Todo sigue igual. Se salvó Jackson con las criptomonedas (de cripta) de cambio. Jackson “el soberbio”, perdonado (y semi indultado) por el congreso. ¿Un revolucionario demócrata? Ingeniero industrial de la UC. “Son de la elite que gobernarán el país y dirigirán empresas” les decíamos en algunas clases de “Organización y Comportamiento” en la Pontificia. ¿Aprendió algo? No enseñamos arrogancia y falta de empatía. En señamos el liderazgo relacional compartido inteligente de la humildad.
Poder económico, político y comunicacional de la prensa por todos lados. (Menos en Dominga, por ahora). Publican un listado de 24 posibles expertos. En la derecha conservadora 9 abogados UC y uno de UDLA (sólo dos mujeres). En la izquierda y centroizquierda derechizada 9 abogados, U C, UDP, UV, UC, UCH, UAI (2), UB (5 mujeres). Es decir, por ahora, parecemos estar en manos de los abogados(as), es decir de una elite conservadora anti- cambios. ¿O han visto muchos abogados realmente revolucionarios? Se ¿extinguen? como la antigua democracia, la nueva constitución ilegítima y espuria. ¿Ya no existe “el momentum de la agenda refundadora”? Creo que sí sigue latente.
¡Joded! Una catástrofe. Lo mismo de siempre. Así ¿quién puede? No hay progreso político posible. Muere veloz la esperanza de cambios. ¡Vivan los muertos vivos! Somos “The last of us”, repiten los revolucionarios de “mentirijillas”. ¿Quedan algunos o algunas? (Sólo para ser paritario).
“Que esto siga sucediendo, Es la catástrofe. Lo catastrófico no es la irrupción de un acontecimiento inesperado, sino la continuidad del seguir-sucediendo, la repetición continuada de lo igual. La eternidad del infierno de lo igual” (B-Ch Han). Lo distinto es aplastado.
Refiriéndonos a nuestro filósofo guía, en este mundo político futuro (donde no hay futuro) de nuestro país, se pretende con el nuevo proceso constitucional en marcha, que “todo es (y sea) como antaño”. Todo “idéntico en los hechos reales”. Nada se añade, nada se quita. Pero de lo que no se dan cuenta, es que todo es completamente diferente. Lo que caracterizará nuestro verdadero mundo futuro es “un caos racional”. EL desorden racional que vendrá.
Jorge Navarrete en un reportaje (La Tercera, domingo 22), sobre este gobierno “frívolo” en un momento crítico, afirma: “Lo que más me preocupa es un cierto desdén por la complejidad, por no sopesar lo que significa gobernar”. Creo que tiene razón. Un sistema político de gobierno es un sistema de altísima complejidad. Siempre debe ser mirado como un todo relacional.
Del libro “Liderazgo inteligente”, recogemos las siguientes ideas: Una mirada desde la complejidad reconoce que el desorden con la incerteza y lo ambiguo es la base del crecimiento y el desarrollo. El orden y el desorden se suceden invariablemente en ciclos. El cambio es constante como normalidad en los sistemas complejos. El desorden y la estabilidad necesarias auto organizada en medio de turbulencias, se gestiona con liderazgos adaptativos evolutivos racionales emocionales.
Dedicarse a sólo mantener la estabilidad a toda costa, conduce a la muerte a eventos caóticos catastróficos (Para allá vamos).
Respecto a la “frivolidad” para gobernar, es un producto de nuestra época. Sólo espectáculos performativos carentes de ser y espíritu. Una existencia que flota en el vacío.
Volviendo al ministro Jackson, podría ser en los cambios que vienen, el zar (o el policía) de la lucha contra la pobreza y las brechas económicas (mitigando de paso el uso de las drogas, la delincuencia, muchos problemas de salud mental, y la violencia del narco crimen organizado.
Estamos a la espera veraniega de los y las especialistas constitucionales y de la nueva acusación. Practiquen la contemplación silenciosa espiritual en modo ZEN, y decidan entre la lista de los indultos del perdón, o la de SQM y la corrupción económica política. (Yo prefiero lejos la de los indultos corajudos).
Buenas vacaciones.