático racional? ¿O un ambientalista empresarial para viajar a otros mundos y “capitalizarlos”? ¿O ser algo, como un “socialista interplanetario y salvar el mundo”?
¡M…! Nuevamente el frío y la lluvia.
¡Hasta cuando! …
Intertextualidad: Michel Neva: “Ciencia ficción capitalista. Cómo los multimillonarios salvarán el mundo”; Leonor Zmigrod: “La nueva ciencia de la neuro política”. Entrevista en Mercurio a David Rieff.
