“Futurabilidad” en mutación. (¿Chile sin futuro?)

por Sergio Canals L.

Chile, una gran carretera flanqueada por la cordillera y el mar. Sus dueños, el flujo de camioneros. Quien tiene el poder y control sobre la carretera, gobierna el país. El transporte gobierna al país. El valor de la bencina y el petróleo gobiernan al país. El comercio y el consumo gobiernan al país. ¿Subir el pasaje 30 pesos? ¿De nuevo? Qué lo intenten, si pueden. El poder económico, gobierna el país. ¿Un pasado sin futuro? gobierna al país.

La revolución se ahogó en la nueva constitución y la nueva constitución en la revolución ¿La izquierda se comporta como la peor derecha, y la derecha como la peor izquierda? El congreso se llenó de variantes y nuevas mutaciones con alto poder de contagio y escape inmunológico. Fragmentación caótica implosiva-explosiva del congreso ¡Que pesadilla! El perro del infierno político viral nos mordisquea los tobillos y no hay vacunas.

Niños amenazan con cuchillos en la calle. Familia de comerciantes ilegales los ¿educan y protegen? Un ¿sicario? de 14 años con internación provisoria. Migrante irregular. Bombas en edificios. Algunas fallan, con su “temporizador con niple”. (Explosivo usado en la minería). Postulante a fiscal nacional castiga con clases de ética ¿Estamos jodidos? Clases de ética para todos y para todas. Los Llaitul en huelga de hambre. Muchos viernes negros para el país.

Niños con cuchillos en las calles. Ya no hay escenas. No hay lugares. Ya no hay fantasmas del pasado. Nada que interpretar en una reinterpretación infinita.

La carretera en medio de un campo de posibilidades restringidas por las imposibilidades. Solo circulan intensidades. En un campo de desesperanzas y desconfianzas aprendidas, en el tiempo de la impotencia. La dinámica de los cambios adquiere vida propia. No hay razón que las controlen. De bifurcación, en bifurcación. De esas que llevan a las catástrofes evolutivas necesarias para la novedad. Sólo una matriz intensiva con intensidad =0.

Somos un país “sin órganos”. El “huevo tántrico” de Deleuze y Guattari. “Un huevo intenso, (un país intenso) que se define por ejes y vectores, gradientes y umbrales, tendencias dinámicas con mutación de energía, movimientos cinemáticos con desplazamiento de grupos, migraciones, (…) los órganos (organizaciones) sólo aparecen y funcionan como intensidades puras”. Un país donde reina la potencialidad caótica.

Vivimos la etapa de la virtualidad inicial. Camino hacia un nuevo organismo país, emergente y desplegado ¿Camino hacia la multidimensionalidad espiritual material del cuerpo y el acontecimiento?

Necesitamos como plantea Franco Berardi, alcanzar la potencia subjetiva autónoma que permite el cambio “como condición que posibilita una transformación”. Generar la potencia (“energía interna y energía proyectual”) que se encarna en las personas de un pueblo ciudadano para hacer real una nueva posibilidad libertaria. Un pueblo ciudadano como “una fuerza consciente decidida a ¿desmantelar? y reprogramar un nuevo mundo”, un nuevo país que escape de la realidad del mercado y crecimiento en su variante extrema neoliberal. En esta bifurcación histórica, es el ejercicio del poder potencial y real más allá y antes de lo político, lo que permitirá (y limitará) hacer real esta posibilidad.

Quizás, para lograrlo, como plantea desde otro punto de vista radicalmente diferente, el filósofo conservador religioso Russel Reno, finalmente se necesitaría recuperar los “amores fuertes”, por algunos “dioses (también) “fuertes” que abren la “posibilidad de trascendencia”. Para él son Dios, la familia, y la patria como absolutos.   El problema, es que lo humano también yace en los dioses “débiles” y los “amores fuertes” por la debilidad y fragilidad de la humanidad, por lo verdaderamente humano que acontece en medio del cambio constante en su inmanencia también trascendente.

Pero, donde acierta a medias, es cuando habla de lo que sucede hoy en Chile (y en el mundo como “Una polarización metafísica”, un tremendo choque en lo que significa ser humano. Eso sí, se le escapa que es una significación en mutación. En cambio, y transformación. Donde nace lo nuevo. Donde se “está pariendo un (nuevo) corazón”. Donde nace y termina nuestro nuevo futuro y su sentido. Un futuro por el que siempre luchar.

(Pequeño excurso: Creo, que es lo que subyace y resuena sin ser reconocido conscientemente, en lo más profundo de nuestra realidad socio política cultural, limitando e impidiendo diálogos y acuerdos).

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