Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,
¡Qué poco es un solo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!
De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos (fragmento Ocho de marzo, Gioconda Belli)
“Es hora de dejar de esperar al hombre honrado y apostar ahora por nosotras, las mujeres del PIE (Partido de la Izquierda Erótica). Nosotras somos de izquierda porque creemos que una izquierda a la mandíbula es la que hay que darle a la pobreza, corrupción y desastre de este país. Somos eróticas porque Eros quiere decir VIDA, que es lo más importante que tenemos y porque las mujeres no sólo hemos estado desde siempre encargadas de darla, sino también de conservarla y cuidarla; somos el PIE porque no nos sostiene nada más que nuestro deseo de caminar hacia adelante, de hacer camino al andar y de avanzar con quienes nos sigan” (del Manifiesto del Partido de la Izquierda Erótica, fundado por Belli)
En estos días que nos aproximamos a conmemorar, una vez más, el Día Internacional de la mujer, parece relevante conversar sobre una de las escritoras latinoamericanas más leídas en Europa y las Américas, que bien podría ser definida por los títulos de sus libros que resuenan en nuestros oídos como un desfile de sensualidad y fuerza que nos compele y nos seduce, convirtiendo a esta mujer en aquella que desde y Sobre la grama, en la Línea de fuego, entre Truenos y arco iris, a través del ojo de la mujer, resistiendo ser la costilla de Eva, y atravesando el Apogeo, llega a ser aquella de Érase una vez una mujer. Poesía, valor y sensualidad pura. A través de su prosa construye un Amor insurrecto, edificando a La mujer habitada, y contándonos de Sofía de los presagios, mientras El infinito en la palma de la mano nos educa en que Lo cortés no quita lo valiente y nos adelanta en La historia de la creación de las mariposas, el camino a su novela futurista Waslala. Memorial del futuro.
Casi todas sus obras han sido traducidas a varios idiomas y leídas por millones de ávidos lectores que la siguen y persiguen a través del mundo enamorados no solo de sus letras, también de su fuerza y femineidad que la mantiene hasta el día de hoy como el ideal de mujer para muchas, entre las que me cuento.
Gioconda Belli de evocador nombre y maravilloso apellido (en italiano sería bellos), poeta y novelista, nació en Nicaragua, país que al igual que Chile es considerado de poetas, en la senda de Rubén Darío, Gabriela Mistral, por nombrar tan solo dos. Desde muy joven estuvo vinculada al Frente Sandinista de Liberación Nacional, entre 1970 y 1994. El compromiso político y el ser y el sentir femenino son los dos temas fundamentales en su obra que ha contado, desde sus comienzos, con el respaldo de la crítica y del público. Su carismática personalidad la ha llevado a ser líder de innumerables iniciativas, entre las que se cuenta la original creación del Partido de la Izquierda Erótica (PIE) que ha obtenido una sorprendente adhesión.
Belli comenzó a publicar sus poemas en 1970 en el suplemento del diario La Prensa de Managua. Se exilió por motivos políticos, volviendo a su país con el triunfo de la revolución sandinista para participar en la actividad política durante un tiempo. Reinició su trabajo poético en 1982, publicando entonces su primera novela, La mujer habitada, con gran éxito de crítica y público.
El trabajo literario de Belli se encuentra entre la poesía y la narrativa. Su poesía, tiene un estilo particular difícilmente encuadrable en los habituales. Su obra en general, busca la identidad femenina, tratando de ser la voz de la mujer revolucionaria nicaragüense, y en ella además de retazos autobiográficos y eróticos, muestra sus preocupaciones políticas y sociales.
A fines de los 70, en el auge de la guerrilla en Nicaragua, Gioconda Belli publicó en Cuba su libro de poesías Línea de fuego en el que habla de su experiencia política y también de su exilio en Costa Rica y otros países, debido a la persecución sufrida por el gobierno de Anastasio Somoza; en ese tiempo conoció los juegos de poder de Daniel Ortega para desplazar a otros dirigentes con más trayectoria al frente del FSLN, y luego rompió con él al denunciar que Ortega se ha convertido en un “dictador”. La guerrilla contra la dictadura de Somoza fue fuente de inspiración y de creación para gran parte de su producción literaria. Sin embargo, más allá de su propia historia, la voz de Gioconda Belli fue una bandera de la lucha de toda su nación y tradujo los sufrimientos de sus compatriotas comprometidos en el combate por la libertad y la democracia.
Tanto en sus memorias políticas como en declaraciones a la prensa ha dicho que se distanció del régimen de Daniel Ortega porque se ha convertido en lo mismo que combatió. Hoy Belli es una de las voces más críticas de la intelectualidad nicaragüense contra el gobierno del exguerrillero y en esa línea ha escrito una “carta abierta a los sandinistas partidarios de Daniel Ortega”
«Es un gobierno dictatorial y está gobernando por la fuerza de la represión, pues si deja que la población se manifieste él no podría estar en el poder mucho tiempo», reiteró recientemente en una entrevista.
“Tomó los poderes del Estado y evitó la participación de la oposición, manipuló las elecciones para poder tener mayoría en la Asamblea Legislativa«, dijo agregando además que Ortega ha fomentado estos cambios para “modificar la Constitución de su país y garantizar su reelección indefinida y de forma inconstitucional nombró vicepresidenta a Rosario Murillo, su esposa”.
Como dijo un destacado analista político, “El hombre que luchó con todas sus fuerzas para derrocar a un tirano que representaba la última fase de la dinastía tiránica que había nacido en 1937 bajo el apellido Somoza, hoy puede que se haya convertido precisamente en una remembranza de ese mismo dictador contra el cual peleó en todos los terrenos hace varias décadas. Daniel Ortega, otrora líder de un movimiento limpio y puro ante los ojos de sus seguidores, parece haberse diluido en la embriaguez que genera la experiencia de ver el mundo desde el poder y no desde la oposición.”
Gioconda Belli, una de las renovadoras de la poesía en su país, hoy se siente incapacitada para escribir novela en la Nicaragua actual y está convencida de que la «sacudida» o el “estallido” que está sufriendo América Latina «va a dar un giro a la literatura» de la región.
Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.
Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
Queremos flores hoy. Cuanto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron. (Fragmento Ocho de marzo, Belli)
«El dolor me sale por la poesía», dijo a Efe en entrevista sobre las protestas de 2018. «En todo este año lo único que he hecho es escribir artículos de opinión, poesía y una conferencia», subraya la autora, quien se declara «emocional y políticamente» afectada por una experiencia «desgarradora» e incapaz de tener la concentración necesaria para una novela.
«Y eso -agrega- que yo cuando escribo me voy a vivir al país de lo que estoy escribiendo».
«Estamos viviendo en un estado policial», asegura la escritora, quien en «Las fiebres de la memoria» su última novela, y la primera escrita en primera persona, buceó en una vieja historia familiar acerca de un duque francés llegado en 1847 a la ciudad nicaragüense de Matagalpa y que fue el abuelo de la abuela de Belli.
A Belli le gustaría escribir sobre la «encrucijada» en la que está no solo América Latina sino el mundo en general. «Estoy dándole vueltas sobre cómo hacerlo», dice Belli, quien cree que es su deber reflexionar y analizar lo que está pasando porque la literatura puede aportar «visiones nuevas» y sus palabras tienen «un sentido profético y valioso».
La «sacudida» o “estallido” en varios países de Latinoamérica va a hacer que la literatura de la región «dé un giro», como lo hizo desde el compromiso político hacia los temas propios de la región con el «boom» y luego, por imperativos de mercado al entretenimiento, explica.
Igual que el narcotráfico ha tenido un impacto importante en la literatura latinoamericana, esta encrucijada política y social va a aportar «una mirada distinta» a los autores ya que el mundo, a su juicio, necesita urgentemente “modelos nuevos” dado el fracaso de los hoy imperantes.
Belli es hoy además de una reconocida escritora, miembro del PEN Club International, presidiendo el PEN Club de Nicaragua (actualmente dormido por razones políticas) y miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua.